En los últimos años se ha hablado mucho de la falta de acierto de los economistas en general (salvo notables excepciones) a la hora diagnosticar el inicio, la intensidad y las causa últimas de la actual crisis, hay una frase que me encanta, que ha sido repetida hasta la saciedad, referida a la economía global, sobre el “nuevo” paradigma del “Consenso de Washington” que, gracias a la globalización, al desarrollo de las nuevas tecnologías aceleradoras de la productividad y al “Fin de la Historia” (el pensamiento único sin rivalidad geopolítica) nos dice:
“Muchas personas no han comprendido que han terminado los ciclos económicos tal como los hemos conocido hasta ahora. Estoy convencido de la esencial y fundamental solidez de la prosperidad americana. Esta es también la opinión de la inmensa mayoría de los hombres de negocios de los Estados Unidos, y sin duda, del Mundo entero”
Esta frase, repetida con diferente matices en los últimos tiempos, entre otras personas por el famosísimo Alan Greenspan, fue dicha por primera vez por un famoso economista en Septiembre de 1929, y que era presidente del New York Stock Exchange. ¡Todo eso sólo pocas semanas antes del “jueves negro”!
La inmensa mayoría de los economistas dependen, “comen”, de organizaciones de alguna manera a su vez dependientes de los grandes grupos financieros y del poder político. Pedir a estas personas que hagan gala de integridad profesional y moral a la hora de establecer diagnósticos y análisis es como darle las llaves al Dioni de Fort Knox y esperar que no falte un lingote de oro
Ya se sabe, el dinero es “confianza”, que es hija del optimismo, y quien no lo propague lo que hará será hacer perder dinero a alguien, y para eso no están los economistas, salvo los “underground” y frikis como ese con apellido de bóvido que tiene el pelo largo y pringoso y otro con apellido de actor porno, que se hartaron de hablar de la crisis al resto de la “ralea” que pulula por los foros, con la misma terca afición
En realidad los mecanismos de defensa mentales subliminales hace que ni siquiera, en la mayoría de los casos, sea necesaria la censura consciente para abordar de manera sesgada los análisis, eso va con el “piloto automático”, dejemos que las ecuaciones nos guíen que ellas son una fuente inestimable de tranquilidad…
Ahora debemos centrarnos en el futuro próximo, pues llega una época de poner a prueba los paradigmas existentes, donde se tratará de hacer borrón y cuenta nueva en los aspectos económicos y en general sociológicos
Viene un tiempo donde deberá manifestarse la verdadera “weltanchauung” para el futuro, hay una corriente, cada vez más numerosa, que aboga por el “verdadero” mercado, dejar de una vez de sostener ineficiencias en el sistema, dejar que el mercado, ese tan eficiente e igualitario, donde no se pacta nada “bajo cuerda”, ni existen lobbies ni nada que lo distorsione, y se le dé todo el “power” para que solucione todos los problemas económicos
Surge, con más fuerza, la idea de volver a la situación económica de antes de 1914, aquella donde el patrón-oro dominaba las monedas, las economías tenían un crecimiento sostenido y los datos macro-económicos eran impecables sin endeudamiento de ningún tipo. ¿Pero no veis claro que ese es el camino correcto?
Hay que volver al paraíso de la Belle Époque, aunque por el camino hay que resolver las ineficiencias que plantean determinadas condiciones de la sociedad que añaden ineficacia a la analogía con los “buenos tiempos” del mercado:
+ Hacer de la Seguridad Social un mero sistema de beneficiencia, sanidad privada para el resto
+ Jornada laboral liberalizada (sin límite)
+ Eliminación de todos los subsidios al desempleo
+ “Mañana no vengas” = despido libre
+ Pensiones privadas
+ Edad de jubilación sin sentido por que las pensiones son privadas
+ Educación mayoritariamente privada y sólo una corta educación obligatoria
+ Gestión privada de todos los medios de transporte e infraestructuras
Así sí, así estaremos preparados para una magnífica prosperidad futura
Anteriormente he exagerado la receta, pero es que hay actualmente una lucha entre una visión del mundo “meritocrática” fundada en el “Darwinismo social” como la anterior, y otra que aún defiende que hay que proteger a los débiles y contener y regular al mercado, pues éste está regido por asociaciones oligopolísticas y hay que ser muy “nive” para creerse eso del “Libre mercado”, “lo mercados eficientes” y otras leyendas urbanas
He estado trabajando en varias multinacionales y sé de lo que hablo…
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Post realizado en el foro de economía:
Adjunto un vídeo muy bueno donde se detalla los conflictos de intereses de un economista de prestigio que participa en la realización de un informe sobre la economía de Islandia, pero que recibió 124.000$ por el mismo de las Cámaras de Comercio Islandesas, lo cual no aparece en el citado informe. Poco después Islandia entró en una crisis "bestial", lo cual indicaba que el sistema financiero islandés era todo menos saneado
Se trata de uno de los economistas más reputados de la actualidad : Frederic Mishkin, profesor en la Universidad de Columbia y pertenenciente a la Junta de Gobernadores del Sistema de Reserva Federal (la Fed de USA). Está en inglés, no lo he encontrado traducido o subtitulado en español (lo siento)
Saludos DFC y bienvenido al club de los que no nos creemos la propaganda del sistema. Tenemos un gran reto por delante, reinventar un nuevo sistema que garantice prosperidad al mundo con un mejor reparto de las riquezas y recursos y eso antes de que la barbarie y el desespero empiece a invadir las calles.
ResponderEliminarEfectivamente Nash, hay que fortalecer la Sociedad Civil, ese ente tan apagado en nuestro país, que encuentra dominado por el seguidismo partito-crático, donde se "es" de un partido bajo cualquier circunstancia, sin el más mínimo espíritu crítico, dándoles, literalmente, un cheque en blanco cada 4 años
ResponderEliminar¡Esto no puede seguir así!, nos va en ello una vida digna para nosotros y nuestros hijos...