Este blog es un depósito de mis aficiones fundamentales, que son las que se mencionan en el título.
Espero que este medio sirva para inducir la discusión y el análisis con otros que compartan estas mismas aficiones
En otros artículos he analizado con cierto detalle la evolución de las civilizaciones, basándome en las teorías de la Historia de Gimbattista Vico, Oswald Spengler y Arnold J. Toynbee; así principalmente, para los lectores que quieran consultar estos temas, los he tratado en este, este y este artículo, aunque he de decir que, en general, una parte importante de los artículos que he escrito tratan, de alguna manera, de la evolución de las civilizaciones y claro, especialmente de la nuestra, que es la que más nos importa por razones obvias.
En este artículo quiero dar un repaso más sistemático a esas teorías de la evolución de las civilizaciones que he mencionado en el párrafo anterior, relacionándolas también con los nuevos hallazgos, con los estudios recientes sobre el funcionamiento del cerebro que, de alguna manera vienen a arrojar nueva luz sobre lo que ya los autores que he mencionado, y algunos otros más, han descrito en sus teorías de la evolución de las civilizaciones.
En realidad para juzgar lo pertinente o válido de una teoría sobre las civilizaciones no sería estrictamente necesario ahondar en los cambios que éstas realizan en el cerebro, o mejor dicho en las adaptaciones fisiológicas que las civilizaciones imprimen en los habitantes de la misma, no obstante esa labor puede aportar nueva luz sobre lo que le sucede individualmente a los miembros de una sociedad. Como he comentado en repetidas veces en otros artículos, creo que las civilizaciones son como gigantescos macro-organismos que cambian, modifican, modelan a las "células" que las forman, en este caso a los propios seres humanos. Algunos de los historiadores que han tratado este tema, y que he mencionado antes, han apuntado muy certeramente en esa dirección, sin haberse siquiera basado en estudios científicos de ningún tipo, pero esos estudios que luego mencionaré sólo irían a corroborar lo que las observaciones de esos historiadores habían ya descrito.
Por otro lado a bastantes personas que lean este artículo les parecerá una "locura" siquiera pensar que nuestra civilización pueda estar en decadencia o pueda, algún día, tener un final. La propia idea de que pueda experimentar una decadencia, o que ésta esté sucediendo actualmente, les parecerá absurda, ya que lo que nos espera, según nos han dicho desde hace muchas décadas, es que lleguemos a las estrellas y comencemos la Conquista del Espacio (como una especie de nueva epopeya yanki del Oeste). La razón fundamental que se alude en contra de que una decadencia y fin de nuestra civilización sea posible/probable es que, al contrario que todas las civilizaciones del pasado, la nuestra cuenta con La Ciencia; la nuestra, contrariamente al resto de las que han existido, posee una herramienta fundamental para conocer "La Verdad" y por tanto guiada con esta increíblemente potente herramienta, el inmenso ingenio humano encontrará la forma de superar todas y cada una de las crisis que se les pueda presentar....Por mi parte cada vez que escucho ese argumento me acuerdo de Oppenheimer.
Pero ¿ y si es esta forma de pensar, y no otra cosa,La Enfermedad Mortal de las Civilizaciones?
Como ya he mencionado en varios momentos en mis artículos, considero que la ciencia no es un ente ajeno a las inquietudes de la sociedad, no es ajena a la "cosmovisión" de la sociedad en que viven los científicos, o dicho de otra manera a sus "mitos"; y la forma que tiene la ciencia de enfrentarse a sus investigaciones, lo que se considera en un momento dado como "digno de investigarse" y la forma en que se aproximan los científicos a los objetos de estudio y sus resultados e implicaciones; todo esto está mediado, filtrado, modulado por los visiones pre-analíticas que impregnan la mente a los investigadores. Esto, creo, es inevitable y eterno.
Por ejemplo el autor Paul Forman en su artículo de 1971 titulado "Weimar Culture, Causality, and Quantum Theory", describe como había una actitud fuertemente crítica de los físicos alemanes respecto a la Causalidad y el Determinismo antes del desarrollo de la Mecánica Cuántica, cuyo desarrollo desató la conocida controversia sobre el alcance verdadero de esos conceptos y que perdura aún hoy día. Como Forman escribió en ese artículo, la cultura alemana "llevó a los físicos a esperar ardientemente, a buscar activamente, y a abrazar entusiásticamente una Mecánica Cuántica A-Causal". La Mecánica Cuántica sería, en buena parte, "la respuesta del alma alemana a la asfixiante Causalidad anglo-sajona"; ese alma alemana con sus repetidas oleadas de Romanticismo y con el aliento, siempre de fondo, de Goethe-Schiller. Podríamos incluir al teorema de Incompletitud de Gödel en ese mismo ámbito.
Bueno luego los anglosajones, con su proverbial pragmatismo, usaron la Mecánica Cuántica para desarrollar las primeras bombas atómicas, como todos sabemos, y que ha sido expuesto por el cine en la reciente película "Oppenheimer" (2023); olvidándose, en buena parte, de las reales implicaciones sobre la naturaleza de la realidad a que esa teoría apunta.
Esto, por supuesto es una tesis muy discutible o directamente errónea para quien piensa que la ciencia es siempre aséptica y neutral, pero es que estoy convencido que en realidad los fenómenos tienen muchas formas de mirarse, interpretarse y hay ocasiones en que, de improviso, se hacen "visibles" o bien se hace "aceptable" una determinada interpretación que antes, ciertamente, no era posible y esto ocurre, pienso, por razones culturales que "envuelven" el curso de las investigaciones y su aceptación última, o no, por la institución científica (aceptación en el Canon). Estos factores culturales serían, usando una metáfora matemática, "Atractores en el Espacio de Fases" que inducen una forma distinta de observar los fenómenos.
Como afirmó el filósofo estoico del siglo II d.c. Epicteto : "No son los hechos los que perturban a las personas, sino las interpretaciones de esos hechos".
Supongo que ha llegado el momento de que se haga también "visible" lo que las civilizaciones "hacen" al cerebro de los ciudadanos que viven en ellas.
IAIN McGILCHRIST
(Dr. Iain McGilchrist)
Recientemente he tenido conocimiento de la obra del profesor y doctor en psiquiatría británico Iain McGilchrist, cuyas ideas sobre el funcionamiento del cerebro y su efecto sobre la sociedad me servirán de hilo conductor de este artículo, aunque, como he comentado antes, no es que la obra de este autor añada alguna conclusión muy relevante sobre lo que otros autores mucho antes que él habían descrito, sin embargo aporta otro punto de vista, otra visión al "Gran Cuadro" de la representación sobre la historia de las civilizaciones.
Como introducción a las ideas de este profesor os dejo dos vídeos, uno en español, para quien no domine el inglés y otro, más conciso y que me gusta más , en inglés (los subtítulos del vídeo en español contienen algunos errores):
En español:
En inglés:
Resumiré, a "grosso modo", la ideas que expone McGilchrist en estos vídeos y sus escritos:
Desde prácticamente el mismo nacimiento del cerebro como órgano bien diferenciado en los animales primitivos, hace unos 700 millones de años, se ha detectado en los fósiles una asimetría. que el autor considera "esencial", en la anatomía del cerebro de los animales, que se divide en dos hemisferios y que, en repetidos estudios con animales y humanos, se ha visto que despliegan formas de "atención", formas de "atender" al mundo, y por tanto de entenderlo, diferentes; ya que antes de entender es preciso "atender", prestar atención detenidamente al mundo de una determinada forma, ya que el mundo, en su inmensa complejidad, saturaría nuestra atención si intentáramos percibir con detalle todo lo que podemos percibir.
Según este autor debe haber una necesidad evolutiva fundamental para que el cerebro, como órgano, se haya desarrollado con esa asimetría desde el inicio de su evolución hace cientos de millones de años, y la razón que aduce es que evolutivamente tiene todo el sentido que existan dos formas fundamentales de "prestar atención" al mundo, y por tanto dos grandes grupos neuronales especializados en cada una de estas formas de atención:
a) Una forma de atención donde el animal se focaliza de manera estrecha en realizar una determinada tarea, como es atrapar a una presa, desenterrar una raíz, seguir el rastro de un congénere o de una presa, construir un nido, combatir en una pelea con un rival, etc...Para estas tareas la mente necesita distinguir claramente la realidad, y fragmenta y reduce el flujo continuo de información que provienen del medio ambiente exterior, focalizándose en trozos claros y distintos que guíen la realización de una acción muy específica. En este modo de atención la realidad se percibe como concisa, concreta, discreta, clara, causalmente definida, separada del resto, predecible, potencialmente sujeta al control y al ejercicio del poder; esta manera de atención tiene claras ventajas evolutivas, al permitir prestar atención en detalle a tareas fundamentales, por ejemplo para alimentarse, defenderse ante ataques, las luchas para aparearse, etc..
b) La forma de atención anterior necesita ser complementada con otra forma de atender al mundo que implica una forma de percepción mucho más difusa (holística la llamaríamos), que serviría para detectar la presencia de depredadores o las intenciones de componentes de grupos de animales, de riesgos meteorológicos, la orientación en el espacio tridimensional, reconocer patrones complejos y asociarlos creativamente, etc....En este modo de atención el mundo, la realidad, se percibe de forma continua, hay una percepción mucho más amplia que en el modo de percepción del párrafo anterior aunque menos concreta, mucho más guiada por la intuición y factores en buena parte inconscientes; no está orientada al control y al poder, a hacer y completar una determinada tarea específica, un fin definido, sino a la adaptación, a la supervivencia, a la relación con los demás del grupo, etc.. Dada la inmensa complejidad de la realidad y su impredecibilidad inherente, esta forma de percepción sería también absolutamente necesaria.
Lo que he descrito antes como "formas de atención" parecen estar localizadas principalmente en zonas diferentes del cerebro; de tal manera que las formas de percepción descritos en el párrafo a) anterior residirían en el hemisferio izquierdo y las formas de atención de punto b) en el hemisferio derecho. En sucesivos estudios con personas y animales con una lesión en uno de los hemisferios, además del uso de escáner y otros medios de detección de la activación cerebral al ejecutar determinadas actividades o pensamientos, se ha constatado esa especialización de los hemisferios. Esto que he comentado es válido tanto para los animales como para las personas.
Simplificando lo que, en realidad es mucho más complejo, la "división del trabajo" de los dos hemisferios cerebrales sería algo así:
La tesis del doctor McGilchrist, explicado de una forma muy resumida, es que las civilizaciones, al desarrollarse y hacerse más complejas, inducen, aceleradamente, la pre-eminencia del modo de atención, y por tanto de actuar, propios del hemisferio cerebral izquierdo, haciendo de la forma de entender la realidad y sus valores asociados propios de este hemisferio los únicos verdaderamente dignos de ser tenidos en cuenta, y llevando a los miembros de la sociedad a una pura "orientación a fines definidos" tal y como afirmaba Max Weber respecto al nuevo racionalismo nacido de la Reforma Protestante que, en mi opinión, llevó a la forma actual de la Ciencia Moderna, como he explicado en otro artículo.
Con lo que se conoce como "Revolución Científica" de los siglos XVI y XVII la concepción que surge de la Naturaleza es que ésta no es más que una Máquina, inmensa y extraordinariamente compleja, pero con los atributos propios de ésta: reducible a partes, cuantificable, causalmente definida, determinada y determinable, que puede ser controlable con las herramientas de la Ciencia y de la Técnica. Esta forma de ver la realidad es la propia, según McGilchrist, del hemisferio cerebral izquierdo, con su tendencia a la obtención de recursos, al poder, a controlarlo todo, a reducir todo lo existente a números (cuantificación), a la manipulación de todo lo existente. La frase que resume esta nueva concepción del mundo la escribió René Descartes en 1637 en su famosa obra "Discurso del Método", cuando afirma que el objetivo de toda nuestra Ciencia, de todo nuestro conocimiento es "Hacernos Dueños y Señores de la Naturaleza" y la verdad es que hemos seguido a rajatabla su "mandamiento" con el estado lamentable de mundo que podemos observar.
Esta forma de ver el mundo, esa aproximación a la realidad como un exterior manipulable a través de herramientas de control y dominio, esa organización de la sociedad alrededor de la superior valoración del éxito en la apropiación de recursos (dinero) y de poder, esa pérdida de la sensibilidad a otros aspectos de la vida no pragmáticos, acaba induciendo una forma de operar destructiva para la naturaleza, para la relación con los demás y para nosotros mismos, que en su propagación en el tiempo y en el espacio, acaba destruyendo los cimientos de la propia civilización al acabar degradando tanto el medio ambiente en que la civilización reside, como el mismo cuerpo social de la misma.
Esta adaptación del ser humano al medio social es posible por la inmensa plasticidad del cerebro humano, que es en sí una gran ventaja evolutiva, de tal manera que es esa adaptación la que hace que las personas se adapten a un determinado "marco", a una Cultura, a una cosmovisión; y es su propia fisiología la que se ve modificada por el "super-organismo cultural" (en este caso la civilización).
Por tanto esa "hipertrofia del hemisferio izquierdo" es la que sería, según este autor, en último término "La Enfermedad Mortal de la Civilización" (esta frase es mía, no del autor, pero la usaré como metáfora).
Mi crítica fundamental al doctor McGilchrist es que no le he oído mencionar a autores que le precedieron con tesis similares; por ejemplo Giambattista Vico, con su famosa frase "La civilización comienza en una Barbarie de la Sensación y termina en una Barbarie de la Reflexión", donde el argumento es exactamente el mismo que el de McGilchrist. Por supuesto Giambattista Vico a finales del siglo XVII y principios del siglo XVIII no tenía escáneres cerebrales, pero él, junto a otros autores que tampoco contaban con esos medios, habían ya descrito cual era esa deriva destructiva de las civilizaciones basándose en argumentos muy parecidos, que ya he descrito en varios artículos de este blog y que en este artículo volveré a detallar.
Voy a describir a continuación algunos aspectos de la degradación, en el cuerpo social, inducidos por lo que McGilchrist define como "forma de operar propia del hemisferio izquierdo" y que otros autores, como Spengler, ya describieron con anterioridad y predijeron su llegada en el caso de nuestra civilización.
EL MALESTAR EN LA CIVILIZACIÓN
(Anuncios ubicuos de clínicas de cirugía estética en el metro de Seul)
En otros de mis artículos, como el de título el Huracán del Progreso, ya he descrito con cierto detalle la extrema degradación que nuestra civilización ha causado y está causando sobre absolutamente todos los ecosistemas de la Tierra y la dificultad extrema de frenar o revertir esa situación, pero ahora no es mi intención detenerme en esa "espeleología" de los desastres que nuestras actividades están causando o sobre otras facetas de las crisis anidadas que padecemos, como es el progresivo agotamiento de los recursos que otros muchos autores han tratado y tratan extensamente con una mayor profundidad y rigor que el que yo pueda exponer aquí, por lo que quien tenga inquietudes en estos temas animo que lean a esos autores si quieren informarse al respecto. Por ejemplo recomiendo los libros y artículos de Antonio Turiel como una introducción a esta problemática. No, lo que pretendo hacer en este apartado es centrarme en una descripción, con algo de detalle, en la degradación de los cimientos humanos (sociales) de la civilización actual, que creo son tan relevantes como las otras crisis que nos rodean.
Estando, como estamos, insertos en la cotidianeidad en el seno de nuestra civilización, de nuestra sociedad, quizás no apreciamos bien en su conjunto los cambios dramáticos que han sucedido en los últimos siglos, y que han ido acelerándose en las últimas décadas con la sucesiva urbanización, globalización y tecnificación de la sociedad. El efecto que han tenido estos cambios sobre las personas es crear una separación profunda entre ellas, reducir o eliminar en gran parte los vínculos y rituales compartidos de las sociedades tradicionales, establecer un marco de relaciones basadas principalmente en la consecución de fines "prácticos" en un entorno competitivo y abstracto que premia la movilidad, la adaptación "internacional", las aspiraciones basadas principalmente en el éxito económico y la notoriedad que podríamos decir son los "valores" (si se me permite el uso de ese término) del hemisferio izquierdo y su tendencia al análisis frío, a la realización de tareas, al pragmatismo, a la cuantificación, al cálculo de coste-beneficio, a la especialización, a la separación de los ámbitos del conocimiento y vivenciales, a la inmersión en lo controlable, a la tendencia a controlar, a la exclusión de lo tenido como "accesorio" respecto a lo "fundamental", con su tendencia a lo repetitivo/adictivo, etc....
Pero la elasticidad y adaptabilidad del ser humano al medio, si bien muy grande, se hace, en ocasiones, a un coste alto, pues por alguna razón que desconocemos, pero que debe ser de mucho peso, en los seres humanos el tamaño del hemisferio crebral derecho es mayor que el izquierdo, como menciona McGilchrist.
Para empezar con la descripción de los efectos que tiene, sobre la vida emotiva de las personas, el desarrollo económico, el progreso, creo que nos puede servir como ejemplo paradigmático el caso de Corea del Sur.
Corea del Sur es un caso "de libro" de lo que se conoce como "milagro económico", de hecho se puede considerar más "milagro" que las recuperaciones económicas de Alemania o Japón, ya que estos países tuvieron una fuerte economía e industria que fue devastada por la 2ª GM, pero partían de una base de ingenieros, técnicos y población urbana trabajadora preparada para rápidamente relanzar las industrias destruidas; en el caso de Corea del Sur nada de esto existía pues en los años 60 del pasado siglo Corea del Sur era un país agrícola con una estructura socioeconómica similar a los países de África Subsahariana (se le comparaba con Ghana), pero en pocas décadas el PIB de ese país siguió esta trayectoria:
Todo este incremento del PIB se llevó a cabo por un inmenso proceso de urbanización, de cambios sociales acelerados en una sociedad cultural y emocionalmente aún en buena parte "agraria" con los valores propios de ese tipo de cultura, y es por eso que pienso que la sociedad coreana ha experimentado una suerte de "shock" por el cambio tan brusco en la forma de vida en muy pocas décadas. El hecho de que uno de los filósofos más de moda actualmente y que mantiene una feroz crítica a la sociedad contemporánea, Byung-Chul Han, sea surcoreano habla mucho de la desestabilización que este proceso ha causado en ese país.
Corea del Sur tiene la tasa de fertilidad por mujer más baja del mundo, en 2023 se estimó que fue de 0,72, batiendo su propio récord mundial del año anterior (0,78), lo cual ha llevado al gobierno de ese país a considerar esto como una "emergencia nacional"; se estima que para mantener estable la población la tasa de fertilidad tiene que ser de 2,1 (3 veces mayor que la actual de Corea del Sur) y los países más ricos (de la OCDE) tiene una tasa de del orden de 1,58, bien por debajo de la tasa de reposición pero no tan hundida como la de Corea del Sur. De hecho no se tiene noticias de un país completo que haya tenido, en toda la historia conocida de la Humanidad, una tasa de natalidad tan baja en tiempos de paz como Corea del Sur. Hay que tener en cuenta que desde 2006 el gobierno de Corea del Sur ha gastado del orden de 247.000 millones de US$ en promover la natalidad, con efectos absolutamente nulos. Por otro lado, según una encuesta del año pasado del gobierno surcoreano,sólo aproximadamente un tercio de los jóvenes surcoreanos tienen una visión positiva del matrimonio, siendo las opiniones de las chicas aún más minoritarias al respecto (sólo un 28% de las jóvenes lo consideran positivo), en 2012 la opinión positiva era del 56,5%. Quiere decirse que estamos ante una dinámica cultural profunda y que no tiene visos de mejorar en el futuro sino todo lo contrario, porque ya no se trata sólo de tener hijos, es la propia idea de convivencia en pareja la que está en crisis en ese país, bueno, no sólo en ese país.
En un estudio realizado por al KISCH (Korean Institute for Sexual and Couple's Health = Instituto Coreano para la Sexualidad y Salud de la Pareja) de 2019 reportaba que Corea del Sur tenía la segunda peor estadística de frecuencia de sexo entre parejas, solo por detrás de Japón.
En otro estudio de la universidad Yonsei de Seul de 2021 se detalla que un 43% de las mujeres encuestadas y un 29% de los hombres no han tenido ninguna relación sexual en el último año, y lo que más llama la atención es que nada menos que un 24% de las mujeres (casi 1 de cada 4) declararon abiertamente que no estaban interesadas en ningún tipo de relación sexual en el futuro.
Otro tema donde Corea del Sur destaca negativamente entre los países de la OCDE es en los suicidios, en particular entre los jóvenes, donde es, con gran diferencia, la primera causa de mortalidad de los jóvenes, por ejemplo entre los 10 y los 24 años esta es la tasa de muertes por suicidio comparado con las otras 2 casas de muerte que les siguen como causas principales de fallecimiento:
En la gráfica anterior la línea azul son la tasa de fallecimientos por suicidios, la negra es por accidentes y la gris por cáncer, como puede verse la tasa por suicidio es mucho mayor que el resto de causas y además no deja de crecer.
Otro tema donde destaca Corea del Sur a nivel mundial es en las operaciones de cirugía estética, donde se considera a ese país La Capital Mundial de la Cirugía Plástica, donde es extraordinariamente frecuente que quien quiera tener una carrera "exitosa" en la vida profesional se "tunee" un poco su físico para tener una apariencia más "moderna", "mejor", como adaptación al hiper-competitivo mundo laboral coreano y la pérdida de los referentes estéticos tradicionales (por ejemplo una de las operaciones más demandadas es la de los párpados, para tener un aspecto que se parezca más a los ojos occidentales).
En realidad la baja natalidad, los bajos índices matrimoniales, la disminución del deseo de encuentros sexuales, las depresiones y suicidios de jóvenes, y las operaciones de cirugía estética son un mismo "síndrome" que puede ser, en buena parte extrapolables, con mayor o menor intensidad, a todos los países desarrollados y recogen, en suma, el precio del apartamiento de las personas de lo que Jürgen Habermas llamaba "Lebenswelt" (el Mundo de la Vida) aplastado por las necesidades de los Sistémico, por el "imperio del hemisferio izquierdo": la presión sobre los niños y jóvenes para formarse y no ser unos "fracasados", las demandas continuas de formación y de adaptación de las empresas, los horarios laborables interminables, el coste de la vida, en particular de la vivienda, la soledad siempre creciente, la destrucción de la familia extensa, las redes sociales y sus dinámica competitiva de "a ver quien es más feliz", las relaciones y amistadas basadas principalmente en el interés, etc....Todos eso induce una presión emocional muy negativa sobre las personas que explican ese cuadro tan poco halagüeño y que les roba la misma vitalidad, cuyo "acoplamiento a la Máquina" social hace que el hecho de vivir se parezca cada vez más a una serie de actos "mecánicos" de cumplimiento de tareas necesarias con demandas siempre crecientes (donde gobierna rey el hemisferio izquierdo), pero donde se ha desterrado el juego, las artes, la creatividad "inútil" (la única verdaderamente importante), los rituales compartidos, el apoyo mutuo, la cercanía sentimental de los semejantes, etc...es decir, aquello que es el ámbito del hemisferio cerebral derecho.
Hay quien pensará: "estos son cosas de coreanos, en España estas cosas no pasan", bueno pues nada más lejos de la realidad. El llamado Barómetro de Juventud, Salud y Bienestar de 2023, que recoge los resultados de una serie de encuestas a jóvenes de 15 a 29 años en todo el territorio nacional recoge los siguientes resultados:
a) El 59,3% de los jóvenes manifiesta haber tenido algún problema de salud mental en el último año. Un 17,4% (casi 1 de cada 5), afirman que lo han tenido con frecuencia.
b) Aproximadamente 1 de cada 3 jóvenes (31,7%) han tomado psicofármacos en el último año.
c) El porcentaje de jóvenes que nunca han tenido una ideación suicida (47%), es menor que el porcentaje que si han tenido ideaciones suicidas (48,9%). Un 11,3% piensan en el suicidio con cierta frecuencia y nada más y nada menos que un 13,8% declara tener ideaciones suicidas con mucha frecuencia o continuamente.
d) Sólo el 14,8% aseguran que no han sentido soledad o aislamiento en el último año, es decir, la inmensa mayoría de los jóvenes (el 85,2%) consideran que han sufrido soledad o aislamiento en el último año, y un 45,3% lo han sentido con cierta o mucha frecuencia, es decir, no se trataría de un problema puntual en esos jóvenes.
Estudios similares se han realizado por todos los países desarrollados y el patrón se repite casi exactamente en todos ellos, hay una Guerra contra el Mundo de la Vida en curso, con la destrucción de los vínculos con la Naturaleza, con los otros y con nuestro propio cuerpo y espíritu, en el triunfo absoluto del modo de entender el mundo del "hemisferio izquierdo".
Tomemos por ejemplo el caso del Reino Unido, igualmente en una encuesta de la OCDE de 2018 sólo un 52% de los jóvenes respondían de forma afirmativa a la pregunta "mi vida tiene un claro sentido y propósito", uno de los porcentajes más bajos de mundo sólo empeorados por Taiwan y Japón.
Recientemente se ha constituido en ese país el llamado Ministerio de La Soledad, ya que el problema de la soledad en ese país ha llegado a considerarse ahora como una "emergencia nacional". ¿Y de verdad se considera un Ministerio de la Soledad algo normal?¿Es eso "progreso"?
Si nos vamos a otro país asiático como Japón, de todos es conocido la situación de los que en ese país se llaman hikokomoris, que viven perpetuamente recluidos en su habitación sin salir a la calle para nada, y que se estiman son 1,5 millones en ese país actualmente, con tendencia siempre creciente; ya este fenómeno no es sólo propio de Japón, un fenómeno similar se ha ido extendiendo por muchos países de mundo, y en Corea del Sur ha llevado al gobierno a lanzar un subsidio económico de unos 450€ al mes para tratar de disuadir a unos 350.000 jóvenes coreanos a que salgan de casa.
Si hablamos de los EEUU en ese país hay una inmensa crisis de "muertes por desesperación" (alcoholismo, sobredosis de opiáceos, suicidios) que está afectando ya demográficamente al país y que se tiene también ya como una auténtica "emergencia nacional", por ejemplo la llamada "epidemia de Fentanilo" está haciendo estragos en una de la población.
El fentanilo es un opiáceo sintético relativamente fácil de fabricar y que es unas 50 veces más potente que la heroína, y al ser sintético y no excesivamente complejo de fabricar, su precio es relativamente bajo y esto ha hecho que su uso se haya extendido como la pólvora y ha desplazado a otros opiáceos tradicionales. En este gráfico puede verse la evolución de las estadísticas de muertes por sobredosis y de ellas (en rojo) la provocadas por el fentanilo:
En 2022 murieron en USA del orden de 108.000 personas por sobredosis de drogas, y de esas muertes, relacionadas con el fentanilo fueron unas 74.000 muertes, es decir, del orden del 70% del total.
Para entender la magnitud de este verdadero desastre nacional mencionaré que en la Guerra del Vietnam, que fue un verdadero shock para la sociedad estadounidense, murieron unos 60.000 soldados americanos en los 10 años que duró la citada guerra (del 1965 a 1975), pero si lo comparamos con las muertes actuales por sobredosis tenemos que en 1 año mueren casi 1,5 veces tantos norteamericanos como los que murieron durante toda la Guerra del Vietnam; pero esto ya se ha "internalizado" como algo "normal" cuando es un verdadero desastre nacional, mucho peor, en término de vidas humanas, que todas las guerras que ha librado ese país en el pasado. En realidad lo que estamos viendo es una auténtica Guerra contra la Vida.
Si nos vamos a la toma de antidepresivos en ese país, en una estadística de 2018 se indica que el 13,2% de los adultos en USA habían tomado antidepresivos en el último mes, lo cual indica un uso generalizado de estos medicamentos en ese país, con tendencia siempre creciente. Y se supone que USA es el país más rico y poderoso del mundo que sería "la envidia" del resto de los países del mundo...
Podría seguir aportando más y más estadísticas de países, redactando muchos otros párrafos recogiendo datos similares de todos los países desarrollados, pero creo que ya se puede tener una visión clara del argumento: hay un malestar mental/emocional fuertemente creciente en nuestras sociedades y NO admite una explicación puramente economicista, como muchos hacen, ¿o es que es ahora cuando, por ejemplo, los españoles han tenido menos dinero o han vivido con más desempleo, con más problemas económicos, políticos o sociales que nunca?, evidentemente no es así, y es que estoy convencido que este profundo malestar no es un tema de recursos económicos sino que hay dinámicas subyacentes que ya he mencionado y que está abocando a la sociedad a un auténtico callejón sin salida emocional.
No, creo que lo que existe en general es una guerra contra La Vida, contra la Naturaleza y contra la propia naturaleza humana, que es parte, también, de la Naturaleza.
Creo que es el momento de analizar a otros autores que en el pasado han alertado de esta problemática y que podemos aportar alguna luz usando la terminología del dr., McGilchrist como metáfora adicional.
NIETZSCHE: DIONISOS Y APOLO
(Apolo y Dionisos)
Al leer las tesis sobre los modos de atención del doctor McGilchrist no pude evitar que me vinieran a la mente las tesis contenidas en el famoso libro de Nietzsche "El Origen de la Tragedia" (1872) sobre esa forma de expresión artística, la Tragedia, en la civilización griega.
La descripción que hace el doctor McGilchrist de los modos de atención de los hemisferios cerebrales, en mi opinión, se podría asemejar a la descripción que Nietzsche hace de la "visión Apolínea" y la "visión Dionisíaca" de la vida, como dos gigantescas formas de percibir y sentir la realidad; haciendo un símil un tanto atrevido, diríamos que el hemisferio cerebral izquierdo sería el "hemisferio Apolíneo" y el derecho el "hemisferio Dionisíaco".
Apolo es el dios de la luz, de la claridad, de lo objetivo, de lo distinto, de los preciso (con su arco con el que hiere a distancia), de la razón, de la individualidad; usando la terminología de Schopenhauer Apolo sería "La Representación".
Dionisos, en cambio, es el dios de la embriaguez, de lo colectivo, de lo Uno, de la unión con la naturaleza, de lo instintual, de lo subjetivo, del Deseo, de la sabiduría no-racional, de lo misterioso e inexplicable, usando la terminología de Schopenhauer, Dionisos es "La Voluntad", lo que subyace a todo lo que ocurre en el mundo.
Este símil se correspondería también con la tesis central de "El Mundo como Voluntad y Representación" (1818) de Schopenahuer, que tanto influyó en Nietzsche, en particular en su primera época.
Las tesis de Nietzsche en ese libro son que inicialmente, en la cultura griega antigua existía un equilibrio esencial entre esas dos formas de percepción del mundo: la forma apolínea y la forma dionisíaca, de tal manera que en la Tragedia Ática la profunda sabiduría dionisíaca, "La Voluntad", conseguía ser sacada a la luz y manifestada gracias al impulso apolíneo, "La Representación"; pero este equilibrio acabó siendo destruido a partir de la época de Sócrates y su racionalismo, con su influencia en los autores de tragedias, especialmente Eurípides, al cual critica Nietzsche ferozmente a lo largo de su texto.
En realidad Nietzsche es, en buena parte, deudor de Aristófanes, que fue un muy famoso escritor de comedias coetáneo de Sócrates y Eurípides, el cual "olfateó" y escribió en sus comedias una crítica a estos autores que no se aparta mucho de las tesis que luego redactaría Nietzsche más de 20 siglos más tarde.
Aristófanes hizo una severa crítica a Sócrates en su obra "Las Nubes" (423 a.c.) donde igualaba la forma de pensar y los argumentos del gran filósofo a los de los sofistas coetáneos, y alertaba del relativismo moral racionalista y el efecto que sobre las tradiciones de la polis tenía esa nueva forma de pensar, que para el autor, traería al final la ruina a la ciudad.
La crítica de Aristófanes a Eurípides en "Las Ranas" (405 a.c.) es aún más feroz que la de Sócrates y el argumento principal es que los personajes de las tragedias de Eurípides ya no son esos personajes gigantescos de Esquilo, esos arquetipos tremendos atravesados por un destino implacable, sino que Eurípides construye sus tragedias con personajes que podrían ser como tú, lector, o como yo, personas "normales" con sus miedos, inseguridades, mezquindades, errores, y al construir de esta forma sus tragedias Eurípides arrasaría, tanto para Aristófanes como para Nietzsche, con la inmensa grandeza inefable de las tragedias antiguas, reduciendo las mismas a un juego moral intelectual/racional.
Hay que decir que Sócrates sólo iba al teatro cuando representaban una obra de Eurípides, que eran las únicas que eran de su gusto, por lo que había una perfecta sintonía entre el paladar racionalista de Sócrates y el de Eurípides.
Pero oigamos lo que tiene que decir Nietzsche sobre lo dionisíaco en "El Origen de la Tragedia":
"Bajo el encanto de la magia dionisíaca, no solamente se renueva la alianza del hombre con el hombre; la naturaleza enajenada, enemiga o sometida, celebra su reconciliación con su hijo pródigo, el hombre....Entonces el esclavo es libre, caen todas las barreras rígidas y hostiles que la miseria, la arbitrariedad o la "moda insolente" han levantado entre los hombres. Ahora, por el evangelio de la armonía universal, cada uno se siente no solamente reunido, sino Uno, como si hubiera desgarrado el velo de Maya y sus pedazos revoloteasen ante la misteriosa "Unidad Primordial"...Un suspiro sentimental de la Naturaleza, que gime al verse desgarrada en individuos, pasa a través de estas fiestas..." "El huracán de vida ardiente de los ensueños dionisíacos"
En lo dionisíaco desaparecen las diferencias, el mundo es Uno, fluido y continuo, hay una relación inherente entre todas las cosas, con la Naturaleza y con los demás; y en las fiestas dionisíacas todas las barreras desaparecen en la embriaguez, en la suprema hermandad que todo lo reúne, que es la base de las fiestas ancestrales.
Por otro lado en ese mismo libro dice Nietzsche sobre Sócrates:
"Investigar las causas y distinguir el verdadero conocimiento del aparente y del erróneo, pareció al hombre socrático la vocación más noble, la única digna de la Humanidad; y desde Sócrates, este mecanismo de los conceptos, juicios y deducciones fue considerado el más alto favor, el presente más maravilloso de la Naturaleza, y estimado por encima de todas las demás facultades"
Pero Nietzsche advierte claramente de los límites de esa visión socrática de la vida en la forma de la Ciencia:
"Pero ahora la Ciencia,
aguijoneada por su vigorosa ilusión, corre presurosa e indetenible hasta
aquelloslímites contra los cuales se
estrella su optimismo, escondido en la esencia de la lógica. Pues la periferia
delcírculo de la ciencia tiene
infinitos puntos, y mientras aún no es posible prever en modo alguno cómo sepodría alguna vez medir completamente el
círculo, el hombre noble y dotado tropieza de manera inevitable,yaantesdellegaralamitaddesuexistencia,contalespuntoslímitesdelaperiferia,dondesumirada queda fija en lo imposible de esclarecer. Cuando
aquí ve, para su espanto, que, llegada a estos límites, lalógica se enrosca sobre sí misma y acaba
por morderse la cola - entonces irrumpe la nueva forma deconocimiento,elconocimientotrágico,que,aunsóloparasersoportado,necesitadelartecomoproteccióny remedio."
Dice el párrafo anterior "la Ciencia.....corre presurosa e indetenible hasta aquellos límites contra los cuales se estrella su optimismo, escondido en la esencia de su lógica..." donde Nietzsche parece anticipar la secuencia de crisis epistemológicas y de todo tipo que traerá el siglo XX y el conjunto de destrucciones y desastres que esta visión estrecha de la vida traerá a la civilización y que vemos a nuestro alrededor.
Con un argumento similar al de Nietzsche el matemático y filósofo inglés de principios del siglo XX Alfred North Whitehead dijo:
"Una cultura está en su mejor momento justo antes de comenzar a analizarse a sí misma."
La racionalización en el arte, en la cultura en general, lleva implícito su decadencia, y la cultura es, a la postre, una manifestación de la general vitalidad y creatividad de una civilización y la "Barbarie de la Reflexión" (Vico) es el mayor indicador de su pronta decadencia.
OSWALD SPENGLER
(Oswald Spengler)
El viejo Spengler es el autor que, junto con Arnold J. Tounbee, pienso ha esbozado de forma más completa y sistemática la evolución de las civilizaciones, aunque muchos autores e historiadores (la inmensa mayoría) no comparten las tesis expuestas en su magna obra "La Decadencia de Occidente" (1918).
No voy a describir aquí las tesis principales de ese libro, que ya he abordado en parte enotro artículo de este blog, pero sí me centraré en aspectos relevantes que se parecen o tienen relación con las tesis del dr. McGilchrist antes expuestas.
Oigamos como Spengler (recuerdo que escribió este texto en 1918), habla sobre la pérdida de la vitalidad de "el último hombre" residente en las inmensas ciudades de las fases tardías de las civilizaciones:
"Esta emoción, empero, ha perdido todo sentido para el hombre de la ciudad. El urbano no percibe ya como un deber de las sangre la necesidad de transfundirse en otros cuerpos a través del mundo visible; no siente ya como una fatalidad horrenda el destino del que se queda el último, sin sucesión. No nacen niños; y la causa de ello no es solamente que los niños se han hecho imposibles, sino, sobre todo, que la inteligencia en tensión no encuentra motivos que justifiquen su existencia. Sumergíos en el alma de un aldeano que de tiempo inmemorial vive en su campo o que ha tomado posesión de un trozo de tierra para establecer en ella su sangre. Este aldeano arraiga como descendiente de sus abuelos o como abuelo de sus futuros descendientes. Tiene su casa y su propiedad, y esta relación no significa aquí una compenetración laxa de cuerpo y bienes para pocos años, sino un lazo intimo y perdurable entre la tierra eterna y la sangre eterna. La sedentariedad en sentido místico es la que confiere a las grandes épocas del ciclo vital—generación, nacimiento y muerte—ese encanto metafísico que encuentra su repercusión simbólica en las costumbres y la religión de todas las poblaciones campesinas. Pero nada de esto existe para «el último hombre». Inteligencia e infecundidad van unidas en las familias viejas, en los pueblos viejos y en las culturas viejas."
Para muchos, pudiera parece que la pérdida de fertilidad es un fenómeno sólo de nuestra civilización, que no ha sucedido en el pasado, pero Spengler, que aún no había sido testigo de esa caída tan fuerte de la natalidad en nuestra civilización occidental (escribe en 1918), ya la profetizaba y la comparaba con lo que ha ocurrido en el pasado en la civilización Greco-Romana, en Babilonia o en la India y ese es el gran mérito de los análisis comparativos de Spengler.
Dice Spengler en "La Decadencia de Occidente":
"La
abundancia de nacimientos en las poblaciones
primitivas es un fenómeno natural, sobre cuya existencia nadie medita—y menos
aún sobre la utilidad o perjuicio que pueda causar—, Pero cuando en la
conciencia aparecen
motivos que plantean problemas vitales es que la vida misma se ha hecho ya problemática.
Entonces comienza a notarse una leve limitación de la natalidad —ya Polibio la
lamenta y la llama la fatalidad de Grecia; pero existía sin duda antes en las
grandes ciudades
y había adquirido en la época romana una extensión tremenda—. Este descenso de la
natalidad se funda primero en la necesidad material. Pero más tarde ya no se le
puede encontrar
fundamento ninguno. En la India budista como en Babilonia, en Roma como en las actuales ciudades."
Spengler menciona la famosa Lex Iulia de Maritandis Ordinibus que contenía una serie de medidas para promover la natalidad, la cual estaba en franca decadencia, ya en el tiempo del emperador Augusto, caída de la natalidad que no fue sino acentuándose en los siglos posteriores, pesar de todas las medidas y leyes adoptadas por el estado romano.
Una de las tesis centrales de Spengler es el paso de la Cultura a la Civilización en el curso del devenir de las civilizaciones; según este autor el paso de la una Cultura a su fase de "Civilización" ocurre cuando son las grandes ciudades las que dominan completamente la vida de la sociedad (civilización viene de "civitas": ciudad); para este autor esa preminencia total de la gran ciudad, que acaba imponiéndose al mundo rural y a las pequeñas ciudades, es el síntoma del inicio de la decadencia.
La gran ciudad, para Spengler, es el reino del Dinero, pues en ellas ya las relaciones no están basadas en las tradiciones, en las relaciones personales, en la religión o los diferentes estamentos de la estructura social anterior, sino que es en la ciudad donde reina el dinero y la burocracia estatal (dos caras de la misma moneda); y las relaciones entre los individuos cada vez están más medidas exclusivamente por los intercambios monetarios, induciendo un modo de pensar pragmático orientado a la obtención de recursos económicos, a la cuantificación y racionalización de todo, es decir, acaba tomando preminencia lo que McGilchrist considera el modo de "atender" y "entender" el mundo propio del hemisferio izquierdo.
En la ciudad las personas viven alejadas completamente de la naturaleza y sus ritmos, es el ámbito donde predomina todo lo hecho por el ser humano, donde todo está regido y gobernado por las personas, bajo el absoluto control humano, perdiéndose la noción de los ciclos naturales, de los cambios impredecibles y en general de la complejidad de la naturaleza; todo eso hace que se considere a la naturaleza como una mera fuente de recursos y sumidero de basuras, todo considerado como al servicio de lo seres humanos, y esto conlleva, tras unos siglos, el agotamiento y la destrucción de la base material que en realidad sostiene a la propia civilización.
En el estilo un tanto rimbombante de Spengler, éste escenifica esa lucha de la gran ciudad por el control de todo, como la lucha, "la rebelión de la Sangre contra el Dinero"; escribe Spengler:
"Una
lucha desesperada atraviesa la historia económica de toda cultura, lucha que la
tradición, arraigada en el suelo, y el alma de una raza llevan contra el
espíritu del dinero. Las guerras de aldeanos al comienzo de toda época
posterior —en la Antigüedad 700-500, entre nosotros 1450-1650 y en Egipto al
final del Imperio antiguo—son las primeras rebeliones de la sangre contra el dinero,
que, desde las ciudades ya poderosas, alarga la mano hacia el campo. La
advertencia del barón de Stein: «Quien moviliza el suelo lo deshace en polvo»,
alude a un peligro de toda cultura..."
"...El
dinero aspira a la movilización de todas las cosas. La economía mundial
es la realización de la economía en valores abstractos, separados del suelo,
liquidados. El pensamiento antiguo ha transformado, desde los días de
Aníbal, ciudades enteras en monedas, poblaciones enteras en esclavos y, por
tanto, en dinero, que se precipita hacia Roma para actuar allí como potencia.
El pensamiento fáustico «abre al tráfico» continentes enteros, descubre
potencias hidráulicas de gigantescos ríos, aprovecha la fuerza muscular de
poblaciones enteras, establece depósitos de carbón, explota bosques vírgenes,
desvía leyes naturales y convierte todo esto en energía financiera, que se
invierte luego en forma de prensa, elecciones, presupuestos, ejército, para
realizar planes de dominio. Cada día se extraen nuevos valores de la parte del mundo que aun queda
indiferente al negocio, «espíritus durmientes del oro», como dice Juan Gabriel
Borkman"
De lo que habla Spengler en el párrafo anterior es de las diferentes revueltas de los campesinos, como la de 1525 en Alemania y que se reproducen por toda Europa hasta la década de 1650, como respuesta a la cancelación de los acuerdos tradicionales de tenencia de tierras y a las leyes del Cercamiento (Enclosures) en virtud de la nueva economía monetaria naciente (Capitalismo en nuestro caso), que despojaron a los campesinos de buena parte de su forma de vida mantenidas en virtud de los acuerdos tradicionales de usos de la tierra de la Edad Media, y los empujó a las grandes ciudades para ser el futuro proletariado, la mano de obra barata de la posterior Revolución Industrial y sobretodo aportaron el material humano para la conquista y poblamiento de las colonias de ultramar, haciendo que los desposeídos de la vieja Europa desposeyeran a su vez a los habitantes indígenas de los países colonizados, extendiendo así el poder del Dinero a lo largo y ancho del mundo.
Para Spengler en las fases tardías de la civilización un determinado país que formaba parte de la periferia de la civilización es el que acaba controlando a ésta. Por ejemplo en el caso de la civilización Greco-Romana (que el llama "Apolínea") es Roma la potencia periférica (a Grecia) que acaba controlando a toda la civilización greco-romana; en el caso del Islam es el Imperio Otomano, siendo Turquía una región más bien periférica durante buena parte de la historia del Islam; y en el caso de nuestra civilización (que Spengler llama "Fáustica") se trata de los Estados Unidos de América, que es también un país de la periferia de nuestra civilización europea y que sólo hace poco más de 100 años ha llegado a ser hegemónico.
Las características fundamentales de esas sociedades de la periferia que acaban controlando a los países "centrales" de la civilización es su pragmatismo, su orientación al poder, y su falta de cualquier carácter "metafísico".
Era un tanto absurdo, para el alma colectiva de la élite de Roma, querer ser un filósofo o un artista. Roma es el hogar de los políticos, de los generales, de los ingenieros, de los magnates de los negocios, en general de los hombres de acción en busca de dinero y de poder. No se fundó ninguna escuela filosófica verdaderamente original en Roma, y los poco filósofos romanos que destacaron lo hacían en escuelas filosóficas creadas y en su mayor parte formuladas por griegos.
Igualmente hoy día si algo caracteriza a la sociedad norteamericana y a sus líderes es el pragmatismo y la orientación a la búsqueda de la riqueza y el poder, desplegando inmensos ejércitos a lo largo y ancho del mundo para mantener el control. Las grandes creaciones artísticas, los grandes logros filosóficos, incluso los logros científicos más relevantes de la civilización "Fáustica" han sido hechas por europeos, aunque han sido los norteamericanos lo que han destacado más en las aplicaciones prácticas, por ejemplo, de esos logros científico-técnicos.
La decadencia de la civilización, en Spengler, es consecuencia de la pérdida de vitalidad de los habitantes de la misma, de la caída demográfica, del abandono de los campos, de la destrucción del medio natural y social que hace a la civilización extraordinariamente vulnerable a los "shocks" internos y externos que acaban, en unos siglos, destruyéndola, con la consiguiente llegada de lo que se conoce como "Edad Oscura" que es un período de disolución del orden previo con una re-ruralización de la sociedad y el comienzo, normalmente, de otro ciclo civilizatorio.
Por tanto el análisis de McGilchrist al señalar que es la creciente tendencia de de la civilización desarrollada a primar los "valores" propios del hemisferio cerebral izquierdo acaban llevando a la decadencia y final de la misma, es similar a la génesis de la decadencia de las civilizaciones de Spengler por el triunfo del Dinero, que se hace inevitable con el auge de las grandes ciudades que son causa y efecto a la vez de ese triunfo y cuya "cosmovisión" es, punto por punto, la descrita por McGilchrist como la forma propia de entender el mundo del hemisferio cerebral izquierdo.
Hay, por tanto, una total sintonía entre las ideas del dr. McGilchrist y los autores que he comentado anteriormente (Vico, Nietzsche y Spengler) respecto a la evolución de las civilizaciones y los motivos últimos de su decadencia, los cuales encuentro muy verosímiles, por lo que en realidad este nuevo análisis, si bien no añade nada significativamente nuevo, sí complementa, creo, los análisis de los otros autores.
Por tanto revertir el curso destructivo de una civilización no reside en la búsqueda de "técnicas" o "modos de organización" o "estrategias" que nos ayuden a mejorar la "sostenibilidad"; todas esas serían, en el fondo, herramientas del hemisferio izquierdo que no cambian, de forma fundamental, nuestra forma de ver el Mundo, la percepción de la Realidad. Para frenar, detener o revertir la destrucción que vemos a nuestro alrededor se requiere cambiar completamente la cosmovisión, se requería "regresar", de corazón, a otras cosmovisiones que hemos ya descartado, y aunque no deberíamos perder la esperanza, lo cierto es que no ha ocurrido nada parecido en toda la historia de las civilizaciones, pues éstas han seguido su curso y han agotado sus posibilidades hasta su propio fin y la verdad no se me ocurre como la nuestra pueda salir de esa misma "trampa".
Lo que si ocurrirá, porque es también un rasgo propio del ser humano, es la progresiva adaptación a esa misma decadencia, y en ese sentido Spengler aventura la llegada de lo que él llama "la Segunda Religiosidad", en un anhelo de llenar buena parte del vaciamiento vital de las fases decadentes de las civilizaciones con formas de piedad religiosa. Dice Spengler:
"Por último, en la senectud de la civilización incipiente extínguese el fuego del alma. La fuerza, que declina, se atreve aún, con éxito mediano—es
el clasicismo que encontramos en toda cultura moribunda—, a acometer una
creación magna; el alma piensa otra vez—es el romanticismo—, con melancólica
añoranza, en su niñez pasada. Al fin, rendida, hastiada y fría, pierde el gozo
de vivir y anhela—como en la época romana— alejarse de la luz milenaria y
sumergirse de nuevo en la negrura mística de los estadios primitivos, en el
seno materno, en la tumba. Este es el encanto de la «Segunda Religiosidad» que los cultos de Isis, Mithra y el Sol ejercían sobre los antiguos en su
postrimería; esos mismos cultos que un alma nueva, en Oriente, había inventado
como primera manifestación angustiosa y ensoñada de su existencia en este mundo
y había llenado de inédita intimidad"
El avance de
las biociencias y el desarrollo de las biotecnologías no sólo amplían las
posibilidades de acción ya conocidas sino que posibilitan un nuevo tipo
de intervenciones. Lo que hasta ahora estaba "dado" como naturaleza orgánica
y como mucho podía "cultivarse" entra ahora en el ámbito de
la intervención orientada a objetivos. […] Se desvanece la frontera
entre la naturaleza que "somos" y la dotación orgánica que nos
"damos"
("El
Futuro de la Naturaleza Humana, ¿Hacia una Eugenesia Liberal?", J.
Habermas 2002)
INTRODUCCIÓN
Siguiendo a Lewis Mumford, que llamaba a nuestra civilización "la civilización de La Máquina" (en su libro "Técnica y Civilización", 1934), podríamos
entender toda la historia del desarrollo de nuestra civilización, desde
las sociedades de Soberanía hasta las de Control, que he abordado en mi último artículo, como una suerte de diálogo
entre El Hombre y La Máquina, como si La Máquina fuese revelando aspectos
inherentes a nuestra condición, poniendo de manifiesto tendencias que en un
régimen tecnológico determinado no salen (no pueden salir) a la luz, pero que
están ahí, presentes en una forma subterránea, y que se van haciendo posibles
en otros regímenes tecnológicos, de tal forma que podríamos llegar a pensar que
quien guía el proceso no son, en realidad, los seres humanos, sino La propia Máquina, a pesar de que, con nuestros ojos, siempre fascinados por La Máquina,
podemos pensar que este desarrollo, siempre creciente, es "lo correcto", que es lo que "se debe
hacer" y a todo eso lo llamamos, de alguna manera "Progreso".
Podríamos pensar, también, que en
todo este proceso el ser humano está cambiando, que su cuerpo y su mente están
cambiando, que hay una evolución humana en esa adaptación progresiva, en este progresivo acoplamientodel Hombre
a La Máquina, que en realidad el ser humano es, en sí, en buena parte una consecuencia de su adaptación a La Máquina, y que, por tanto, ésta forma ya parte de su ser.
Haré un símil sobre el desarrollo de La Máquina en nuestra civilización con algo que está ahora de
moda (por la pandemia), sería el caso de las infecciones virales:
Los virus,
como La Máquina, en sí mismo no son organismos que podríamos llamar "vivos",
no pueden reproducirse por sí mismo, en muchos casos no pueden ni siquiera
conservar su integridad mucho tiempo fuera de un organismo vivo, y sin embargo
extrañamente "usan" el cuerpo humano, sus células, para hacer copias de sí mismo y propagarse. De alguna manera el cuerpo humano, nuestra biología, está preparado para "revelar", para
producir esos virus; de hecho ahora sabemos que del orden del 50% de nuestro
genoma es de origen viral, es más, aquella parte que nos diferencia más
claramente de otros primates es exclusivamente de origen viral (fragmentos
retro-transposones), por lo que todo apunta a que los virus son una parte, a la
vez misteriosa y fundamental, de aquello que llamamos "Evolución",
aunque esto es mejor no mencionárselo a muchos biólogos aún insertos en el paradigma de la evolución por mero ensayo-error y selección natural...
Me aventuraré a hacer un símil
bastante atrevido pero lo diré en cualquier caso: como los virus, La
Máquina necesita a los seres humanos para conservar su integridad,
propagarse y evolucionar, y en ese proceso, como los virus, La Máquina cambia
al ser humano, modifica su cuerpo, cambia las formas de pensar, las
costumbres, los hábitos, el entorno ambiental, y prepara el "terreno"
psicológico para otra ronda "inevitable" de futura expansión de La
Máquina en todos y cada uno de los aspectos de la vida, porque en eso consiste
el paso de las Sociedades de Soberanía, a las Disciplinarias y de éstas a las
Sociedades de Control.
En este símil que hago no hay que
pensar en La Máquina como una especie de ser consciente, como tampoco los virus
los son; sino que podríamos definir a La Máquina como los procesos mentales, estrategias e instrumentos
tecnológicos orientados al control de la Naturaleza por los seres humanos, y sobre todo al control de los hombres por otros hombres, que se manifiestan en componentes, dispositivos y sistemas construidos racionalmente, con fines de amplificación de nuestras capacidades, que se van
reconstruyendo y readaptando en cada ciclo civilizatorio, y que en nuestra civilización Fáustica alcanza,
como en todo, el extremo más absoluto respecto a las anteriores civilizaciones que han
existido.
Dada la resiliencia de ese proceso de re-construcción de La Máquina tras las Edades
Oscuras que acompañan al fin de las civilizaciones, y su tendencia al crecimiento, podríamos atrevernos a describir a La
Máquina, al igual que los virus, como algo "orgánico", con una teleología propia, que experimenta fases de contracción, letargo y expansión, según el ritmo evolutivo de las civilizaciones y que de alguna manera intenta sobrevivir y crecer... como los virus.
La Máquina, y los sueños de poder que
produce en (todos) los seres humanos, "atrapa" a sus creadores, los conforma, y a su vez los modela y cambia en el
curso de las generaciones.
En las Sociedades de Control, nuestra época actual, las
máquinas (hardware y software) están presente en todas y cada una de las
facetas de la vida de las personas, en casi cada instante que el ser humano vive lo hace, cada
vez más, mediado por el marco definido por La Máquina.
Las órbitas terrestres están surcadas
por miles de satélites para proveer acceso a La Máquina en las más remotas regiones del mundo; la atmósfera cruzada en cada instante por miles y miles de
máquinas voladoras para trasladar a las personas a lugares lejanos; el espacio
electromagnético está literalmente a reventar de señales que transmiten
información que permite comunicar a los hombres entre sí por medio de
máquinas así como a las máquinas entre sí, y su intensidad sigue un curso exponencial; las carreteras llenas de ruidosas y humeantes máquinas rodantes repletas de personas y dispositivos electrónicos; los mares llenos de máquinas que al navegar trasladan
productos, que en su mayor parte no necesitamos, destruyendo en el proceso la naturaleza que
necesitamos.
En los últimos años, desde la primera infancia el ser
humano está expuesto inexorablemente a La Máquina, con la que a veces
interactúa más que con sus padres y cuidadores, dejado "al cargo" de los
artefactos electrónicos con los que se supone que "se entretiene y
aprende", y esto es así hasta el mismo umbral de la muerte, donde los ancianos
pasan sus últimos años o meses de vida en las residencias con 12 horas o más de
TV, en soledad, rodeados de una multitud de extraños pero bien acompañados de Trankimazin y otros medicamentos y dispositivos médicos, que son también aspectos de La Máquina.
De la cuna a la tumba vivimos
custodiados por La Máquina.
Hay artistas
que han expresado esa creciente influencia de la Máquina llevándola al extremo
como H.R. Giger, que en sus obras expone visualmente esa "hibridación" entre lo
orgánico y las máquinas, como por ejemplo los escenarios que ideó para la
película de Ridley Scott "Alien" (1979), donde puede verse esa
confusión entre lo vivo y lo mecánico.
Esa hibridación está presente por
doquier, por ejemplo en la escena donde los astronautas humanos inspeccionan el
cadáver del "piloto" extraterrestre que encontraron en la extraña nave alienígena que inspeccionaban:
("Jinete Espacial" ("Space Jockey") de la película Alien, 1979, obra de HR Giger)
Como puede
verse no es posible apreciar una diferencia clara entre el cuerpo del
extraterrestre y la parte "mecánica" de la nave, no hay una clara
diferencia entre lo artificial y lo biológico, y toda la nave parece estar
conformada por estructuras que recuerdan las partes de un organismo vivo,
pero con formas también propiamente mecánicas insertadas.
El artista que imaginó el escenario de la imagen anterior parece
querer indicar que las diferencias entre lo vivo y lo artificial se han borrado
(o casi) en estos seres de muy avanzada tecnología, como si ese fuera el inevitable futuro del Ser Humano.
Por que para
mi lo fundamental de la sociedad contemporánea no es estrictamente ese Control
que describe Gilles Deleuze, entendido como un ejercicio del poder desde las
élites, aunque indudablemente es uno de los rasgos de esta dinámica, para mi la
dinámica subyacente más "potente" es el crecimiento de la presencia de La
Máquina en cada vez nuevas facetas del ser humano, como quizás el ámbito más
destacado es la apertura de lo que llaman "La Nueva Frontera" de la
Ciencia y la Tecnología, aquella que representa la aplicación de multitud de
nuevas tecnologías al cuerpo humano, a lo biológico en general, algo que va más
allá de la Ingeniería Genética y que se extiende a los campos de la
nano-tecnología, la robótica, la micro-electrónica, las comunicaciones, los
nuevos materiales, etc...
Dado por
excesivamente costoso, arriesgado o directamente imposible el sueño de La
Conquista del Espacio, nuestra civilización Fáustica se vuelve sobre lo
orgánico, sobre la Bilogía, en su afán de superar sus límites, de abrir nuevas fronteras a la
manipulación, y sí, al Control, y abre, por tanto, nuevos caminos y ámbitos de
actuación a su hija preferida: La Máquina.
En las Sociedades de Soberanía las máquinas eran muy simples y la energía que usaban eran las de la fuerza humana y animal con la participación ocasional del aprovechamiento energético del aire y el agua (velas de barcos, molinos de agua o viento, etc...), el paradigma mental-social-epistemológico es de índole religioso-metafísico.
En las Sociedades Disciplinarias las máquinas se hacen más complejas y en ellas es la Mecánica la reina del paradigma mental-social-epistemológico (expresado incluso como metáfora de su fundamento científico: el Mecanicismo) con el uso de los combustibles fósiles (carbón, gas y petróleo) como fuente energética fundamental.
Las recientes Sociedades de Control comienza con la generalización de las máquinas cibernéticas y las Tecnologías de la Información, y el paradigma mental-social-epistemológico esel del Mundo-Como-Algoritmo-Complejo, por supuesto modelizable con nuestras herramientas científico-matemáticas, y que recientemente sueña con sustentar todas sus inmensas necesidades energéticas, con las energías renovables de nuevo, como en las Sociedades de Soberanía (buena suerte con esto).
Para mi todos esas aproximaciones epistemológicas son proyecciones de las dinámicas sociales que a su vez provienen del éxito instrumental del estado de La Máquina en vigor, que se apoyan, por supuesto y siempre, en aspectos parciales de la Realidad, pues el Mundo "en sí" es algo mucho más complejo e indescifrable para nuestra mente, y es que estoy convencido que el Mundo no es sólo mucho más complejo de lo que pensamos, sino mucho más complejo de lo que podemos imaginar, nosotros, primates endiosados tan "inteligentes" que nos hemos dotado de una tecnología con la que podemos extinguirnos a nosotros mismos en cualquier momento ("gracias" a las armas termonucleares).
Si en las Sociedades de Soberanía el control de las élites se ejercía a través de la demanda de periódicas manifestaciones de obediencia, en las Sociedades Disciplinarias sobre la educación y el cuerpo en los períodos de "confinamiento" laboral, educativo, militar o penal; en las Sociedades de Control se "guía" y "modula" no ya las acciones del cuerpo, sino el propio pensamiento por medio del control de la información; así dando otro paso más en el proceso, en una posible nueva sociedad del futuro, en una futura sociedad que podríamos llamar Sociedades de Bio-Máquinas, se trataría, además del control del pensamiento y la información, del control de la misma biología del cuerpo, una extensión de la Biopolítica de la que ya hablaba Foucault en los años 70 del pasado siglo.
EL ASCENSO DE LA MÁQUINA
("La Máquina de los Nacimientos", obra de HR Giger)
Por ejemplo en las reuniones de los últimos años en Davos, en el famoso WEF (World Economic Forum), donde se reúne la élite financiera y política del Mundo, quizás el tema principal y más candente es el de la Biotecnología, que es algo más que un "mercado" millonario, pues al hablar de en este tema hablamos de Control y de Poder como nunca antes, es por eso que una de las voces más oídas son las conferencias del "gurú" de esas tecnologías, el profesor de la universidad de Historia en la universidad de Jerusalem Yuval Noah Harari, con su mensaje transhumanista sin tapujos muy bien recibido, como no, por las élites. He aquí unos extractos de sus conferencias en ese foro en los años 2018, 2020 y 2022:
Otro de los aspectos "interesantes" que trata el profesor Harari en esas conferencias es lo que él llama la "Clase Inútil", es decir, el conjunto de cientos de millones de personas que han pasado o pasarán pronto a ser "superfluos" una vez que los desarrollos en automatización e Inteligencia Artificial hayan progresivamente ocupado más ámbitos de las actividades humanas, dejando sin trabajo a un porcentaje significativo de la población.
No puedo evitar, al oír ese término que considero insultante, acordarme de las campañas nazis contra los "comedores inútiles" ("unnützer Esser"), aquella parte de la población "parásita e improductiva" que pensaban había que exterminar.
Aunque es profesor de Historia, según parece el señor Harari cree que esto es algo nuevo, pero debería mirar hacia la historia pasada de las civilizaciones, por ejemplo del Imperio Romano, para comprender que en esa época existía también una muy numerosa "Clase Inútil" que era aquello que se llamaba la "Plebe" de Roma, constituida en buena parte por los descendientes de los agricultores y artesanos libres itálicos desplazados de sus empleos por el auge de los latifundios y talleres donde se usaba mano de obra esclava, contra los que no podían competir, y donde esos "robots de carne y hueso", que eran los esclavos, habían desplazado de sus empleos a los antiguos pequeños agricultores libres, enriqueciendo en el proceso a una exigua minoría de propietarios.
La dinámica actual es equivalente, y la concentración de riqueza y poder en las pocas manos de lo que Toynbee llamaba Minoría Dominante, recuerda a la del Imperio Romano en su fase de decadencia, que es inevitable tras la desafección manifiesta de las poblaciones hacia un orden establecido que permite esa misma acumulación inusitada de poder y riqueza y la pérdida de las mínimas condiciones de vida e influencia social y política de las "masas" de plebeyos empobrecidos hacinados en las insulae (edificios de muchas plantas) de las ciudades del Imperio, sin más ocupación que los juegos y espectáculos (circenses) y la búsqueda del pan (panem) de provisión pública. En nuestro mundo contemporáneo el equivalente a los juegos y espectáculos romanos serían los de realidad virtual como los expuestos en las película de Spielberg Ready Player One (2018) tema que aparece en un artículo que redacté en el pasado, y donde se describe el mismo ambiente de una población empobrecida y hacinada cuya única ocupación consiste en jugar a un juego de rol virtual completamente adictivo, que los saque de una realidad aplastante.
¿No recuerda lo que Spielberg cuenta en esa película un poco a lo que pretende la famosa red social META?, o como lo representa algún artista-dibujante, que desconozco, de manera distópica e inquietante:
Recordemos que, según las estimaciones del gobierno japonés, existen unos 10 millones de hikokomorien ese país...el cual ha "progresado" más que el resto, y su número sigue aumentando año a año.
Todas estas son las fantasías "utópicas" que nos tienen reservados los ultra-ricos, como los del WEF (World Economic Forum) de Davos, respecto a nuestro futuro (no el suyo claro), como esta:
Si (casi) nadie tiene nada, adivinad quien va a tenerlo absolutamente todo...
Por otro lado las aseveraciones del profesor Harari sobre la Biología parten de un fundamento completamente erróneo, como es la de considerar que la naturaleza de la Vida (o en general de la Realidad) es de índole Algorítmica, y no deja de sorprenderme que mientras que la Física y las otras ciencias "duras" abandonaron en buena parte hace tiempo el paradigma mecanicista, la Biología contemporánea se esfuerza por retomar esa antorcha caduca desde principios del siglo XX, con los cambios paradigmáticos científicos de esa época, como expuse en otro artículo anterior, y aún con menos razón para esa confianza mecanicista en el caso de la Biología comparado con otras ramas de la Ciencia, dada su extraordinaria complejidad inherente en sus múltiples escalas.
El fundamento de estas ideas que expone el profesor Harari, como comenté anteriormente, reside en la fascinación contemporánea con el software (ubicuo en las Sociedades de Control), es, por tanto, una fascinación de índole metafísica, y no parten de un sustento verdaderamente experimental, pero es que otras aproximaciones a la Biología no permitirían el mismo uso instrumental, que en realidad es de lo que se trata. Bueno ya la propia Vida se encargará de poner las cosas en su sitio...
Por supuesto el chasco que se llevarán por el fracaso del uso instrumental de la remodelación genética a gran escala de los organismos vivos en general, y del ser humano en particular, será monumental pero me temo que el daño que producirán esas mismas tendencias de Control total será, desgraciadamente, significativo.
Mientras la Minoría Dominante (Toynbee) sigue con esos esquemas de acumulación creciente de riqueza y poder, ese empobrecimiento de las masas llevará a la creación y crecimiento de un gran Proletariado Interno (Toynbee) completamente desencantado y progresivamente hostil al orden social tecno-oligárquico vigente; haciendo crecer el impulso a lo que actualmente se llama Populismo, y que Spengler llamaba Cesarismo, que es la misma tendencia que ha ocurrido en todas las civilizaciones en su decadencia, y que ya analicé en un artículo anterior (no voy a repetir los argumentos, remito a los lectores a ese artículo), tendencia ésta, junto con las crisis anidadas que han ocurrido en todas las civilizaciones (y ahora, claro, a la nuestra), darán al traste con buena parte de las fantasías transhumanistas de nuestra oligarquía tecnófila "Fáustica".
Por otro lado Lewis Mumford tiene otro magnífico libro sobre estos temas llamado "El Mito de la Máquina" (1967), en él dice el autor en su prólogo:
"Con esta nueva «megatécnica» la minoría dominante creará una estructura uniforme, omniabarcante y superplanetaria diseñada para operar de forma automática. En vez de obrar como una personalidad autónoma y activa, el hombre se convertirá en un animal pasivo y sin objetivos propios, en una especie de animal condicionado por las máquinas, cuyas funciones específicas (tal como los técnicos interpretan ahora el papel del hombre) nutrirán dicha máquina o serán estrictamente limitadas y controladas en provecho de determinadas organizaciones colectivas y despersonalizadas."
Profético párrafo el anterior, se ve que esa "estructura uniforme, omniabarcante y superplanetaria diseñada para operar de forma automática" es lo que está en construcción actualmente, uno de cuyos fines parece dirigirse a eliminar la "voluntad" humana que pueda construirse como independiente de los automatismos tecno-mecánicos omniabarcantes.
Por otro lado, mirándolo desde el punto de vista del Ascenso de La Máquina, este desarrollo tiene toda su lógica, pues un porcentaje elevado de los seres humanos, despojados de sus relaciones y labores en el universo "real", pasan a residir, la mayor parte de su tiempo, en un universo "virtual" en buena parte producto de algoritmos regidos por Inteligencia Artificial (IA), es decir, se entregan en brazos de La Máquina, algo que me recuerda a la película Matrix (1999).
Las personas cada vez viven más "enganchados" a los terminales móviles, actuando en buena parte como consumidores pasivos de información, donde la secuencia ininterrumpida de imágenes sobrecargan la mente, dejándola casi completamente inerte, y es que ese flujo constante de estimulaciones visuales (como ocurre en algunas redes sociales) e información superficial, conlleva a una especie de entumecimiento mental, a una pseudo-parálisis, a un atontamiento pasivo que interfiere y dificulta cualquier reflexión o creación. No creo que esta dinámica sea especialmente positiva, en particular si ocurre en las etapas tempranas de la infancia, donde las interconexiones neuronales, que se forman y producen los fundamentos emocionales y racionales de los seres humanos, se están formando.
¿Caminamos hacia un futuro lleno de hombres estúpidos y máquinas inteligentes?....Espero que no se cumpla lo que describe esta viñeta:
("Los humanos enganchados. Las máquinas aprendiendo")
Si definimos la noción de Existir, si pensamos esta noción en el ámbito social, como "Mostrarse al Otro" que actúa de referente último de nuestra existencia; podríamos decir que en el pasado Existir residía en el contacto visual cercano, en la conversación, en las celebraciones y rituales, pero en la actualidad ese humano Existir, considerado, por tanto, como "Mostrarse al Otro" cada vez más se hace mediado por la tecnología y sus "filtros", controlado por tanto, en buena parte, por un puñado de inmensas corporaciones propiedad de una exigua élite con uso intensivo de Inteligencia Artificial.
La noción contemporánea del existir cada vez se parece más a la de residir, habitar en una universo virtual-electrónico, es decir, a estar en el seno, en la "Matriz" (Matrix), de La Máquina.
Como señalaba Heidegger, en la Edad Media el Ser, el fundamento de Lo Existente, residía "En-La-Mente-de-Dios", por lo que el acceso epistemológico a La Verdad se hacía por la vía de las experiencia religiosa y la interpretación de los textos sagrados, y más tardíamente, como en el Escolasticismo, por la asunción que no hay ni puede haber contradicción entre la Razón y la Revelación, que es la tesis fundamental de la lectura que hace Santo Tomás de Aquino de la filosofía Aristotélica; pero que, usando la terminología de Nietzsche, ese "Socratismo" racionalista escolástico en realidad debilita y desestructura la consistencia metafísica existencial y epistemológica que era la base ontológica previa ("Dionisíaca" en el ámbito griego y "Cristiana Antigua" en el ámbito medieval), proceso que se se desencadena, en todas las civilizaciones, con el crecimiento de las ciudades, el crecimiento de los mercados y por tanto de la "ratio" (relación entre cantidades) de donde deriva el término "Razón" que es la tendencia del urbanismo creciente, con su mayor "orientación a fines" pragmáticos.
El escolasticismo es, sí también, precursor del Renacimiento, que estaba ya cerca en el tiempo.
En el paradigma actual, en las Sociedades de Control Cibernéticas donde vivimos, como hemos comentado antes, Existir es ahora residir en otra "Mente" en otro "Cielo", que ahora llamamos "Nube" digital, en este caso se trataría del "Cielo de La Máquina". Cerrando el círculo de la nueva absorción del Ser en otra nueva entidad omniabarcante virtual, global y omnipresente, que provee de sentido (artificial) a sus "adeptos".
Si, como hemos dichos, en el medioevo el fundamento de los Existente estaba en la mente de Dios (Heidegger), ahora cada vez más el fundamento de lo Existente está en la "mente" de La Máquina (fotos, viajes, cuentas corrientes, grabaciones, vídeos, mensaje en redes, e-mails, chats, etc...).
La mente de Dios ha sido sustituido por la mente de La Máquina.
Baudrillard llama a este "nuevo mundo" Hiper-realidad, donde todo lo que se muestra es un "Simulacro", una copia del mundo, pero que es más "real" que lo que verdaderamente existe, es ciertamente como el Mundo de las Ideas de Platón, allí donde residía lo verdaderamente existente, donde habitaban las "Esencias" de los objetos reales, que en nuestra sociedad lo forma el Mundo Virtual-Digital de La Máquina, que es de alguna manera el lugar donde reside la "Esencia" de las vivencias y objetos reales.
Por ejemplo en la actualidad da la impresión de que para muchas personas un viaje a un sitio pintoresco "existe" en virtud de que los viajeros "suben" las fotografías a sus redes sociales, es más puede deducirse que, en realidad es la posibilidad de "subir" esas imágenes de ellos apareciendo en ese paisaje, el verdadero motivo o sentido de esos viajes, es decir, la exhibición de esa "Hiper-realidad" virtual, lo que da sentido a una presencia "real" en el sitio visitado que yo particularmente siento profundamente degradado por esa misma mediación electrónica.
Como afirma Franco Berardi, el dinero, la información, el estereotipo, la imagen digital, son potentes "reductores de complejidad" que simplifican y en buena parte emborronan, la relación con los Otros y la Naturaleza; estos "reductores de complejidad" forman un hábito existencial que impide apreciar el resto de sensaciones que dimanan y palpitan en los sitios y personas realmente existente, haciendo en muchos casos bastante insoportable, por ejemplo, la presencia de los seres humanos reales, como los residentes, necesitados y pobres que pululan por los parajes pintorescos, "estorbando" la captura de los pulcros y coloridos vídeos e imágenes destinados a la platónica "Nube" electrónica de nuestras fantasías.
Somos, cada vez más, nuestra imagen en el seno de La Máquina.
Como metáfora exagerada de todo esto tenemos el mundo expuesto por la película Matrix (1999), donde la Humanidad vive "enganchada" a una vida virtual, sostenida por una gran Máquina-Matriz, un inmenso tecno-vientre, auténtica fantasía tecno-freudiana a la que aspiran, según parece, una buena parte de nuestras élites tecnocráticas.
(El despertar de Neo en la película Matrix, 1999)
De hecho una parte de los tecno-utópicos tienen esa misma fantasía pero sin que ni siquiera existan cuerpos que alimentar o cerebros que "conectar" a La Máquina, sino que aspiran a que toda la existencia sea virtual y los seres "conscientes" (ya no humanos, sino post-humanos o trans-humanos) vivan su vida en el universo electrónico-digital en el seno (Matrix) de La Máquina.
Auténticas distopías que considero a la vez feas y grotescas.
PERO ¿QUÉ QUIERE LA MÁQUINA?
(Internet de los Cuerpos, Internet of Bodies, IoB)
Por ejemplo en los temas de salud, algunas de las tendencias actuales son:
Nuevos
sensores implantados en el organismo conectados a internet, que permitirán nuevos sistemas sensorizados de dosificación de medicamentos asociados a ese Internet of Bodies (IoB: Internet de los Cuerpos), con seguimiento remoto de la salud, pues gracias a esos sensores una IA (Inteligencia Artificial) vigilará, en tiempo real, nuestra salud, proponiendo las recomendaciones, los cuidados/tratamientos necesarios, llegando a que nuestra salud esté completamente acoplada a La Máquina.
Nuevas
terapias génicas que hacen que el cuerpo produzca sus antígenos que generen los anticuerpos, o en general medicamentos (vía producción de proteínas, hormonas, enzimas etc...), cosa que hemos visto desplegarse recientemente de forma generalizada, siendo ésta una solución que se ha preferido sobre otras aproximaciones más tradicionales de vacunas.
Modificaciones guiadas del ADN por las técnicas CRISPR para corregir células
patogénicas, y fabricación de órganos completamente sintéticos, pero a la vez orgánicos, para su implante.
Nanopartículas que
atacan selectivamente las células cancerosas, incluso, porqué no, a las bacterias y virus indeseables, ayudando al sistema inmune.
Monitorización. en tiempo real, de los estados mentales de los sujetos, como prevención médica así como potencial uso para prevenir conductas violentas o anti-sociales en general. El abanico de posibilidades de esta tecnología es "infinito", como puede ser su mal uso claro.
Armados con este arsenal de nuevas tecnologías ¿acaso no accederemos, por fin, al "Cielo de la Biomecánica"? (como lo llamó el replicante Roy Batty en la película Blade Runner, 1982). Los propios desarrollos tecnológicos nos "empujan" a aplicarlos a nuestro cuerpo.
Como he afirmado en repetidas ocasiones, la tecnología parece ir siempre en el sentido de ese mayor acoplamiento del ser humano con La Máquina, de un "conexionado" creciente tanto físico como mental, a los artefactos y programas que la forman, en una especie de "Largo Camino hacia Matrix".
Otro aspecto es el creciente uso de herramientas de Inteligencia Artificial que sustituyan a los seres humanos en todos los procesos y transacciones, como continuación de los procesos de automatización de los últimos siglos.
En las Sociedades Disciplinarias la automatización sucedía predominantemente en el plano de las labores físicas; en cambio en las Sociedades de Control la automatización se dirige, con mayor intensidad, hacia las labores mentales, con el sueño, por otro lado fantasioso e irrealizable, de la Automatización Total con el que fantasean las oligarquías tecnocráticas actuales.
El despliegue de las herramientas de Inteligencia Artificial llega a todos los ámbitos, por ejemplo en la gestión de inversiones, donde la velocidad de las transacciones es una ventaja comparativa entre inversores, y por tanto éstas se hacen, en una buena parte y cada vez más, de forma automatizada.
En las redes sociales, donde muchos aspectos del "control", propuestas de contenido o incluso generación del contenido de las mismas se hacen por programas de IA.
En los coches autónomo y crecientemente en la guerra, donde la investigación en sistemas autónomos regidos por IA es gigantesca, y, como ha ocurrido siempre, tras su aplicación en la guerra, la tecnología se aplicará al mundo civil.
Está cada vez más cercano el día, si es que no ha ocurrido ya, en que La Máquina, el programa de IA de la misma alojado en el ordenador por ejemplo de un dron, "decida" matar a unos seres humanos que considera combatientes enemigos y use las armas que porta para completar la tarea. Debido al incremento de los sistemas de guerra electrónica para desactivar, por ejemplo, las comunicaciones de la base de control con los drones enemigos, el hecho de que los drones puedan actuar de manera autónoma y decidir desplegar sus armas contra el enemigo incluso ante la pérdida de la señal de control, constituye una clara "ventaja comparativa" si se compara con los drones que dependen de un control remoto para actuar, cosa que seguro no se le escapa a los generales de los ejércitos ni a los políticos que inician las guerras.
La propia tecnología, La Máquina, nos "arrastra" a darle mayor autonomía, ella misma nos marca el sentido de los futuros desarrollos.
La Máquina adquirirá así el poder de "decidir" sobre la vida o muerte de los Hombres.
En otro ámbito, si tomamos, por ejemplo la automatización de las inversiones, podremos apreciar que esas decisiones tomadas por La Máquina, afectan a un gran número de personas, ya que la acumulación de decisiones que actúen financieramente en sentido negativo pueden llegar a degradar las condiciones de vida de un país entero, y afectar profundamente a las personas que allí viven, obligando en algunos casos a los gobiernos a tomar medidas, a veces muy impopulares, que mejoren esos índices abstractos sobre los que actúan los automatismos financieros. Y cada vez más las decisiones se toman en virtud de índices que son la base de decisiones automáticas de los programas de gestión, a una escala que sale fuera de control, en muchos casos, de los propios gobiernos particulares, dada la gran interrelación de las economías en nuestro mundo globalizado y la dependencia de capitales financieros globales.
Este es un ejemplo donde La Máquina en realidad "dirige" a los Hombres y sus decisiones políticas, y no a la inversa.
Se me podrían criticar las afirmaciones anteriores donde aparentemente "humanizo" o hago poseedora de ciertas formas de consciencia a La Máquina, y lo que en realidad ocurre es que son los seres humanos en la construcción de los programas informáticos, los que definen exactamente la forma que tienen que actuar las máquinas, y por tanto las máquinas son meros instrumentos "ciegos" que sólo siguen nuestras instrucciones.
Bueno esto es cierto en buena parte, y concedo que no existe una "consciencia", similar a la humana como tal en esos actos, no obstante en los nuevos avances en IA que se están aplicando actualmente, en particular en las técnicas que se llaman de Aprendizaje Profundo (Deep Learning), en realidad NO se sabe cómo funciona esa tecnología, se desconocen los "mecanismos" que llevan al sistema a dar una determinada respuesta u otra, eso sí, se sabe que funcionan pero no se tiene ni idea de porqué funcionan esas "cajas negras".
En este artículo del MIT (Massachusetts Institute of Technology) se describe esta dinámica un tanto inquietante del Deep Learning y la incapacidad que tenemos los humanos para saber porqué hace lo que hace.
A medida que aumenta la complejidad de los sistemas Inteligencia Artificial, los seres humanos van perdiendo la capacidad de entenderlos a fondo en todas sus escalas, como ocurre, en general, con los incrementos de complejidad de todos los sistemas existentes en general, dado la limitación (que nunca se reconoce) de nuestras propias capacidades mentales; no obstante dado que son "útiles" para seguir superando las etapas que nos marca la propia Máquina en su sucesivo despliegue, su uso creciente es aparentemente "necesario" y por tanto imparable.
¿No sería lo que describo en el párrafo anterior, de hecho ya una renuncia del ser humano a controlar a La Máquina, al usar, en sus automatizaciones crecientes, sistemas que ni siquiera entiende porqué da determinados resultados?¿No sería esto ya una prueba de la crecientemente adquirida Autonomía de La Máquina del control humano?¿Cómo sabemos que no es ahí donde reside una proto-consciencia autónoma?
¿Estará ya HAL-9000 llamando a la puerta...?
En la conferencia/ensayo de Martin Heidegger de título "Serenidad" (1955), este autor dice:
"Pero el desarrollo de la técnica
se efectuará cada vez con mayor velocidad y no podrá ser detenido en parte
alguna. En todas las regiones de la existencia el hombre estará cada vez más
estrechamente cercado por las fuerzas de los aparatos técnicos y de los
autómatas. Los poderes que en todas partes y a todas horas retan, encadenan,
arrastran y acosan al hombre bajo alguna forma de utillaje o instalación
técnica, estos poderes hace ya tiempo que han desbordado la voluntad y
capacidad de decisión humana porque no han sido hechos por el hombre."
"Porque no han sido hechos por el hombre" es la conclusión (o quizás más bien "sospecha") a que llega Heidegger cuando ve a la especie humana literalmente "embebida" en el seno de La Máquina; y cuando de esto habla es en 1955, supongo que si pudiese ver el mundo actual quedaría horrorizado y entristecido al ver cumplirse de forma certera sus predicciones, como la de tantos otros autores del pasado.
Por otro lado hay un interesante libro del autor Kevin Kelly, cuyo título es: "¿Qué quiere la Tecnología?"("What Technology Wants?", 2010), y tratando de responder a la pregunta de ese autor: ¿No sería esto, esa autonomía, lo que en realidad "quiere" La Máquina?
Creo que es momento de detenerse en las tesis de ese autor Kevin Kelly y que comparte un buen número de tecnócratas de Silicon Valley.
Según este autor en realidad lo que yo llamo La Máquina, que el llama "Technium", deriva de la propia tendencia del Universo a la vez al desorden, con el crecimiento continuo de la Entropía (según el Segundo Principio de la Termodinámica), y por otro lado a un Orden creciente, al incremento de la Complejidad, es decir, a lo que el autor llama "Exotropy" (supongo que se traduciría por Exotropía).
Esta tendencia del Universo, como auténtica Ley Natural, es la que haría que, desde su origen primigenio, se hayan desarrollado los átomos, luego las moléculas, las partículas de mayor tamaño, los planetas, las estrellas, las galaxias, las moléculas auto-replicantes, los organismos unicelulares, los organismos pluricelulares, los órganos sensoriales, el sistema nervioso, el cerebro y la conciencia; en un continuo crecimiento de la Complejidad inherente de todos los sistemas y del Universo en general.
En realidad esta tesis no es, para nada, original de Kevin Kelly, ya que por ejemplo Teilhard de Chardin ya la expuso dándole el nombre de "Ley de Complejidad-Conciencia", que aparece en varios de sus escritos, por ejemplo en su libro "El Fenómeno Humano" (1940) donde dice este autor:
"Observada en su parte central, que es la más clara, la
Evolución de la Materia se concreta, conforme a las teorías actuales, en la
edificación gradual por creciente complicación, de los diversos elementos
reconocidos por la Física-Química…. Ni uno solo de los términos de esta larga
serie puede dejar de ser considerado, de acuerdo con excelentes pruebas
experimentales, como un compuesto de núcleos y de electrones. Este
descubrimiento fundamental de que todos los cuerpos derivan, por ordenación, de
un solo tipo inicial corpuscular viene a ser como el rayo que ilumina ante
nuestros ojos la historia del Universo. A su manera, la Materia obedece desde
el origen, a la gran ley biológica (sobre la cual deberemos insistir
constantemente) de "complejificación".
Para este autor la aparición de la conciencia en los seres vivos es una etapa más en este proceso, así enuncia este autor su "Ley de Complejidad-Conciencia" en el mismo libro:
"Cualquiera que sea el caso que pensemos, podemos estar
seguros que siempre, a una más robusta y mejor organizada estructura,
corresponde una conciencia más evolucionada
En ese libro Teilhard desarrolla una tesis apenas esbozada por el biólogo Julian Huxley, hermano de Aldous, autor de la muy famosa obra "Un Mundo Feliz"; dice Julian Huxley:
"el Hombre descubriendo que su propio ser no es otra cosa que
la Evolución convertida en consciente de si misma..."
Por tanto buena parte de las tesis de los transhumanistas se basan en tesis previas de Teilhard de Chardin, como por ejemplo su Teoría del Punto Omega, que los transhumanistas, como Kurzweil actuales llaman "Singularidad". Pero no busquéis atribución alguna de esas teorías, por parte los teóricos de Silicon Valley, al jesuita Teilhard en sus escritos, puede que por ignorancia (suelen ser bastante iletrados) o puede que porque alguien podría encontrar la raíz, en buena parte por supuesto religiosa, de todas esas concepciones siguiendo ese Hilo de Ariadna.
Kevin Kelly usa, en sus libros, las mismas tesis que Teilhard de Chardin cuando afirma que el progreso tecnológico es en realidad una continuación del mismo proceso de tendencia a la Complejidad, que no sería otra cosas que una Ley Universal, y esa tendencia "usa" ahora al ser humano como la nueva "fuente" de los futuros incrementos acelerados de complejidad.
Sobre esto dice Teilhard de Chardin en su libro "El Fenómeno Humano" (1940):
"Entonces podemos darnos cuenta de que no nos equivocamos al
interpretar de una forma activa y finalista los progresivos saltos de la Vida.
Y ello porque, al fin y al cabo, si de verdad nuestras construcciones
"artificiales" no son sino la legítima continuación de nuestra propia
filogenia, de manera legítima también, la invención, este acto revolucionario
del que emergen, una tras otra, las creaciones de nuestro pensamiento, puede
ser considerada como una prolongación en forma reflexiva del mecanismo oscuro,
por medio del cual toda forma nueva germinó siempre sobre el tronco de la Vida."
En ese mismo libro, al referirse a los adelantos técnicos, a lo que yo llamo La Máquina, dice Teilhard de Chardin:
"Si de verdad las palabras tienen un sentido, lo que está
naciendo con sus extremidades, un sistema nervioso, sus centros de percepción,
su memoria, ¿no es como un gran cuerpo, es decir, el cuerpo mismo del gran Algo
que debía llegar con el objeto de colmar las aspiraciones suscitadas por la
conciencia en el ser reflexivo, conciencia adquirida recientemente de ser
solidario y responsable de un Todo en evolución?"
En el párrafo anterior aparece claramente la idea de que La Máquina, el "Technium", usando el término de Kevin Kelly, o la "Tecnosfera", como a veces se la llama, es en realidad como un organismo vivo con una consciencia incipiente, como un "Super-organismo" que por la Ley Universal de Complejidad-Conciencia sigue la trayectoria del resto de los sistemas existentes desde el mismo principio del Universo.
Como he descrito en multitud de artículos previos, las civilizaciones se constituyen gracias a "Visiones Primordiales" (no a la inversa), que no abandonan nunca, y que tienen fiel reflejo en todos los aspectos de esa misma civilización: en el arte, la religión, la ciencia, la técnica, la literatura, la filosofía, la economía, etc... es decir en todos y cada uno de los aspectos en los que se expresa el humano existente, y nuestra civilización, por supuesto, no es una excepción.
EL FUTURO DE LA MÁQUINA
En buena parte pienso que Teilhard acierta al enunciar su Ley de Complejidad, y aparentemente es cierto que parece haber una "Flecha de Complejidad" inherente en el Universo, pero otra cosa es que su idea de esa presunta evolución lineal hacia el Punto Omega, de esa especie de "divinización" mística a través del proceso de complejidad no es nada más que una re-edición del Mito cristiano de la Segunda Venida, o de las sucesivas profecías sobre las "Edades" como la de Joaquín de Fiore, donde ahora, gracias a la tecnología, estaríamos entrando en la Edad del Espíritu Santo (espiritual-cibernético), con el progresivo proceso de perfección de la Humanidad, que forma parte del fundamento mítico de nuestra civilización Fáustica y su idea del "Progreso", tanto en el ámbito religioso como en el social o técnico-científico (son caras de la misma moneda).
Por mi parte tiendo a pensar más en términos de "ciclos" que en términos absolutos lineales, que es como tiende a organizarse la Vida, pero eso es una "herejía" en nuestro paradigma.
Es para mi a la vez fascinante y divertido contemplar cómo dos personas religiosas católicas, dos sacerdotes, de alguna manera han modelado el pensamiento científico-técnico contemporáneo en lo que respecta al Origen y el Fin último del Universo.
El sacerdote católico belga Georges Lamaître, de la universidad de Lovaina, fue el primero en formular la teoría del Big-Bang, la cual ha sido aceptada por la comunidad científica como la que mejor explica las observaciones que se tienen de los entes cósmicos lejanos; curiosamente esta teoría de un origen único y puntual, de una especie de "Huevo Cósmico" no se aparta tanto del mito cristiano de la Creación, donde ésta es un hecho "histórico" que sucede en un instante determinado.
En cuanto al Fin último del Universo, en la visión del sacerdote católico jesuita Teilhard de Chardin se trataría del Punto Omega, de una "reunión con la divinidad" en una auto-conciencia Cósmica, que recuerda a la Segunda Venida de Cristo, en esta nueva síntesis pseudo-escolástica moderna, no ya con Aristóteles, como hizo Santo Tomás de Aquino, sino con Darwin y su Teoría de la Evolución.
Ambos definirían el mito fundamental del cristianismo "Fáustico" en sus puntos Alfa y Omega y que tan bien se avienen a los razonamientos científico-técnicos de nuestra civilización, esencialmente "impregnada" de esa misma "Visión Primordial" (Spengler).
Ese mismo Alfa y Omega es el que rodea a los Pantocrator de las iglesias románicas, como este de Sant Climent de Taüll y que recoge el dicho de Cristo "Yo soy el Alfa y el Omega" (en griego "το 'Αλφα και το Ωμέγα") que aparece en el Libro del Apocalipsis de San Juan :
Este mismo fundamento mítico de nuestra civilización es el que está detrás de todas las fantasías transhumanistas recientes, que conforman lo que Toynbee llamaba las Herejías del Futurismo, que sucedían en todas las civilizaciones, y de las que ya traté en otro artículo previo, como uno de los mecanismo de respuesta social a las decadencias civilizatorias a través de la "Salvación-por-La-Máquina" que tiene un peso mucho mayor en nuestra cultura debido a su propia cosmovisión particular.
Pero, ¿vamos directos hacia Matrix?, ¿es que La Máquina continuará indefinidamente "acoplándose" más y más al ser humano hasta que sean indistinguibles?¿es que todos estos fenómenos de "maquinización" progresiva de la Vida van a seguir para siempre?....Bueno estoy convencido de que no, y esto por múltiples motivos, pero todos ellos encajan con la teoría "orgánica" de los ciclos que siempre he defendido.
Llega ahora, en nuestro tiempo, la parte del ciclo civilizatorio "de bajada" (o que Spengler llamaba de decadencia). Usando el lenguaje coloquial, "a todo cerdo le llega su San Martin" y nuestro camino futuro será el de la reducción de complejidad, es decir, de progresivo destronamiento de La Máquina, aunque con gran pesar, no me cabe la menor duda.
Se me ocurren bastantes causas por lo que esto va a ocurrir:
Una de ellas es que el incremento de la Complejidad, o genéricamente el incremento del Orden, pueden ocurrir de alguna manera "negando" localmente el Segundo Principio de la Termodinámica (Neguentropía), pero a costa de un consumo energético adicional, no obstante los ingentes requerimientos de energía de La Máquina contemporánea omnipresente, omniabarcante, continua y global, no es sostenible en el medio-largo plazo en el seno de un descenso energético en el que estamos inmerso, por el progresivo agotamiento de los combustibles fósiles que son los que han permitido ese inmenso despliegue de complejidad científico-técnico-social que hemos asistido en los últimos siglos.
Muchos aducirán que las energías renovables y la energía nuclear podrán suplir adecuadamente la demanda de los menguantes combustibles fósiles, pero leyendo mucho sobre este tema sigo la tesis de que sólo lo conseguirá en una pequeña parte, y para nada podrá conseguirse, con las energías renovables sujetas además a los ciclos de la Naturaleza, la misma cantidad de energía que ahora gastamos en sostener el inmenso edificio de la Civilización Industrial Global.
No es este el lugar para defender esta afirmación, remito a los interesados a otras fuentes de información, como por ejemplo los artículos del autor Antonio Turiel.
La que he mencionado antes es una de las crisis anidadas a la que nos enfrentamos, no sé si es la mayor o más grave, pero desde luego es muy significativa, y complementa a las otras crisis derivadas de la evolución de las sociedades cuando pasan a su fase de decadencia, como son las crisis medio-ambientales, sociales, económicas, de salud física y mental, de legitimidad de las élites, de hundimiento demográfico, etc...que acompañan a la evolución de las civilizaciones en sus últimos siglos de existencia y que suponen un freno a las tendencias de crecimiento y desarrollo de las mismas, al acabar produciéndose fuertes disturbios sociales y económicos, producto de la misma dinámica de expansión de La Máquina, y que, en nuestro caso, frenarán su crecimiento hasta que en un futuro no muy lejano revierta en buena parte su despliegue y se origine una "Reducción de Complejidad" que es un fenómeno cíclico que ha ocurrido siempre, en la historia de la Humanidad, en la decadencia de las civilizaciones.
Puedo elucubrar que La Máquina por supuesto no desaparecerá con la decadencia de nuestra civilización (que tomará, supongo, varios siglos); y con su fin entrará en un "letargo" aguardando otro nuevo ciclo civilizatorio donde será probablemente adoptada por otra civilización de manera distinta a la nuestra, pues son las "Visiones Primordiales" y no los contenidos técnicos los que definen el camino que siga La Máquina (el caso de la evolución de los mismos desarrollos técnicos en China y en Europa, como la pólvora, puede servir para explicar esto); por eso es probable que las civilizaciones del futuro mantengan una sana "reserva" sobre La Máquina como la que han tenido tradicionalmente otras civilizaciones del pasado y no evolucione en la manera metastásica tal y como ha hecho en nuestra civilización Fáustica.
O puede que no y otra civilización expansiva haga cumplir el sueño de La Máquina de ser finalmente nuestra "Madre"....pues ¿no será acaso eso lo que de verdad quiere La Máquina?