Aparte de las consideraciones “economicistas a ultranza”, gran parte de las actuaciones de los diferentes gobiernos es algo así como “hacer algo” para parar la inercia recesionista/deflactora de la crisis y su efecto sobre la población
En 1929 el pueblo americano eligió al republicano Herbert Hoover como 30º presidente de los Estados Unidos, y la política emprendida para abordar la crisis fue sencillamente “laisez-fair” al mercado, y no hay porque repetirlo, la situación se volvió socialmente crítica, el país se llenó de “Juan Nadie” y florecieron “Las Uvas de la Ira” entre los 12 millones de trabajadores parados sin ninguna prestación, rebuscando entre los cubos de basura a que llegaran “tiempos mejores” gracias al mercado
El actual y el pasado Keynesianismo es “por cojones” hablando mal y pronto, por que el temor de los gobernantes es que si no hacen nada, la gente les va a pedir cuentas, cada vez más a voz en grito sobre su responsabilidad en la situación y sobre si los Estados pueden hacer más para evitar el sufrimiento generalizado de la población
Uno de los grandes “Keynesianos”, sin saberlo, fue Adolf Hitler, que se dedicó a pagar a los obreros alemanes con papelitos para que construyeran las autobahnen y las fábricas de armamento, esperando que en el futuro, esos papelitos tuviesen “valor”. Bueno hizo eso y también mandan a freir espárragos al Tratado de Versalles en particular en su punto más dañino: la inmensa deuda alemana por las reparaciones de la 1ª Guerra Mundial
En la situación actual se está manteniendo el sistema financiero español con respiración asistida y sosteniendo con alfileres la innombrable verdad de que la vivienda tiene un valor muchísimo menor que los créditos hipotecarios concedidos por ella, por que la peor pesadilla, el peor Armaggedon para la banca española es que, de improviso, millones de hipotecados decidan no seguir pagando un préstamo por un bien que no vale ni la mitad del préstamo suscrito, pago que se realiza a costa de “sacrificios sin cuento” y en plazos del orden de 30 años, es decir, toda una vida esclavizados por algo que NO LO VALE
Esto lo sabe el gobierno, la banca española, el BCE y los acreedores, y de ahí que no lleguen más lejos apretando las tuercas, que ya las están apretando en exceso, porque se puede llegar a asfixiar al deudor de tal forma que sea contraproducente para el objetivo de pagar la deuda
Hubo un general inglés en la 1ª Guerra Mundial que, a la vista del tremendo cañoneo usual en esa guerra comentó, con el típico sarcasmo británico: “No estoy seguro si en esta guerra vamos o no a cambiar la Historia, pero desde luego estoy convencido de que vamos a cambiar la Geografía”
Igualmente hay que tener cuidado con las decisiones económicas, porque a riesgo de querer cambiar la Economía nos arriesgamos a cambiar la Historia, y podemos llegar a descubrir de pronto que las clases medias empobrecidas empiezan a recordar la letra de “La Internacional “o esa otra cancioncilla que decía “Deutschland, Deutschland über alles…”
Hay que tener en cuenta que el combustible de la Historia es la frustración sincronizada de las clases medias y la violencia socio-política subsiguiente . Pensar ahora en el “Fin de la Historia” de Fukuyama o Hegel es una fantasía y algo muy peligroso, la historia se pone en marcha cuando el dolor se generaliza
El “New Deal”, el Plan Marshall, el “Welfare State”en UK, se hicieron con el único objetivo de evitar que la Historia evolucione….a peor
En el sillón de los economistas auto-complacidos se apuesta por el “Big-Crunch” y apechugar con los ajustes…Bueno esperemos que no se cumpla lo que yo llamo “Hipótesis Mad-Max”, tiempo de recortadas (escopetas) y lingotes (paridad) de oro
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Comentario hecho en el foro de economía:
Adjunto un vídeo explicativo, de forma sencilla, del "resurgir" de Keynes y las bases de su teoría económica. Es interesante verlo
El tío del vídeo es tóxico, ¿cómo se puede decir que no hay que limitar la deuda pública? ¿o dar a entender que los problemas son consecuencia de la incorporación a la UE?
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