Cuando se intenta abordar (estudiar) los sucesos del pasado (incluso muy recientes), y en general, los sucesos históricos, pienso que es necesario partir de una perspectiva Antropológica para tratar de establecer con cierto rigor, o mejor con cierta verosimilitud, ciertas relaciones causales de los sucesos históricos.
Digo verosimilitud, pues siempre la aproximación a los hechos históricos, desde el presente, es una mera hipótesis, una "filosofía", que es como se pueden abordar los sistemas complejos donde, además, no es posible usar los métodos de la Ciencia Experimental.
Por otro lado, la propia esencia de los hechos históricos, incluso la inclusión de determinados sucesos en la categoría de "hechos" está muy sujeta a la perspectiva del investigador. Me explico: aquí como en ningún otro sitio cabe el "Principio de Incertidumbre" de Heisenberg, pues el observador no es, en absoluto, independiente del hecho observado, y son las "lentes" del investigador las que hacen resaltar determinados "hechos" en detrimento de otros, en virtud de los factores ideológicos que tenga en mente. Usando el lenguaje Kantiano, los factores ideológicos y culturales (en sentido amplio) definen los "juicios a priori", y por tanto las "redes", que el investigador despliega en el mar de la información histórica, en busca de "peces" (hechos)
Pienso que, en la mayoría de los casos, la selección de los "hechos", su relevancia, se seleccionan como apoyo ad-hoc a la teoría pre-establecida sobre el discurrir histórico. Método inductivo no demasiado estricto epistemológicamente, no obstante válido, si al final pasa el test de la "verosimilitud" para un conjunto muy amplio y cualificado de observadores e investigadores, que sería, bien es cierto, un pobre "criterio de falsabilidad" (Karl Popper), pero que pienso que es el único que es lícito usar en Historia
Como ya han dicho muchos historiadores, pienso que, para ganar en verosimilitud, en los análisis históricos debe aparecer un abordaje Antropológico, en el sentido que este término se usa en la actualidad, es decir, como parcela del saber o "ciencia" que se ocupa predominantemente de los factores "culturales" (en sentido amplio del término) de las sociedades, pues son los hombres organizados en "sociedades" los agentes indiscutibles de los hechos históricos
Ahondando en el hecho filosófico del "conocer", considero que, como pensaba A. Schopenhauer, lo que conocemos del mundo es un "representación" que hacemos en nuestra mente, y esa "representación" o esa "visión del mundo" que llevamos, dada la extrema plasticidad del ser humano, no tiene un origen "genético" o "instintual" sino que está modelado casi completamente por eso que llamamos "cultura"
Debemos tratar de vislumbrar, entrever, los pliegues del "velo de Maya" de las diferentes sociedades, intentar entender el "sabor" y el "color" de las diferentes visiones del mundo para aproximarnos a una interpretación del desarrollo histórico, por supuesto también condicionado, pero no definido unívocamente como sugiere Marx, por las relaciones económicas del momento; quedando éstas muy influidas a su vez por la cultura o ideología de su sociedad. Visión que es sostenida, primeramente, por Max Weber y en mucha menor medida por Ernst Troeltsch
Por otro lado la cultura, tanto en las sociedades menos desarrolladas, como en las más desarrolladas, se transmite, de generación en generación, según los "mitos", la Mitología, que sostienen la ideología de las sociedades.
La constitución de los mitos se desarrolla en los "modelos" que se establecen como manifestación externa, como portadores de los "valores" (empleando la terminología de Max Scheler) de esa sociedad.
Hay quien piensa que hay una apuesta interesada en la formación de determinados mitos y modelos por parte de las clases dirigentes (visión marxista); es posible que esto parezca así en cuanto que las clases poderosas son las que tienen más poder y medios para difundirlas, no obstante, pienso que hay una "selección natural" de los mitos y modelos entre aquellos que los perciben (el pueblo en general), y si esa mitología es "forzada" por los poderosos respecto a la cultura donde se inserta, tendrá pocas probabilidades de ser aceptada por el pueblo (me viene el ejemplo a la cabeza de la Italia fascista, con el patético intento de Mussolini por propagar una suerte de racismo entre los italianos, cuya mentalidad, de origen católico, era completamente refractaria a esta forma de pensar, al contrario que Alemania). Es más bien que los poderosos hacen una aplicación inconsciente, con alteraciones menores, sobre los mitos fundamentales de la sociedad, de la que forman parte y donde tienen una situación privilegiada
Por otro lado es preciso mencionar que la Mitología que desarrolla una sociedad, tiene una inercia secular en su desarrollo, y no se agota por un estado de agnosticismo mayor, pues los "valores" que existían tienden a perpetuarse en el tiempo, incluso cuando pierden gran parte de su "carga" religiosa, y esos valores tardan varias generaciones en ser sustituidos por otros nuevos.
Cambios "paradigmáticos" o "cataclísmicos" en una sociedad, como podría considerarse la Reforma Protestante, no son tales, y no sucedieron con la velocidad que puede parecer. La ideología de la Reforma se gesta durante siglos y hay que rastrear su génesis desde el Wicleffismo inglés del siglo XIV (basado en una determinada lectura de San Agustín), pasando por el fenómeno del Husismo de Bohemia (inicios del siglo XV), al que el mismo Lutero consideraba su precedente, y ponerlo también en relación con las luchas del Imperio (Germánico) y la Iglesia que jalonan la Edad Media desde la controversia de las Investiduras a mediados del siglo XI, así como con la formación de una cada vez más pujante clase burguesa en el Norte de Europa desde el siglo XI ( que también surge en Italia, pero con evoluciones muy diferentes ambas)
Un ejemplo de interpretación de los sucesos históricos por la vía de la "ideología" puede ser el del Holocausto judío, y de otros pueblos, cometidos por el nazismo en la II Guerra Mundial. Este tema, con el nazismo en general, ha sido analizado por Erich Fromm en su libro "Miedo a la Libertad" donde también trataba de buscar el origen del ascenso de Hitler y las consecuencias posteriores (como el citado Holocausto) en las características psicológicas de la burguesía alemana condicionada por el Protestantismo como factor moldeador, y llega a la conclusión de que la apuesta que hace esa burguesía por Hitler hay que encuadrarlo dentro de un presumido "miedo a la libertad" que promueve el modo de ver el mundo de esa burguesía (en sus versiones Luterana y Calvinista)
No comparto esta visión de Erich Fromm al respecto (no obstante es el único intento de explicación de esos sucesos basado en los aspectos de psicológía social y culturales, y no coyunturales, que he encontrado); y voy a utilizar las propias palabras que usó Lutero en una de sus controversias, para posteriormente dar mi particular hipótesis al respecto: "hasta que no se aborda los aspectos de la doctrina no se coge el ganso por el cuello..."
Por tanto pienso que son los contenidos doctrinales los que hacen que exista una "proclividad" de las sociedades con ideario original "predestinacionistas", y lo que, en última instancia, permitió llegar a un amplia aceptación del nazismo en la sociedad alemana y que permitió, además, que llegara a los extremos a los que llegó. Y hay que buscar, pues, en esas doctrinas y su forma de ver la "alteridad" (a los otros), las causas últimas que permitieron que se llegara a tales extremos de barbarie
El holocausto y las atrocidades nazis, son casos extremos de un modo de obrar que, lejos de una excepción, ha sido la tónica, en la actuación de las sociedades con religiones "predestinacionistas" en su contacto con otros pueblos (léase la historia del colonialismo anglo-sajón, holandés, etc...)
Llamo religiones "predestinacionistas" (como el Calvinismo y en menor medida el Luteranismo) a aquellas que defienden que el destino de salvación o condenación de cada ser humano está definido por Dios, merced a su Omnipotencia, desde el mismo principio del tiempo, y nada puede hacer el hombre para obtener la salvación por la "vía de la obras" que son completamente inútiles, sino sólo "por la sola fe", que no es más que una manifestación de pertenecer al grupo de los "justos" o de los "elegidos", siendo el resto de la humanidad un conjunto informe de "réprobos" o "condenados" que nada pueden hacer por su propia salvación
Las buenas obras son, pues una mera "manifestación" de la justificación, es decir, el no pecar es una consecuencia de pertencer al grupo de los elegidos a la Gloria, y no la condición necesaria para serlo. Esto impone una imperiosa e implacable necesidad de alejarse del pecado y de vivir una vida ascética, razón por lo que a estos grupos religiosos se les llamaba puritanos
Las consecuencias de estas doctrinas son que se establece una división insalvable, una falla radical entre los miembros de la humanidad, entre un "nosotros" (los elegidos) y un "ellos" (los condenados), de los que nada bueno puede venir, ni se debe esperar con su trato, pues son despreciados por el mismo Dios, y Dios es, por definición, el origen de toda ética
La siguiente consecuencia de esta visión del mundo es que lo "bueno", la ética, está basado, por definición, en aquello que hacen los "elegidos", los "justos", por que los factores racionales no sirven de aplicación al plan "divino", así la única verdad es aquella que deriva de la verdad revelada (La Biblia) y su correlato en los actos de los "justos".
El casi completo exterminio de las diferentes tribus de indios en Norteamérica o los bombardeos masivos de ciudades repletas de refugiados casi todos mujeres, niños y ancianos sin ningún interés militar (Dresden, 1945), son intrínsecamente "buenas" y no requieren ninguna crítica, por que las han realizado "los justos", contra los "malvados" claro (a propósito ¿les suena de algo el llamado "Eje del Mal"?)...Incluso dan materiales para la construcción de verdaderas epopeyas heroicas al respecto, como es el caso de la Conquista del Oeste
Es en esas doctrinas, y la "visión del mundo" que aflora de ellas, es donde hemos de encontrar una explicación al desarrollo de los hechos que tratamos de explicar. Estos hechos podrían no haber sucedido, como no sucedieron antes en la historia de Alemania, pero estoy convencido que la propia constitución ideológica del mito "predestinacionista" posibilita que eso haya sucedido allí y en cambio no se pueda dar en otras sociedades. Por tanto los factores ideológicos descritos pueden considerarse condiciones necesarias, aunque no suficientes, para explicar los hechos acaecidos
Hay quien piensa que el Holocauto y las demás barbaridades de la guerra fueron debidas sólo al pensamiento de un loco como Hitler y pudieron llevarse a cabo a consecuencia de la guerra, y por la tendencia ciega a la disciplina y al respeto a la cadena de mandos tan propia de la sociedad alemana. Esto ha podido ser un factor agravante de los sucesos, pero hay una parte muy grande de responsabilidad de la sociedad alemana que no se explica sólo por la mera obediencia ciega
Queda de manifiesto esto en esa escena memorable de la película "La lista de Schlinder" donde un oficial alemán, todo cultura y refinamiento, toca el piano magistralmente mientras son golpeados y asesinados miembros de la familia propietaria de la casa, donde se encuentra tocando el piano, durante la evacuación del gueto de Cracovia ; y donde se pone de manifiesto la perplegidad de Spielberg por la terrorífica coincidencia entre un altísimo nivel cultural y la más absoluta barbarie. Hay que mencionar, por otra parte, que Oskar Schlinder provenía de una familia católica, como lo fue Claus von Stauffenberg el autor del fallido atentado contra Hitler, aunque esto, para mí, no deja de ser anecdótico en el esquema global de los hechos
Voy a resaltar, como un ejemplo más, el diferente comportamiento de los componentes de la división azul y los soldados alemanes en el frente ruso. Para los alemanes el comportamiento de los españoles era escandaloso, su confraternización con los campesinos rusos, con los "untermenchen" (subhumanos en alemán, así consideraban a los eslavos), les resultaba repulsivo y repetidamente, y desde todos los niveles de la escala de mando, se quejaron a los mandos de la división azul por esta causa. No podían entender la diferente herencia cultural española, su incapacidad para sentirse racialmente superiores, no por la mezcla de razas de la que procedemos, eso es completamente accesorio, sino por la propia raíz del pensamiento católico que no establece esa diferencia "esencial" entre los seres humanos. Con los italianos sucedió exactamente lo mismo (sin la existencia de la mezcla de razas), y de ahí su bajo rendimiento militar y la perpetua frustración de Hitler por los pobres logros italianos en la guerra
Es de reseñar los interrogatorios a los oficiales alemanes al final de la guerra que recoge Antony Beevor (en su libro Berlin: La Caida), en ellos quedaba patente que muchos de ellos consideraban erróneo el Holocausto por los efectos que tuvieron como desencadenante o promotor de la entrada de los EEUU en la guerra (debido al lobby judío) y no por que intrínsecamente fuera una acción reprobable, es decir una ética basada en las consecuencias y no en el valor moral del acto en sí
Por concretar lo que pienso de la sociedad alemana de la época: creo que, mayoritariamente, el pueblo alemán ni deseaba, ni apoyaba el Holocausto, no obstante, la constitución ideológica de la sociedad, antes descrita, explica la extrema facilidad con que "miraron para otro lado". Por otro lado una minoría, pero en número significativo, de esa sociedad, de todas alas clases sociales, estamentos y niveles culturales, apoyó y colaboró en las masacres de judíos y otros pueblos considerados "inferiores"
Por otro lado la manera en que estas sociedades "predestinacionistas" han encarado su imperialismo y sus conflictos con otros pueblos es consistente con los hechos descritos de la II Guerra Mundial.
Sonará duro pero las sociedades de raíz "predestinacionista" son más implacables y refractarias al mestizage (que es una forma de "reconocer" al otro) que otras sociedades, como las de herencia católica, con su tendencia al mestizage y, también hay que decirlo, a la autocrítica, como se dió en la conquista de América desde el mismo inicio, sirvan de ejemplo las Leyes de Indias o la misma Leyenda Negra española
Por citar un ejemplo entre miles: cuando España vendió la península de Florida a los EEUU, en ella habitaban cientos de miles de indios, negros y mestizos, la llegada del general Andrew Jackson supuso el exterminio de prácticamente casi todos ellos....
Tampoco son comparables el Holocausto con los "progroms" medievales, donde masas de desheredados atacaban las juderías en brotes que se podrían calificar de "xenófobos" bajo determinadas condiciones extremas de pestes y hambrunas, pero que nunca llegaron a tener la escala de los sucesos modernos
Igualmente la expulsión de los judíos de España, por supuesto sin restarles su gravedad, esta más basada en consideraciones de "pureza" político-religiosa (los que se convertían al catolicismo se podían quedar) y de interés económico (expropiación de las propiedades y riquezas de los judíos) que de factores de superioridad racial o similar insertos en la propia sociedad española de la época, y desde luego no llegaron ni de lejos a la ferocidad de lo sucedido en la Alemania nazi
Por último quiero recordar que las sociedades de raíz protestante tienen muchos valores extraordinariamente positivos, como la búsqueda de la profesionalización, su ética del trabajo, el espíritu emprendedor, etc...ya comentada en otros posts míos, que han hecho que esas sociedades sean las líderes indiscutibles en el desarrollo económico, científico, técnico y cultural. No quiero establecer un juicio de valor sobre qué tipo de sociedad es "mejor" pues eso es caer en un burdo relativismo cultural, sino sólo he tratado de explicar un hecho histórico relativo a estas sociedades
Lo siguiente que me propongo será abordar otros aspectos del ámbito mitológico, incluidos los de más cercana actualidad, pero esto será motivo de otros posts