Civilización y Burbujas

 


"Todo ser vivo muere necesariamente por causas internas"
("Más Allá del Principio del Placer", Sigmund Freud, 1920)

Introducción

Antes de continuar con temas relacionados con el tema de la actual Pandemia voy a detenerme a abrir un paréntesis en otra temática, y me detendré en describir, con un poco más en detalle, aquello que creo que conforma las diferencias fundamentales de nuestra civilización con otras del pasado, los aspectos que la hacen única (todas lo son) y que creo permitirían explicar, al menos en parte, la forma que ha tomado su desarrollo, el inmenso despliegue de sus capacidades, tanto constructivas como destructivas, que en estos momentos, como nunca antes en la historia de las civilizaciones, tiene un alcance global y afecta a toda la Tierra. Para ello me apoyaré en los trabajos de Peter Sloterdijk, un poco en los de Freud y Lacan, y como no en la obra de Oswald Spengler, que a su vez son deudoras, en no poca proporción, de los trabajos de mi admirado Arthur Schopenhauer.

Deberíamos preguntarnos porqué ha evolucionado así nuestra civilización, porqué ha tenido esa inmensa expansión global que la hacen tan diferente a las civilizaciones Egipcia, Greco-romana, India o China.
Hay quien afirma que es todo sólo cuestión de "tecnología", bueno, pero la tecnología, como la ciencia, necesitan un ámbito muy específico para su desarrollo para que adquieran una u otra determinada forma. Por ejemplo, desde luego la tecnología de China en el siglo XV no era ni mucho menos inferior ni era una sociedad menos potente, económica, tecnológica o militarmente, que la de los países europeos de esa época, como por ejemplo pone de manifiesto las inmensas escuadras de Zhen He, formadas por cientos de barcos, algunos de 120 metros de largo por 40 metros de ancho, en una armada que se calcula en 30.000 hombres, que recorrieron el Sudeste Asiático, al Océano Índico, el Golfo Pérsico, la costa oriental de África, el Mar Rojo, etc... en las que llevaban, según parece ofertas diplomáticas y comerciales y "regalos" para los pueblos de la ribera de esos mares; comparad eso con las tres "míseras" naves de Colón en su primer viaje al Nuevo Mundo para tener una apreciación de la diferencia del poderío económico, militar, humano y tecnológico de la China y la España del siglo XV. Nunca hay que centrarse en la tecnología o los conocimientos o las herramientas, siempre hay que centrarse en los impulsos, las intenciones detrás del aparato tecnológico, el Weltanschauung de quien usa las herramientas, no las propias herramientas en sí.

Otras explicaciones de esta expansión mundial, del triunfo de nuestra civilización en el mundo, se basan en causas como "el capitalismo", la "ciencia", "el crédito", "las armas" pero nada de eso es único de nuestra civilización y no partía, la nuestra, de una situación de superioridad en ninguno de esos aspectos comparado, por ejemplo, como he mencionado, con respecto a la sociedad china en la época en que comenzó a hacerse "global" nuestra civilización en los siglos XV y XVI, en cualquier caso, hay que explicar también específicamente la forma especial de esas instituciones que llamamos "capitalismo", "ciencia", "crédito" o también "matemáticas", "arte", "religión", y que son muy distintas entre las diferentes civilizaciones (y las culturas de las que provienen) porque en realidad todas son manifestaciones de una misma Cosmovisión, de formas que podríamos llamar "primordiales" de entender el Mundo en una cultura específica. 

Igualmente la expansión de nuestra civilización era ya completa a lo largo de todo el mundo antes de un uso verdaderamente masivo/significativo de los combustibles fósiles (primero carbón, luego petróleo, gas, etc....) que podríamos decir empiezan a tener un fuerte impacto a mediados el siglo XIX, porque esa expansión en realidad no "va" de "recursos" o "herramientas", que son una consecuencia y no la causa del impulso inicial y el tesón con que se persigue. 
Hay una tendencia contemporánea a lo que llamo la "recurso-visión" del mundo, a mirarlo todo con los ojos de la abundancia o escasez de determinados recursos, como si algún "recursos" pudiesen  explicar como una pequeña península en un extremo del gran continente Euro-Asiático y que llamamos Europa, más bien pobre en recursos, no muy poblada (comparativamente), con territorios pequeños y en conflicto constante, consiguió dominar e imponerse a todas las sociedades del resto del mundo, manteniendo vitalidad suficiente para machacarse repetidamente a sí misma varias veces durante ese proceso de expansión (Guerras de Religión, Guerra de los 30 años, Guerras de Sucesión, Guerras Revolucionarias y Napoleónicas, 1ª GM y 2ª GM). La vitalidad, la energía, el impulso, el volcarse a la expansión, a saltarse los límites, pueden explicarse "perfectamente"  por la falta o el exceso de recursos físicos, según el gusto del autor, pero ambas explicaciones son, por supuesto, completamente insatisfactorias, porque no tienen en cuenta la estructura ideológica, el "alma" de la sociedad y sus "visiones compartidas", que en realidad creo es lo fundamental.

Lo repetiré una y mil veces: el Hombre no es una bacteria en una "Placa de Petri", por mucho que se abuse de ese reduccionismo biologicista. Bueno de hecho también creo que una bacteria no es "una bacteria en una Placa de Petri", que la vida fuera de los laboratorios es otra cosa muy distinta... porque los "Propósitos" inherentes a "sujetos" vitales de que está constituido el Universo, y sobre cuya negación se asienta todo el edificio científico actual, son primarios y siempre más fuertes que las relaciones "Causa-Efecto", que son los cimientos sobre los que se asienta ese mismo inmenso edificio conceptual de la Ciencia, sólo que no tenemos (ya o aún) ojos para verlo. Pero es que esa misma construcción "aséptica" de un universo de la Causalidad es consecuencia de un "propósito deseante" de objetivación-instrumentalización del Mundo para su dominio, pero hurtado a la vista del observador, como hacen los buenos prestidigitadores.
Creo que la Ciencia Moderna no es en absoluto falsa o equívoca, pero sí incompleta como sistema de conocimiento de la realidad.

El Propósito, la Voluntad (Schopenhauer) es más potente que la Causalidad en el Universo vivo que habitamos.

Y es que hay una interrelación profunda entre todas las instituciones de una sociedad: "capitalismo", "ciencia", "tecnología", "crédito", "mercado", "economía", "armas", "filosofía", "matemáticas", "música", "arte", "historiografía", etc... no son entes separables de su cultura, no existen "en el vacío", no son "logros del Ser Humano", por mucho que se afane el triunfalismo de nuestra civilización en proclamarlo a los cuatro vientos, porque la nuestra, como todas las civilizaciones del pasado, pretenden ser la "cumbre" del humano existir, el destino final de la Especie, la cima de nada menos que toda la evolución humana, la estación de llegada del viaje del Homo Sapiens en su andadura por la Tierra, el Fin de la Historia (Fukuyama) como secuencia de civilizaciones, ya "superadas" todas las anteriores por nuestras magníficas herramientas científico-técnicas. 
Pero queridos lectores, se trata, como en el resto de las civilizaciones que precedieron a la nuestra, de un mito más, del cumplimiento de una suerte de "profecía" mesiánica sobre las Edades del Hombre, desde la barbarie al cumplimiento de un Destino Dorado que se le habría hurtado a la especie durante cientos de miles de años y que ahora se ha hecho realidad; los "profetas" de ese Destino Manifiesto son ahora Copérnico, Galileo, Kepler y Newton, que efectivamente, son los precursores del mundo en el que vivimos, pero para nada la estación de llegada del Hombre sobre la Tierra. 
Auguro que en el lejano futuro, civilizaciones muy distintas a la nuestra mirarán con profundo desagrado a buena parte de nuestras herramientas, conclusiones y logros, admirando otras, por supuesto.

Un poco de humildad nos vendría bien, pero bueno, con el tiempo la aprenderemos.

Debería intentar explicar ahora cómo creo ha evolucionado nuestra cultura desde su origen, y para eso creo que ha llegado la hora de hablar de Burbujas, Globos y Espumas.



El Ser Humano y sus Burbujas

(Pantocrátor de la catedral de Monreale, Sicilia)

El filósofo alemán Peter Sloterdijk ha escrito una trilogía titulada Esferas (I, II y II), donde describe su teoría de las relaciones del ser humano con su entorno, usando el concepto de "Esferas", en particular dividiendo esta interacción en 3 escalas, en el primer volumen (Esferas I) describe las "Burbujas" que son las escalas intermedias de interacción; en el segundo volumen (Esferas II) describe los "Globos" que son las esferas en las macro-escalas de las sociedades; y en el tercer y último volumen (Esferas III) describe las "Espumas" que son las unidades mínimas de interacción. Voy a usar sus metáforas para continuar con mi discurso sobre la evolución de la sociedad.

Sloterdijk usa conceptos heredados del psicoanálisis, aunque me da la impresión que este autor no le da suficiente crédito a esa herencia; en cualquier caso Sloterdijk hace aparecer la primera experiencia del ser humano, de "esfera", de "burbuja", en la primera experiencia prenatal del Hombre, cuando estaba inmerso en "la clausura en la madre", la primera burbuja de protección total climático - nutricio - inmunológica donde el feto vivía su "sueño" abandonado el mero existir a-conflictivo, pre-doloroso, a-deseante, el auténtico Nirvana.

El primer trauma, el trauma mayor, sucede en el nacimiento, donde desaparece esa "Atlántida" ese "continente sumergido", esa "caverna" de Bienaventuranzas donde residía el humano ser antes del nacimiento; pues en el nacimiento comienza el primer dolor, el primer llanto desamparado, los brazos que se agitan y los dedos que se retuercen en el vacío hacia la madre ante el miedo a la caída, por la nueva y brutal sensación de la gravedad fuera del líquido amniótico, y la angustia de la asfixia, paradógicamente con la primera exposición dolorosa al aire, con la primera respiración. Es la primera exposición terrible de lo que Jacques Lacan llama "La Irrupción de lo Real", que precede al "significante".  "A medio-hacer encaminado al mundo" como dice el monólogo que da inicio al drama Ricardo III de Shakespeare, que denota la extrema y especial vulnerabilidad y fragilidad del cachorro humano en el momento del nacimiento, que condicionará toda su vida posterior.

Para Sloterdijk todo el empeño del ser humano es re-construir esa burbuja primordial "placentaria", crear una "atmósfera", un "clima", un "calor" en derredor, con los otros, que simule el Nirvana primigenio; sería "La Cosa" en la interpretación Lacaniana del "Das Ding" de Freud, que Lacan define: "...como el primer exterioraquello en torno a lo cual se organiza todo el andar del sujeto, en relación al mundo de sus deseos"("Seminario VII", Cap. IV, pág 68).

Sloterdijk, fuerte crítico del psicoanálisis y especialmente de Lacan, protestaría airado por esta comparación de sus ideas que hago, y sin embargo esa noción del Regressus ad Uterum está expuesta claramente en muchos psicoanalistas muchas décadas antes incluso de Lacan, por ejemplo en los escritos del psicoanalista húngaro Sándor Ferenczi (Thalassa; a Theory of Genitality, 1924) y como no en los de su discípulo Michael Balint en su "Amor Primario y Técnica Psicoanalítica" (1956). El mundo psicoanalítico está lleno a reventar de esas referencias que no son para nada originales del filósofo alemán. En cualquier caso no voy a entrar en los detalles de la "lucha" de Sloterdijk en la defensa de la originalidad e independencia de "sus" conceptos respecto al psicoanálisis, seguiré usando los conceptos de este filósofo pues, aunque desde luego no son originales (¿quién de verdad lo es?), me servirán como hilo conductor de este artículo, porque el relato, su secuencia, son interesantes.

Volviendo al discurso de Sloterdijk, la segunda "burbuja" en la secuencia temporal, quizás la más  importante en el fundamento emocional del individuo, es la que establece el niño con su madre (o su figura sustitutiva), que permite atenuar el choque con el Mundo ("Lo Real" amenazador de Lacan), a través del cobijo "con la madre" el niño se introduce, de puntillas, en la vida de los Otros, en el núcleo de la familia, los clanes próximos, y por último en la Cultura; es esta "burbuja" y su trayectoria, la que conforma una buena parte de la estructura profunda emocional del sujeto en la evolución del Apego (John Bowlby). Pues el universo de la piel es necesario y fundamental en esa fase, como ya comenté hace tiempo en otro artículo en los trabajos de psicoanalista René Spitz que constataba cómo en la época de la "asepsia" de la higiene a ultranza, a los recién nacidos en los orfelinatos no se les amamantaba ni se los sostenía en brazos, para evitar los riesgos de "contagio" con microorganismos, y un elevado porcentaje de éstos pobres niños morían estando perfectamente sanos, otros desarrollaban daños neurológicos o emotivos severos, porque el cachorro humano no soporta el estrés que provoca el horror de "Lo Real" (Lacan) a la intemperie, fuera de esa "burbuja" hecha de piel y amor incondicional materno.

A partir de esta segunda burbuja se constituyen las siguientes, que el ser humano y los otros van como tejiendo en su entorno; primero en la familia extensa, luego en el clan y la tribu, luego en la generalidad de la cultura. La superación de la secuencia de las burbujas del pasado y la adherencia a las nuevas se efectuaba, en el mundo "antiguo" o "tradicional", en los ritos de paso, en los rituales de iniciación que tomaban la forma, se escenificaban ritualmente, también, como un "trauma", de un abandono o huida y de un retorno del individuo, un re-nacimiento; la misma persona, pero distinta, ya "situado" en otra realidad, adscrito a otra nueva "burbuja" en el grupo humano, entre el llanto de las madres que ven como su retoño, ese ser indefenso que lloraba en su regazo, está envuelto y pertenece ahora a otro "ámbito" en la confusión de alegría y llanto de que está hecha toda vida sana.

Es la acción del ser humano en la sociedad la búsqueda de su adecuada secuencia de burbujas, de esos espacios donde recibir y dar calor, donde habitar a resguardo de la terrible intemperie. Imitar las costumbres, adecuarse a los discursos, aprender las lecciones, dejarse llevar por el marco de la cultura, unirse a la corriente de los otros, seleccionarlos, para tener un sitio a su lado, recibir el calor común, calentándose unos a otros, rodeados por el caparazón protector de las burbujas

El doctor Gabor Maté, que ha estudiado las adicciones como debe hacerse, mediante el tratamiento y el contacto casi diario con drogadictos, explica las grandes adicciones, aquellas "irreductibles" como consecuencia de una especie de "malformación" de la "burbuja" inicial (el uso del término "burbuja" en este sentido es mío, no del doctor Maté), la primaria, la que forman el niño con su madre/cuidador primario. Así cuando se desarrolla una ausencia de esa burbuja, la intemperie que resulta es devastadora para la estabilidad emocional del sujeto, que busca una y otra vez "rellenar" ese inmenso vacío interior con "algo" del exterior, que en los casos extremos son los opiáceos y en los casos más leves se trata de adicciones de todo tipo, una de las más extendidas es el consumismo desenfrenado.
El doctor Maté explica en sus textos como una drogadicta le describió la primera vez que tomó un chute de heroína a los 15 años: para ella fue "como recibir por primera vez en mi vida un abrazo cálido, la sensación de verse rodeada de calor amoroso y tranquilidad, de estar, por fin, en paz con el Mundo", esa mujer, como tantos otros grandes drogadictos, sufrió abusos sexuales en su infancia y en otros casos malos tratos o pura negligencia y abandono de los padres (el "proximal abandonment" del que habla el  doctor Allan N Schore, donde los padres están físicamente presentes pero emocionalmente ausentes, tan común hoy día).
Como ya comenté en una parte de un artículo del pasado, en el apartado llamado "La Jaula", la droga no es la causa del drogadicto, lo es La Jaula que lo encierra, y si esa Jaula es algo transitorio, como en la Guerra del Vietnam que ponía de ejemplo en ese artículo, la adicción cesa cuando el individuo sale de ella, ahora bien cuando La Jaula es producto de la intemperie emocional producto de la destrucción de la burbuja primaria, la adicción es recidiva y de muy difícil solución, de hecho muchas veces la "solución", la terapia de la drogadicción, es por medio de una nueva adicción menos agresiva física o socialmente, pero de igual o similar intensidad.

El ser humano es un ser social, su deseo son "los deseos de los otros" (Lacan) con los que construye esos simulacros del albergue primordial que lo resguardan: sus burbujas.

A veces las burbujas estallan y su efecto es devastador, hacen perder el centro de gravedad y el individuo queda, ahora sí, completamente a la intemperie
Para no ser tan "árido" en el discurso voy a incluir un video del cripto-melancólico Morrissey (ex-cantante de The Smiths) donde la letra habla precisamente de alguien a quien le ha estallado su burbuja (me gusta más la versión de los Smiths de 1986, pero no la he encontrado con subtítulos en castellano). Aunque alguno de los lectores no se esté de acuerdo con la interpretación que hago de esta canción, siempre merece la pena oírla:


El protagonista de la letra de la canción "inventa" su propia burbuja efímera en el coche del acompañante, de la que no quiere desprenderse y así dice el estribillo de la canción: "If a double-decker bus crashes into us, to die by your side is such a heavenly way to die... And if a ten-ton truck kills the both of us, to die by your side, well, the pleasure,  the privilege is mine" que traducido al castellano es: "Si un autobús de dos pisos se estrella contra nosotros, morir a tu lado es una forma tan celestial de morir... Y si un camión de diez toneladas nos mata a los dos, morir a tu lado, bueno, el placer, el privilegio es mío.".
Se une en la canción la absoluta desesperanza con una forma de romanticismo y esa flema y ese modo formal cuasi-victoriano de hablar tan inglés y que tanto le gusta a Morrissey, lleno de represión y "Todestrieb". Es una forma muy británica de estar a la intemperie, intemperie que es de donde, en el fondo, nacen los Estoicismos (¡uy!, por poco escribo "Heroísmos").

Freud construye el concepto de "Todestrieb" la llamada "Pulsión de Muerte" en su libro "Más Allá del Principio del Placer" (1920)  todo apunta a que impresionado por las matanzas en las trincheras de la 1ª Guerra Mundial, y como pocas tuvo que impresionarle, como a todo el mundo, el primer día de la Batalla del Somme en un radiante 1 de Julio de 1916 a las 7:30 de la mañana, cuando los silenciosos y disciplinados soldados británicos, portando 32 Kg de peso cada uno, escalaron los parapetos para dirigirse hacia las trincheras enemigas, andando despacio, oleada tras oleada, en perfecto orden; y antes los ojos atónitos de los operadores de las ametralladoras alemanas, nuevas hileras de soldados británicos escalaban, los parapetos, una detrás de otra sin inmutarse, detrás de las oleadas que habían sido ya fulminadas por el fuego de las ametralladoras y cuyo efecto podían ver claramente; en ocasiones algunos soldados alemanes, medio enloquecidos, dejaban de disparar y huían, no podían creer que esas multitudes humanas murieran sin casi pestañear delante de ellos, era todo como un gigantesco "sacrilegio" en el que estaban participando. En el primer día del Somme, en unas pocas horas, murieron 20.000 jóvenes británicos y otros 40.000 más resultaron heridos; y para orgullo de los generales y los políticos casi todos cayeron en perfecta formación, apenas hubo "cobardes"....Rule, Britannia!

Y viendo todo esto, ¿como no pensar en un "Todestrieb"?.
Pero puede que haya otra explicación, acaso no haya nada más potente, para el ser humano, que las "burbujas", y como en la canción de los Smiths, acaso la vida deja de ser digna de ser vivida "a la intemperie" de sus estallidos; esa intemperie que espera a los cobardes que no saltan del parapeto y se alinean en su borde cuando suena el silbato del sargento mayor, los que se tiran al suelo y tiemblan al oír los primeros tiros y explosiones, los que "llevados por sus impulsos animales" se esconden de las balas en los huecos de las bombas en la "tierra de nadie", o gritan de dolor y pánico cuando ven caer al querido camarada, abandonando la flema británica (y su famoso desapego a la Vida). Sí, efectivamente, la madre del heroísmo es la cobardía, el miedo a quedar a la intemperie de determinadas burbujas construidas culturalmente, y es que las burbujas retienen la ambivalencia de todo lo humano, no sólo acogen con su calor, sino que también "encierran".
En cualquier caso hay que entender la "forma" de las burbujas, pues esas burbujas del ámbito social donde lo "Sistémico" arrasa con las más elementales necesidades del "Mundo de la Vida" ("Lebenswelt" de Habermas), como son el instinto de conservación de la propia vida, son, afortunadamente raras, y no son, para mí, producto de un impulso elemental instintual, sino consecuencia de una cultura y de la forma en que ésta crea su mitología compartida.

Analizando la creciente escala de las burbujas que construyen los seres humanos, tenemos aquellas que encierran a todo el conjunto cultural de los grandes grupos, el conjunto de historias, las narrativas, también la secuencia de ideas y valores implícitos en la forma cultural de las sociedades, y que en el pasado, entre los "salvajes", de hecho se escenificaban ritualmente la renovación de los vínculos entre sus miembros y sus creencias con rituales que incluían el ingreso en una cueva donde se desarrollaban los ritos de contacto con los dioses o espíritus y los antepasados y, de esta forma, también se renovaba la unión simbólica de los miembros del grupo entre sí.
Puede entenderse ese ritual de La Cueva como un Regressus ad Uterum, donde los miembros de la comunidad se hacen "hermanos" en el seno de La Madre (Tierra) y acceden a las "Visiones Primordiales" mediado muchas veces por sustancias más o menos intoxicantes. Salen de la cueva con la sensación aumentada de "hermandad" por el refuerzo de los vínculos en las experiencias místicas y reforzado el Caparazón Metafísico que los rodea y explica el mundo, protegiéndolos de la temida intemperie cósmica.

Los templos y las iglesias, con sus bóvedas decoradas, recrean el ámbito de La Cueva primigenia, donde la comunidad refuerza los vínculos entre ellos y con sus creencias que forman las grandes burbujas metafísicas que los cubren, lo que Sloterdijk llama "Globos Metafísicos" omniabarcantes que dan sentido al modo de ver y sentir el mundo del gran grupo que vive en esa cultura.

Igualmente la figura filosófico-teológica  por antonomasia explicativa del Universo del pasado greco-romano y en otras culturas eran Las Esferas que envolvían a la Tierra: 

(Las Esferas del Mundo Antiguo envolviendo La Tierra)

En esa cosmogonía de Las Esferas la Tierra estaba en el centro y resguardada por una serie de esferas que la "protegen"; eran el Caparazón Metafísico de un universo finito donde los "externo" es sólo la morada de Dios.
Era la construcción de un inmenso Uterum donde los habitantes de la Tierra vivían rodeados por el juicio de El Padre (Dios) y la benevolencia de La Madre (María), ya en la cosmogonía cristiana siempre pendientes de sus criaturas.

El resto de los Globos Metafísicos de otras culturas es similar, donde la morada de los habitantes humanos están en vuelta por "capas" o "esferas" donde moran otras criaturas sobrenaturales que se relacionan con nosotros y nuestros antepasados y que dan sentido y cohesión al grupo y su forma de ver y actuar en el mundo (Cultura).

Sin embargo en nuestra particular cultura, la cultura que Spengler llama "Fáustica", se produce un cambio fundamental en las "Visiones Primordiales", pues el "Simbolo Primario" de nuestra cultura es precisamente "la falta de límites", o dicho de otra manera: El Infinito.

El surgimiento del infinito como concepto fundamental, surge muy pronto, en pleno medioevo, en nuestra cultura y esto puede apreciarse desde las concepciones del universo infinito  de Nicolás de Cusa o la noción ya medieval de infinito matemático, todo tan alejado y extraño, por ejemplo, al pensamiento greco-romano (Aristóteles negó en varias partes de sus obras la noción de "infinito", y es que era para ellos un verdadero "abismo" que repugnaba al alma griega), y que tan pronto se desarrolla en nuestra civilización; no sólo en la noción del Cosmos sino como en la forma "hacia lo infinito" en que se construyen las catedrales góticas, o los puntos de fuga de la pintura en perspectiva, o el del contrapunto en la música, etc...
Todo esto asienta sus raíces y se expresa en una nueva visión mítico-religiosa en la propia Edad Media; pues en realidad ha habido bastantes "Cristianismos Católicos" diferentes a partir la propagación de esta fe en los primeros siglos después del nacimiento de Cristo, teñido por los aspectos culturales y por las "Visiones Primordiales" de los pueblos donde se asienta; por ejemplo no tiene nada que ver la Patrística cristiana del siglo IV al VII d.c con el mundo medieval de los siglos X al XV d.c.

Es esta visión primordial de negación conceptual y moral de "Los Límites" la que ha llevado a nuestra civilización más lejos que ninguna otra tanto en la creación y en la destrucción, pues, como en el mito de Fausto, hemos "vendido nuestra alma al diablo" a cambio del acceso "sin límites" al saber, al dominio, a la exploración, a la expansión, a rebasar todos los límites sobre los que nunca, como civilización, estamos satisfechos.

Las catedrales góticas "perforan" la cúpula de La Cueva, muestran el impulso, ya mucho antes de Copérnico, de la ruptura de la bóveda celeste, de Las Esferas clásicas, en nuestra incipiente cultura en el medioevo; pues las catedrales  parecen proyectarse hacia el infinito con tal que, entornando los ojos, se suponga que las agujas son inmensas torres elevándose hacia el cielo pero que parecen pequeñas por la perspectiva...:

(Catedral de Milán)

El otro componente fundamental que la apartan de la tradición de La Gran Cueva Mística es la luz, la sed de luz de las catedrales góticas. Recuerdo un guía en la catedral de Burgos decir: "las catedrales góticas son joyas de transparencia con engarces de piedra", no sé quien dijo primero esa frase (si es que es alguien conocido y no de ese hombre), pero recoge perfectamente el sentido de esas obras de arte:

(Templo gótico de  La Sainte Chapelle, París)

Uno de los sitios donde se puede apreciar claramente y en muy poco espacio la inmensa magnitud del cambio de mentalidad de la Cultura sobre un mismo espacio, sobre el mismo terreno, es, como no, en Florencia, por ejemplo si se entra en el Baptisterio uno ve al entrar esto:


Vemos claramente La Cueva presidida por el Pantocrátor, él también rodeado por la Mandorla Mística, a su vez otra EsferaDentro del edificio el fiel se ve rodeado por los santos y los ángeles que configuran el "Albergue Metafísico" (Mac Luhan) que todo lo sostiene y todo lo explica.

Si ahora cruzamos la calle unos metros y entramos en la catedral gótica de Santa María dei Fiore, veremos lo siguiente:


Aunque hay una zona en el altar que "aún" retienen una estructura de bóveda similar al Baptisterio, el común de los fieles que entra en ese inmenso espacio ya no tiene la misma percepción de "Cueva" que en el Baptisterio donde estaba rodeado o "sumergido" por la legión de los santos, arcángeles y ángeles, pues  ya la cúpula no es la reina de la escena. En los "nuevos" techos de bóveda de crucería del gótico ya no hay sitio para el Pantocrátor, en su lugar, desde principios del siglo XII, Cristo pasa del Todopoderoso a exhibir la Humildad Sufriente del Crucificado y la bóveda pierde "peso", se hace liviana, transparente, lejana, ya no retiene la mirada severa Del Que Juzga, sino deviene en "espacio" y "luz", abierto al infinito y en buena parte simplificado de sus connotaciones teológicas. Ya no hay un verdadero centro de la visión, de la mirada, que se despliega ahora, en realidad, por todo el espacio sin la sensación envolvente de La Cueva.

Al debilitarse el Caparazón Metafísico de La Cueva las cosas pasan, de improviso, de ser representadas "como realmente son" a representarse "como se las ve", se inicia la "perspectiva" en la obra pictórica, que para los antiguos sería "la forma ingenua como ven los niños el mundo", pues representar, por ejemplo, en igual magnitud al Creador que a sus Obras era no sólo "falso" sino también una blasfemia, o si se quiere al revés; en cualquier caso era algo que hería la sensibilidad del alma románica o egipcia. 

El espacio Fáustico se agranda y deja de tener un centro, gana sitio en la representación pictórica, surge el "fondo" como el verdadero eje sobre el que se desarrolla la acción del cuadro y que, en buena parte, le da sentido, pues es ahora el "marco" es el que, en buena parte, define a los personajes tanto como a la inversa, pues ya el "Centro", la figura central, pierde parte de la fuerza inicial, y se relativiza su hegemonía con otras que la rodean. 
El espacio gana terreno en su fabulosa expansión simbólica, y las figuras adquieren sentido en relación unas a otras, no por su propia importancia inmanente que las agranda o empequeñece, sino pasan a ser sus dimensiones en el cuadro "función" de otras según su ubicación en un espacio geométrico ahora  matemáticamente definido, de forma que las proporciones guardan una relación respecto a la presencia del observador, que es el nuevo factor que se integra en la obra de arte con la "perspectiva", al considerarse ya en su concepción al observador como el factor determinante de la Representación, ya no el objeto pasivo de la recepción de esa representación "desde fuera" de la obra.

Igualmente desde el siglo X la música litúrgica se vuelve, de improviso, polifónica, aumentando exponencialmente en complejidad, en brillos, en matices, las voces "se elevan hacia el cielo" llenando el nuevo ampliado espacio "celeste" de las catedrales, la música, antes más íntima, se engrandece y también busca el cielo infinito y se levanta como queriendo rebasar los límites de los muros y unirse a la cascada de luz que entra por las vidrieras, eso es lo que se siente cuando se escucha la música gótica en esos recintos. Ese es el nuevo anhelo del alma Fáustica que tan bien se expresa en el ámbito musical gótico, y que luego explotará en el Barroco, como época (no sólo como estilo), pues la época Barroca es la verdadera época del explosión creadora de nuestra cultura en todos los ámbitos.

Pasará poco tiempo para que la Matemática pase del Álgebra Musulmana al Cálculo Infinitesimal Fáustico, de la Estática greco-romana a la Dinámica gótica del impetus de Jean Buridan  en su profunda crítica a la física Aristotélica en plena Edad Media y que enseña el camino a Galileo . Porque ¿hay un concepto más Fáustico que el Impetus?, las palabras, los términos específicos dan "color", son indicios de la fuente mítico-emocional de los conceptos "científicos", aunque mencionada inicialmente en Alejandría en el siglo VI por Filópono, no "cuajó" como concepto en un universo simbólico que no la entendía y no podía aceptarla, no ocurrió lo mismo con los escolásticos medievales que, como no podía ser de otra forma, la hicieron suya de inmediato. 
La aritmética, el cálculo y la geometría clásicos, dan paso a la matemática de "funciones", donde las variables se construyen en virtud de otras, y (como en la pintura), no por su posición en un espacio "absoluto" e incólume, es como si el sistema de referencia se relativizara y las variables, antes discretas, ahora se hacen "continuas" y por tanto "infinitas", Nicolás de Oresme es el padre de la Geometría Analítica y muestra el camino tanto a Descartes como al Cálculo Infinitesimal de Newton-Leibnitz que más tarde se desarrollará con todas su fuerzas en el Barroco, cuando esa idea explota en símbolos y herramientas que ahondan en nuestra visión del Mundo.

En realidad, desde el siglo X en adelante, personajes como los Maestros de Obras de las catedrales y los teólogos que los supervisaban, Nicolás de Cusa, Roger Bacon, Duns Scoto, Jean Buridan, Nicolas Oresme, Cimabue, Giotto, Pérotin,  y tantos otros; todos, son precursores de Copérnico, Galileo, Descartes y Newton que sólo siguen el guión de esa "sed de infinito" que surge, como una semilla, como Urphänomen (Goethe), de forma un tanto misteriosa, a-causal, como Voluntad (en el sentido de Schopenhauer) en el "alma" de los europeos en el siglo X, y que se va desarrollando en otras formas de manifestarse que son sus consecuencias, nunca su causas.

No, las ciudades "per se", el comercio, el uso del dinero, el capitalismo, no producen estas manifestaciones específicas de la "Visión del Mundo"; no ocurrió en Grecia o Roma, no ocurrió en el Islam, o en la India, en China o en Egipto, aunque hay dinámicas que se repiten en todas las culturas que se urbanizan (como el crecimiento de la Racionalidad y otras de las que he hablado en anteriores artículos), la "forma" específica de su desarrollo, como bien describió Spengler, es algo innato a ellas, como lo son sus Representaciones que son un síntoma, la manifestación de una Voluntad (de nuevo Schopenhauer), y esto incluye al arte, la matemática, la literatura, los sistemas filosóficos, la filosofía natural (ciencia), la tecnología, los sistemas económicos, etc...que son, si se quiere, las consecuencias, las "hacedurías" de un inquieto organismo vivo, nunca sus causas.


El Estallido de la Gran Burbuja Metafísica


(Burbujas, de John Everett Millais)


En la sección anterior he descrito someramente las que creo son las "señas de identidad" de nuestra cultura desde nuestros orígenes medievales (no griegos, ni romanos, tan distintos a nosotros), y cómo, de alguna manera, ya desde su propio inicio tenía una tendencia a "perforar" todos los límites, incluidos los impuestos por el Gran Globo Metafísico que envuelve la vida de las propias culturas, debido a la forma inquieta de nuestra Weltanschauung, cuya tendencia es a poner en cuestión esos límites que se nos ofrecen, dudar de la consistencia de la forma específica de las Esferas, de ese Gran Globo Metafísico que rodea y de alguna manera protege de la intemperie a los que moran en su interior.

Contrariamente a nosotros otras civilizaciones, como por ejemplo los griegos, habían desarrollado una serie de mitos donde la conclusión última de la narración mitológica era que el héroe de la tragedia sufría un inevitable y terrible castigo por su Hybris (desmesura), al haber desafiado, con sus actos, el orden sagrado tradicional, expresado en las leyes de los Dioses, haber, de alguna manera "perforado" con sus actos el Gran Globo Metafísico, un poco como la violación del tabú entre los que llamamos "salvajes". Casi todos los mitos y tragedias griegos están, en realidad, asentados sobre la cuestión de "Los Límites" que nunca deben rebasarse. Desafiar los límites, para los griegos, es querer "ser como un Dios" y esto implica despertar su ira. 
En realidad todo este arquetipo cultural alrededor del Hybris o el tabú sirve, creo, en buena parte como mecanismo regulador, como factor estabilizante dentro del grupo, para "enfriar" los conflictos, fruto de los potenciales deseos desenfrenados dentro del grupo y de limitación, también de la destrucción del medio natural.

En ese sentido nuestra cultura, al contrario de la mayoría, carece del concepto de Hybris. Nuestra constitución cultural, como civilización, está asentada sobre el afán de "verle las tripas a todos los muñecos" e indagar en los confines de todo lo que existe para tratar de aprehenderlo y por supuesto dominarlo "hasta el infinito y más allá", tanto en el Espacio como en el Tiempo... No hay ni puede haber freno, límite o barrera en nuestro camino a la manera de los griegos o egipcios, civilización ésta última, al contrario que nosotros,  obsesionada por la permanencia como "Visión Primordial" y cuya estética y forma de constitución social se conservó, manteniendo una extraordinaria similitud, durante milenios (puntuado, como no, por "Edades Oscuras"), pues como dice el proverbio egipcio "El Hombre teme al Tiempo, pero El Tiempo teme a las Pirámides"; y ese "afán de inmovilidad" ese "anti-progreso", esa permanencia de cualquier tipo en el tiempo, en nosotros, adquiere los tintes de un auténtico sacrilegio, pues contradice lo que constituye, desde el siglo X, nuestras más profundas "Visiones Primordiales".

Para nosotros, por ejemplo, el mito de La Caja de Pandora griego es una auténtica aberración, pues en nuestra cultura partimos de la base de que toda curiosidad, toda búsqueda, de que todo hallazgo científico, de que toda tecnología nueva es "positivo" por definición, y significa "Progreso", que es la expresión más acabada del impulso primario Fáustico de nuestra cultura. 
No sabemos o no queremos aplicar ese mito de La Caja de Pandora a, por ejemplo, el desarrollo de la Energía Nuclear, cuyo primer uso fue como bombas devastadoras contra dos poblaciones civiles y continuación el posterior despliegue de un inmenso arsenal termo-nuclear con capacidad para destruir no ya nuestra civilización, sino potencialmente la propia especie humana; como si esa tecnología fuese "neutra" (ni buena ni mala, ni chicha ni limoná) como afirman la mayoría de los que viven en nuestra sociedad de toda la tecnología que hemos desarrollado. 
Otra frase ubicua, en nuestro ámbito, es la de que "el progreso no se puede parar", una de las frases que más se oyen, en particular referidas a los posibles efectos negativos en la sociedad de una determinada tecnología; porque oponerse al "Progreso", en particular al científico-técnico en cualquier ámbito, como por ejemplo a la Ingeniería Genética, es el peor "sacrilegio" que puede cometerse hoy día. Bueno, en mi caso particular, de hecho  estoy convencido que la Ingeniería Genética se trata, como la energía nuclear, de una inmensa Caja de Pandora llena de inmensos riesgos para nuestra civilización e incluso nuestra especie...

Por ejemplo en 2016, Greenpeace fue excomulgada "Urbi et Orbi" en la famosa carta de los 108 premios Nobel, por esos 108 Custodios de la Verdad, la crème de la crème de la Ciencia, por tener Greenpeace la osadía de oponerse al despliegue de los Organismos Genéticamente Modificados. 
Leed la carta, no tiene desperdicio, se dice en ella que la oposición de esa organización está basada "en emociones y en dogmas que han sido contradichos con datos científicos" y al final de la carta dicen que consideran la posición de Greenpeace como "crime against humanity" y además lo ponen en negrita para recalcar la clase de monstruosidad que están cometiendo los miembros de Greenpeace contra los cientos de miles de niños que mueren de deficiencia vitamínica en el Mundo cada año porque en realidad, como todo el mundo sabe, el hambre en el Mundo es un problema científico-técnico de mejora de las variedades de cultivo.... 
En realidad todo eso es puro Bullying y de la peor categoría.

Es igual, no vamos a "parar", y no, no se trata del "Capitalismo" como se defiende desde muchos ámbitos; y es que la forma expansiva de nuestro capitalismo (distinto del musulmán, del chino o del indio) es una expresión más de una forma expansiva subyacente primordial que permea todas las visiones, todos los planes, todos las acciones de nuestra cultura en todas sus facetas, está implícito por ejemplo también en el proyecto inacabable de "Mejora del Mundo", son los llamados "Mejoradores del Mundo", que tanto abundan entre nosotros, y que exportamos, desde hace siglos, en ingentes cantidades a todos los confines del planeta; y como no, está también en los inmensos proyectos científico-técnicos que viven empapados en la esencia cultural que nos funda, como cultura, desde el medioevo.

Es todo este impulso, esta manera de ver y sentir el Mundo, la existencia, la que ha hecho a nuestra civilización por primera vez una civilización global, y por primera vez es la humanidad del globo entero la que está comprometida por su decadencia.

Como he comentado, nuestra civilización, por su propia constitución esencial, es la que ha sostenido un Globo Metafísico más débil de todas; ha sido en ella donde la "perforación" y posterior explosión de ese Globo ha sido más temprana y completa que en ninguna otra, pero la ruptura de las Burbujas socialmente contruídas traen acarreado siempre un coste emocional, una intemperie
El Desencantamiento del Mundo a partir del Renacimiento, de que hablaba Max Weber, ha permitido reforzar nuestras herramientas de control y dominio, su desarrollo exponencial, para entregarnos en cuerpo y alma, como ninguna otra civilización del pasado, al proyecto de ser "Dueños y Señores de la Naturaleza" (Descartes) gracias a la Ciencia y la Tecnología; y también, como decía mi padre: "al dominio del Hombre por el Hombre a través del dominio de la Naturaleza". Pero al mismo tiempo la palabra "desencantamiento" tiene un doble matiz, en primer lugar tiene la acepción de "librarse de un hechizo"; pero tiene otra acepción que es la "pérdida del encanto", de los "mágico", como categoría relacionado con los magnífico, lo sorprendente, lo digno de ser amado en suma, porque tendemos a amar aquello que tiene un indefinible "encanto". 

En buena parte ese desencantamiento nos expulsa a una intemperie, a un mundo, a una realidad "sin techo", sin "caparazón" que nos proteja de la inmensa Helada Cósmica (Sloterdijk) que proviene de los recién descubiertos inmensos espacios vacíos siderales, donde no somos nada, sólo habitantes de una ínfima roca vagabunda flotando en un inmenso vacío indiferente, rodeados de una helada Nada Cósmica a la que "le importamos" nada, ya perdida la vieja visión de El Padre y La Madre divinas observando, desde más allá de las Esferas Visibles, el quehacer de sus criaturas terrenales, cuidando o castigando, como en una familia, a sus miembros.
Es oficio de los "Mejoradores del Mundo" ir sacando a la intemperie, rompiendo el techo de todos los Albergues Metafísicos de los miembros de otras culturas "atrasadas" y "equívocas", en el sagrado nombre del Progreso Científico-Técnico y de la Razón Ilustrada, así seremos, por fin, todos iguales bajo la universal Helada Cósmica.

El colapso del Globo Metafísico, bajo el peso creciente de la Razón, trae aparejado el debilitamiento también creciente de las otras Burbujas concéntricas anidadas que rodean socialmente a los individuos, y que van quedando expuestas, una a una, a la nueva intemperie cósmica que las debilita. 
La Razón y su Duda Metódica, es un factor desestabilizante de todas las "narrativas" mitológicas, de todas las tradiciones, de toda relación "irracional" de las personas entre ellas y el medio natural, de todos los fundamentos emocionales de los vínculos,  en suma, que sostienen las Burbujas que forman y necesitan los seres humanos para vivir, porque la Razón, siempre instrumental, hace vibrar, hasta romperse esas Burbujas construidas en la irracionalidad emocional, de ahí el concepto de Vico de "La Barbarie de la Reflexión" y su efecto devastador sobre la estabilidad de las Burbujas a largo plazo, y que llevan, al final, a la decadencia de las civilizaciones.

En realidad las civilizaciones avanzadas urbanizadas van destruyendo todos los vínculos emocionales, van "racionalizando" y cargando de "eficiencia" las relaciones humanas, también entre padres e hijos, como si lo primordial de esas relaciones fuese la "formación", la "preparación", la cría adecuada del individuo para sumarse a la Gran Máquina de la civilización; y así surgen iniciativas, para mi demenciales, como la "socialización temprana" de los bebés de menos de 1 año promovida por las administraciones públicas ("progresistas" principalmente), cuando todavía el sistema nervioso, la constitución emocional de los cachorros de mamíferos que somos, no están preparadas para esa clase de interacciones fuera de la Burbuja de amor incondicional. 
Está claro que todo esto son estrategias para que ambos miembros de la pareja sean "productivos" durante la mayor parte del tiempo, que se "libere" a la mujer de la "opresión biológico-patriarcal" para que pueda funcionar bien, para ser otro miembro activo y "productivo" de la sociedad y pague la hipoteca, que es de lo que en buena parte se trata claro... 
Pero ¿de verdad que las madres no necesitan estar con sus hijos muy pequeños?, ¿es que acaso hemos inventado otro nuevo Ser Humano ya "libre" de los "condicionamientos biológicos" que limitan la "libertad" del individuo (siempre el individuo y su "libertad") una vez que la racionalidad ha arrasado con todo los residuos "biológicos-atávicos"?

Para una madre cachalote, para una madre chimpancé, para una leona madre, para las madres de los aborígenes australianos "salvajes"; verse privadas de sus cachorros indefensos en las primeas fases de la vida de éstos y dejarlos rodeados de extraños durante una buena parte del tiempo generaría una angustia insoportable, nuestra sociedad científico-técnica bien educada ya ha "superado" todo eso, pero el efecto emocional del daño a esas burbujas esenciales se sentirán para toda la vida de los individuos, aunque en realidad pensándolo bien esa es la forma en que las civilizaciones superiores "construyen" emocionalmente a los individuos que las forman, es la forma en que el inmenso super-organismo, que es una civilización, "modela" sus "células", conforma a sus "criaturas", gestionando las "espumas" que son los agregados de burbujas que forman los miembros de esa sociedad, "limando" la parte emocional, consiguiendo que el nuevo miembro de la civilización llegue a adulto con su constitución emocional ya sabiendo, profundamente, cuales son las "reglas" de este juego donde le importas una mierda a los demás o al Cosmos, y es tu propio beneficio lo que cuenta, es el individuo y su "libertad" lo que hace "grande" vivir en sociedad. 
Pero para rellenar ese inmenso vacío, de la Helada Cósmica, esa carencia emocional, esa necesidad de llenar con algo externo el empobrecimiento emocional, para eso nuestra sociedad provee los estímulos y bienes que crea el Mercado; por que la civilización crea tanto a los adictos como los productos y servicios que (no) los satisfacen.

Es así como van creciendo y prosperando materialmente las civilizaciones, pero en su lógica interna, en su Barbarie de la Reflexión (Vico) están segando la base emocional y vital que, en el fondo, las sostienen y que acaban llevándolas a su decadencia.

Cuando explotan los Globos Metafísicos lo que acaba quedando son Espumas, multitud de ellas, desparramadas, solitarias aunque agrupadas en inmensos conjuntos, formando "redes", moviéndose en corrientes, adyacentes pero intrínsecamente separadas, pulverizándose en unidades cada vez más pequeñas por el roce del Tiempo y la intemperie, deshaciéndose poco a poco.

La estrategia Hedonista ante un mundo a la intemperie es demasiado arriesgada, vale para cortos períodos de tiempo de una extrema expansión económica y dura algo más sólo, si acaso, para los más agraciados por la fortuna o la cuna; con mucha mayor frecuencia termina en opiáceos (sin receta) o aún más frecuentemente en analgésicos, anfetamínicos, somníferos, ansiolíticos y anti-depresivos (eso sí, con receta médica). 
La adaptación básica intelectual a la intemperie (como en Roma o la India) ha sido siempre el Estoicismo, acostumbrarse a todas las intemperies, sobreponerse a la explosión de todas las burbujas, el desarrollo de la Virtud en la aceptación del dolor y del destino bajo el frío inclemente de la Helada Cósmica que a todos cala hasta los huesos; y cuando, en los períodos siguientes todo esto se vuelva o siga siendo insatisfactorio, asomará, por el Oriente, una Segunda Religiosidad, un (vano) intento de regenerar de nuevo el Globo Metafísico, un último intento tardío de la civilización de sostenerse, ya antes de su  definitivo Ocaso.


Pandemia (I)



(Leones en Sudáfrica en las carreteras vacías por el confinamiento)


Introducción

Cuando estaba en la pubertad, recuerdo haber ido a visitar enfermos con mi padre, médico, en un tiempo, que ahora se me antoja remoto, cuando los médicos visitaban rutinariamente a los enfermos en sus casas. En algún caso, posteriormente mi padre me comentaba que tal o cual enfermo había muerto; y al preguntarle yo por la causa de la muerte, en bastantes ocasiones me decía: "ha muerto de 88", en otras ocasiones "ha muerto de 87" o respuestas similares, las cuales, en mi siempre ávida curiosidad me dejaban un poco insatisfecho,  y en algún caso, cuando intentaba indagar más me soltaba, de mala gana, una retahíla de causas y síntomas interminable, pero para él eso era como una especie de "regodeo" en algo que era mejor no describir, supongo que como una suerte de respeto hacia el difunto al que conocía de toda la vida. Era así como, me decía, morían las personas a las que había llegado su hora, no por una, sino por multitud de causas al mismo tiempo, y era más un ejercicio académico intentar discernir, en la inmensa mayoría de los casos, la causa última de su muerte; lo que aparecía en el certificado de defunción era una de entre esas muchas causas, quizás sólo puntualmente la más severa.

La disquisición del párrafo anterior me sirve para describir lo que creo es la manera en que decaen y terminan no sólo las personas de edad avanzada, sino las civilizaciones; en un proceso "orgánico" donde es quizás más un ejercicio académico intentar discernir cuales son las "verdaderas causas últimas" por las que decaen y terminan desapareciendo en las brumas de la Historia. Quizás la respuesta adecuada a porqué terminan las civilizaciones sea la de mi padre ante la muerte de los pacientes muy ancianos que he comentado antes: "les ha llegado su hora".

Todas las civilizaciones que conozco, por ejemplo las descritas en los trabajos de Arnold Toynbee, han terminado en un conjunto creciente de crisis anidadas ambientales, sociales, demográficas, de recursos, económicas, políticas, culturales, militares, migratorias, emocionales, de salud, etc...que en fases anteriores de esa misma civilización podían superarse sin demasiados problemas, pero ya en las fases decadentes se convertían en una espiral descendente donde se retro-alimentaban unas a otras, con períodos alternados de leves recuperaciones, y con otros de fuertes caídas, pero con una tendencia neta  claramente descendente. 
Es la diferencia de resistencia a "shocks" severos de un organismo joven comparado con uno ya viejo, cuyos tejidos últimos constitutivos del orden social se han ido deteriorando, anquilosando y esclerotizando por la propia dinámica evolutiva de la sociedad, progresivamente cada vez más compleja, artificial, inflexible, abstracta...frágil en suma.

Es lo que ha ocurrido siempre, es lo que le está ocurriendo en nuestra civilización.

En anteriores artículos he descrito como el hombre civilizado, acostumbrado a ver y vivir en un mundo creado por el propio hombre, un mundo ordenado, con edificios altos y carreteras, lleno de líneas rectas, un mundo "lineal" aparentemente bastante predecible salvo pequeñas crisis, un mundo "Bajo Control", un mundo manipulado completamente por el Hombre (o la Mujer), una realidad "atada y bien atada" a nuestros requerimientos, deseos, conveniencias y comodidades, y en apariencia lejos de los avatares del mundo natural, un mundo civilizado; pues gracias a las herramientas de la Ciencia y la Tecnología guiadas por la Razón hemos construido una sociedad que pensamos invulnerable a prácticamente todos los problemas e inseguridades que aquejan o aquejaban a las civilizaciones del pasado, a los "salvajes" o en general al resto de la naturaleza.
A fuerza de vivir en un mundo artificial y ver el mundo con estos ojos creemos que en realidad el mundo ES así y puede seguir siendo así para siempre, y la realidad, me temo, es mucho más compleja e incontrolable; y nuestro mundo, nuestra sociedad moderna tecno-científica global, es especialmente vulnerable, a medio-largo plazo a los problemas causados precisamente por el tipo de herramientas que usamos para pretender controlar el mundo.

Como (pobre) consuelo podemos decir que así han operador todas y cada una de las civilizaciones del pasado, y el desarrollo de estas visiones es consustancial a la adaptación de las personas a un medio artificial potenciado por la cultura urbana (que siempre es la predominante en las civilizaciones: civitas = ciudad en latín), donde las esferas de poder y la custodia de la visión del mundo está en manos no de personas que viven en contacto con la naturaleza y conocen sus ritmos y jugarretas, sino de los poderosos y los intelectuales (filósofos, científicos, historiadores, literatos, políticos, ingenieros, militares, etc...) que han crecido en ese medio artificial y sostienen el paradigma del "Mundo Bajo Control". Quizás nuestra civilización es la que más lejos pretende llevar ese paradigma, pero el resultado será similar, sino peor, al del resto que la precedieron.

Es en este ambiente de absoluta confianza en la invulnerabilidad de nuestra civilización, en la fe absoluta en la omnipotencia de la Ciencia y la Tecnología la cual (pensamos) nos ha permitido superar todos los riesgos y peligros del "medio-ambiente natural", hasta aproximarnos (eso creemos) nada menos que acercándonos a vencer a la vejez, la enfermedad y la muerte; y es en este ambiente, digo, cuando nos ha golpeado La Pandemia, mostrándonos que hay un mundo natural "ahí afuera" hiper-complejo que no atiende a nuestros deseos y que ha irrumpido en la vida de la civilización, arrastrándola a una crisis económica de proporciones cuasi bíblicas sin que nuestros saberes científicos hayan podido evitarlo, una muestra de lo que el "medio-ambiente natural" nos va a enseñar en el futuro, a medida que vayan pasando las décadas (ya lo está mostrando en otros muchos ámbitos pero no lo percibimos....aún).


El Mundo Bajo Control

(Zorro durmiendo junto a una casa en Londres, abril 2020)

¿Pero porqué no podemos controlarlo "todo"?¿porqué "aún" no vivimos en el soñado "Mundo Bajo Control"?

Desde finales del siglo XIX, tal y como describí en un artículo previo, la esperanza en una descripción completa de la realidad usando las herramientas de la Ciencia se aleja de nosotros cada vez más, empezando por el Caos Determinista (problema de los 3 cuerpos, billar de Hadamard, etc...), los teoremas de Incompletitud de la Matemática (Gödel, Turing, Church, Kleene, Chaitin), el Principio de Indeterminación (Heisenberg), el Colapso de la Función de Onda, etc... y en general la duda que los resultados de la Mecánica Cuántica suponen para los principios de Objetividad, Realismo y Localidad tan ontológica y epistemológicamente necesarios para una descripción científica (objetiva), detallada y completa de la realidad.
En cualquier caso la Ciencia, en su conjunto, sigue operando con el mismo propósito de proporcionar las herramientas para la construcción de ese "Mundo Bajo Control", como si, a efectos prácticos,  en realidad nada hubiese cambiado desde el proyecto Galileano-Baconiano-Laplaciano inicial de los siglos XVII al XIX.

Lo que de verdad pienso no es que la Realidad sea más compleja que lo que pensamos, es que, como afirmaba el biólogo evolutivo J.B.S. Haldane que "el universo no sólo es más extraño de que lo que suponemos, sino que es más extraño de lo que podemos suponer", por eso las herramientas de la Razón no sirven, nunca sirvieron y nunca servirán, para crear un completo "Mundo Bajo Control", donde nada se escape, al que aspiramos, siempre, como civilización.

Esta incapacidad de la Razón y sus efectos contraproducentes a largo plazo es una conclusión a que muchos filósofos ya habían llegado en el pasado, como es el caso de mi muy apreciado humanista Giambattista Vico (1668-1744) y el famoso párrafo de su libro Scienza Nouva (1725):

No pudiendo ponerse siquiera dos de acuerdo so­bre un mismo asunto, por seguir todos su propio placer o capricho, llegan a hacer, con sus obstinadas facciones y desesperadas guerras civiles, selvas de las ciudades, y de las selvas cubiles de hombres. Así al cabo de muchos siglos de barbarie, llegan a arrui­nar las malvadas sutilezas de sus ingenios malicio­sos, que con la barbarie de la reflexión les habían convertido en fieras más crueles que las que habían sido con la barbarie del sentido” (Scienza Nouva, 1106)

O expresado en términos menos alegóricos por el mismo autor:

"La historia de las civilizaciones empieza siempre en una Barbarie de la Sensación y termina en una Barbarie de la Reflexión".

Vico reconoce que la Razón no sólo se ocupa del conocimiento del mundo y de la resolución de problemas prácticos, sino también como una "herramienta" al servicio del poder y del deseo del Ser Humano, y la quita del pedestal donde la habían colocado Descartes (y posteriormente los Ilustrados), percibiendo como ese apartamiento del mundo natural, de las "razones ocultas" (poéticas) por las que las tradiciones y mitos se crean y mantienen un orden social y cultural coherente en un medio humano y natural (ecológico diríamos ahora) estable; pero esa "Barbarie de la Reflexión" acaba destruyendo todo mito y toda tradición ("superstición") creando una espiral cada vez más artificial, abstracta, solitaria y destructiva, sobre el medio social y natural, en sus "selvas cubiles" de las que hablaba Vico, el desencadenamiento de un inmenso descontento y los desórdenes civiles es una de sus secuelas, junto con la destrucción del medio natural que rodea a la civilización.

O como dice Donald Kingsbury:

"La tradición son un conjunto de soluciones para problemas que hemos olvidado. Tira a la basura la solución y tendrás de vuelta los problemas...."

Simplemente la razón sola no puede aproximarse a conocer y "resolver" la extrema complejidad del Mundo y sus intrincados caminos a largo plazo (Mundos Natural y Humano, íntimamente relacionados). La Razón es una "herramienta" que en su uso excesivo como única herramienta legítima del conocer y de regulación de las relaciones de los hombres entre sí y en con el mundo natural, conllevan inevitablemente a las catástrofes que hemos observado en todas las civilizaciones y que observamos en la nuestra, aún más embebida que ninguna otra en la Barbarie de la Reflexión.
Habría que preguntarse porqué la mayoría de las culturas aborígenes que tienen un contacto íntimo con la naturaleza, y que es como el Homo Sapiens ha vivido el 95% de su tiempo como especie, consideran "sagrados" los animales, los bosques, los ríos, las montañas, el viento...y como viviendo en esa profunda irracionalidad oímos por ejemplo a los aborígenes australianos contar historias que hablan de morfologías geológicas que existieron hace 10.000 años y ahora los científicos están empezando a darse cuenta que no eran "cuentos chinos" de los "salvajes", sino que están delante de una cultura oral que ha durado muchos milenios, pero ¿qué civilización puede decir lo mismo?. 
Ya, ya sé que la mayoría de la gente piensa que nuestra civilización científico-técnica perdurará mucho más de 10.000 años rebotando de estrella en estrella, pero a la vista de lo que le ha ocurrido a todas y cada una de las civilizaciones del pasado, yo lo dudo, porque además los signos en contra de esa permanencia milenaria de la nuestra se acumulan ante nuestros ojos día a día.

En realidad, para los espíritus sutiles de antaño, como Vico, Goethe, H.D. Thoreau, Dostoyevski, Nietzsche,  Spengler y tantos otros, no hacía falta esperar a los resultados del Caos Determinista, a los Teoremas de Incompletitud o a los resultados de la Mecánica Cuántica para distinguir con meridiana claridad la pobreza del proyecto matemático-mecanicista de explicación del Mundo (siempre con vistas a su control) que era el paradigma fundamental del tiempo en que vivieron (con "relojero-Dios" o sin "relojero" divino)

Dice la famosa frase de Goethe que recoge Schopenhauer en el inicio de su famoso libro "El Mundo como Voluntad y Representación":

   "¿Y si al final no se pudiese sondear la Naturaleza?"

Como otro ejemplo de crítica al racionalismo exacerbado tenemos también las tesis de Nietzsche cuando se enfrenta al "Ideal Socrático" en su excepcional libro "El Origen de la Tragedia en el Espíritu de la Música" (1871). Dice Nietzsche respecto a Sócrates:

"Investigar las causas y distinguir el verdadero conocimiento del aparente y del erróneo, pareció al hombre socrático la vocación más noble, la única digna de la Humanidad; y desde Sócrates, este mecanismo de los conceptos, juicios y deducciones fue considerado el más alto favor, el presente más maravilloso de la Naturaleza, y estimado por encima de todas las demás facultades".

Luego dice Nietzsche en el mismo libro respecto a la Ciencia de manera profética (habla en 1871) sobre lo que ocurriría a principios del siglo XX:

"Pero ahora la ciencia, aguijoneada por su vigorosa ilusión, corre presurosa e indetenible hasta aquellos límites contra los cuales se estrella su optimismo, escondido en la esencia de la lógica. Pues la periferia del círculo de la ciencia tiene infinitos puntos, y mientras aún no es posible prever en modo alguno cómo se podría alguna vez medir completamente el círculo, el hombre noble y dotado tropieza de manera inevitable, ya antes de llegar a la mitad de su existencia, con tales puntos límites de la periferia, donde su mirada queda fija en lo imposible de esclarecer. Cuando aquí ve, para su espanto, que, llegada a estos límites, la lógica se enrosca sobre sí misma y acaba por morderse la cola - entonces irrumpe la nueva forma de conocimiento, el conocimiento trágico, que, aun sólo para ser soportado, necesita del arte como protección y remedio."

Pero para nuestra sociedad simplemente esos "límites" de los que habla Nietzsche no son visibles.

Por otro lado cuando Nietzsche, en su libro "Así Habló Zaratustra" (1883) decreta que "Dios Ha Muerto", en realidad de lo que habla es de la muerte, en Occidente, de toda Metafísica, habla de la muerte definitiva del concepto mismo de Verdad, que proféticamente adelanta lo que luego se expresará en las sucesivas crisis epistemológicas de la Ciencia del siglo XX y que tiene el mismo reflejo en toda la posterior filosofía Post-Moderna con la negación de toda Certeza, de toda Verdad, de toda Esencia, y la imposibilidad de toda Metafísica. Nietzsche hablaba, proféticamente, del próximo e inevitable triunfo del Nihilismo y así ha sido, como ha ocurrido antes en todas las civilizaciones, como cuando el culto Pilatos, claro exponente del generalizado nihilismo romano de la época, pregunta a Jesús "¿Qué es la Verdad?".

Nietzsche refleja la muerte de todas trascendencia, en el triunfo absoluto del Materialismo, desde finales del siglo XIX (es el universo mecánico "del reloj" que ya no necesita "relojero") y que no hace más que profundizarse en los crecientes nihilismos y pragmatismos del siglo XX; que se corresponde con idénticos períodos en la civilización greco-romana con el gran escepticismo tardío del Helenismo y del ámbito romano, ya volcado en el pragmatismo, y la conversión de los sistemas filosóficos en meros sistemas de análisis ético (Epicureismo o Estoicismo); al igual que ocurre en la India con el advenimiento de Buda, el Sócrates indio, que establece un sistema meta-filosófico ateo y en general nihilista y centrado en la ética, con una concepción bastante individualista de una suerte de "salvación" que equivale a un abandono del Deseo, a la manera de Epicuro, y que coincide, como no, en ese tiempo en la India, con una gran serie de escuelas filosóficas materialistas que niegan toda trascendencia y de la que el Budismo (como el Estoicismo o hasta cierto punto el Socialismo moderno) son la reacción filosófica ética ante el alud materialista-hedonista (hoy diríamos "individualismo consumista").

Quizás podríamos tratar de expresar esas concepciones filosóficas de Vico o Nietzsche o Spengler respecto a la validez absoluta de la Ciencia para explicar el Mundo con vistas a su control, como la estrategia básica de la civilización; y es que, queridos lectores, en realidad que nadie se engañe, al final el objetivo último del Proyecto Científico, desde sus inicios con Descartes o Bacon, siempre ha sido y será "El Mundo Bajo Control" al que aspiramos gracias a la Razón. El objetivo nunca ha sido ni será un presunto ideal virtuoso filosófico del "conocimiento por el conocimiento" que en realidad nadie adulto cree, ni comparte, ni nadie financia, y por supuesto nuestra civilización está orgullosa de que así sea; después de todo este proyecto de controlar el Mundo tiene unas bases éticas innegables (por supuesto siempre desde nuestra concepción ética civilizada de la realidad, claro), como ya describí en un artículo previo. En realidad los que vivimos en la civilización no podemos hacer "otra cosa".

Os voy a decir una cosa al oído: ese ideal del Mundo Bajo Control nunca ha funcionado y nunca funcionará, de hecho normalmente su despiadado despliegue sólo consigue, pasado una determinada fase, acelerar la destrucción en lo que Walter Benjamin llamaba "El Huracán del Progreso".

En realidad, a pesar de todo los desarrollos científicos y matemáticos de la primera mitad del siglo XX, y sus consiguientes terremotos epistemológicos, la Matemática sigue siendo Platónica a la manera de Frege (hay una verdad conceptual universal en el Mundo de las Ideas, independiente del lenguaje, los conceptos o las características del ente pensante real que accede a ellas y las piensa) y las Ciencias Experimentales siguen siendo pragmáticamente Laplacianas (hay una predictibilidad muy alta de la Realidad que sólo deja fuera aspectos que podemos calificar de marginales de la misma, en la escala del parámetro h de Planck,  y esto como concesión al bueno de Heisenberg).

Pero la duda sobre la veracidad de los fundamentos científicos-filosóficos-racionales que sostienen la civilización llega, tarde o temprano a toda civilización en su años de decadencia y toman la forma de una "Segunda Religiosidad", es el paso de la Edad de la Razón a la Edad de la Memoria. Proceso que ocurre una vez que la "sedación" Neo-Estoica (Estoica, en el Imperio Romano, Budista en la India, probablemente Socialista en nuestra civilización, etc...), que son completa y radicalmente racionalistas, no resuelven la infinidad de problemas sistémicos anidados. Esta nueva religiosidad toma la forma normalmente de cultos importados (Oriente siempre ha suministrado un gran surtido), y se produce una vez la destrucción causada por las herramientas desplegadas para conseguir "El Mundo Bajo Control" civilizado alcanzan un determinado nivel insostenible y pueden observarse por doquier sus "rendimientos decrecientes" en forma de destrucción de formas sociales de vida, de vínculos entre las personas entre si y la naturaleza, destrucción de recursos y de medios de sustento, destrucción del medio natural, alteración profunda de la base emocional de los individuos y en general todo el conjunto de crisis convergentes que he descrito en más de una ocasión, y también, como no, por el profundo rencor de las promesas materiales incumplidas, de los "paraísos perdidos" que lleva implícito todo ese proyecto racional, promesas que, en realidad, eran su fundamentación ética última.


La Gran Monetización

           (Chacales en Tel Aviv, abril 2020)

Razón viene de "ratio" de una comparación de cantidades, una evaluación, siempre parcial e instrumental, de causas y efectos, es en realidad la mente fría "desencantada" (Max Weber) intentando evaluar el Mundo en todas sus manifestaciones, el ideal Galileano o Baconiano o Leibnitziano del "Conocimiento por el Cálculo"; reduciendo, por ejemplo, las relaciones humanas a "contratos" el Contrato Social (Rousseau), en los términos abstractos del Derecho, definiendo hasta los últimos detalles de los conflictos y las conductas de las personas entre sí por  las personas cultas que lo redactan; el Derecho racional como tecnología punta de las relaciones humanas. 

En el mundo de la Ratio, lo sagrado retrocede, todo se evalúa, se "pesa", se "mide", lo que subyace es que todo, de alguna manera es cuantificable, y, por tanto, tiene un valor asociado que podemos relacionar y comparar cuantitativamente, con otros valores; a esto lo llamamos, como no, "precio", es la lógica intrínseca de las sociedades fuertemente  Monetizadas, la lógica del Dinero, en continua expansión en todo lo que nos rodean; es por eso que las épocas racionalistas surgen a consecuencia del creciente auge del Dinero o de las clases que se ven favorecidas por él, que nosotros en los últimos siglos llamamos "burguesas" (literalmente burguesas = "que viven en ciudades"). Lo sagrado, es, por definición, "lo sin precio", que queda como un residuo, como una reliquia del pasado en las sociedades über-racionalistas, que es preciso eliminar para que la sociedad funcione, de verdad, de forma "eficiente" (con su carga de destrucción incluida, claro). De todo este proceso de Racionalización y Dinero en hablado en 2 artículos previos: aquí y aquí.

Ese aspecto de racionalización instrumental creciente puede verse también en la conversión de la intimidad, y en general de todos los aspectos de la vida, en ámbitos monetizables, que es lo que son las redes sociales en internet, y que exponen nuestra intimidad junto a anuncios (llega a ser casi lo mismo), o entretenimientos varios previo pago, o el mercado de los juegos digitales de los niños (ya apenas juegan en la calle), o el ejercicio físico en gimnasios, o el cuidado de los niños y los ancianos subcontratado a empresas o instituciones públicas, o la música enlatada o en conciertos y para nada en comunidad, etc...; todo, absolutamente todo está monetizado o próximo a serlo (en instituciones o empresas públicas o privadas que hacen crecer el PIB, y eso siempre es positivo), y por tanto racionalizado para conseguir la máxima eficiencia y la máxima destrucción de los vínculos personales, las emociones  y otros aspectos irracionales de la Vida. 
Siempre hay un emprendedor dispuesto a expandir el ámbito de lo monetizable y a convertir lo que antes hacía la Comunidad, mediante intercambios personales, por algo en lo que ahora se intercambia dinero entre desconocidos. Ya somos "libres" no dependemos de nadie, no "necesitamos" a nadie, no necesitamos a la "tribu", al "clan", a la familia extensa o incluso la nuclear; pues el Mercado (previo pago directo de dinero) o el Estado (previo pago diferido de dinero en impuestos), como las dos grandes instituciones burocráticas abstractas racionalizadas de intercambio de dinero, proveerán, siempre según contrato, todo lo que necesites (está claro que, por ejemplo, los aspectos emocionales de los niños muy pequeños y los ancianos en sus últimos años no se perciben como "necesidades" en nuestra sociedad)...hasta que no sea así, claro.

En este juego de crecimiento de la racionalización/eficiencia el  objetivo de la izquierda es dar más peso al Estado y menos al Mercado en la conversión de lo Comunal en Abstracto-Racional; el de la derecha es promover la "iniciativa privada" para el mismo fin. Bueno en realidad, como he dicho en más de una ocasión, son dos caras de una misma moneda; aunque la labor de la izquierda ha conseguido atenuar, en buena parte, los impactos más negativos económico-sociales del Mercado entre los más desfavorecidos.
Si bien por otro lado hay que decir que la izquierda tradicionalmente ha sido mucho más beligerante en la deslegitimación de las tradiciones, de todo mito ("superstición") y paradógicamente debemos a los muy racionales "Mejoradores del Mundo" progresistas una parte no despreciable del triunfo del Dinero que vemos hasta en las más recónditas regiones de la Tierra y los más recónditos ámbitos personales, pues una vez destruidos los "relatos míticos", las tradiciones, el sustrato mítico-irracional que sustentaba formas de vida "antigua" ("retrógrada" se considera), el camino está abierto al dominio completo de las abstracciones, de la burocracia (intermediaciones burocráticas del Estado o del Mercado, en la que salen siempre favorecidas las clases ilustradas), y del Rey Mercado, que siempre viene detrás, una vez ya la senda selvática ha sido desbrozada por los "Misioneros del Progreso".

Es una fantasía pensar que el Estado y el Mercado son entes aparte en el mundo abstracto, monetizado y racional de las civilizaciones avanzadas; en realidad crecen y se auto-sostienen uno al otro; de hecho no es casualidad que el Capitalismo y los estados fuertes empezaran su despegue al unísono en el siglo XVI, ambos se necesitan para operar en el marco estable  de los "contratos" sobre los que se asienta su poder y donde prosperan, desarrollando ambos una burocracia tecnocrática siempre creciente. Es así como se desarrollan las civilizaciones.

Por otro lado en el pasado personas sensibles a algunas de las dinámicas destructoras de la evolución de la sociedad (como Marx), plantearon utopías para superar las contradicciones en el seno de la sociedad, partiendo de la base de que todos los problemas estructurales en el seno de la misma provenían del Capitalismo y, por tanto, de quién tenía la propiedad de los medios de producción, por lo que la solución que se planteó parecía obvia...
Pero los intentos de reducir el Mercado al control de las burocracias estatales del Partido Único (las llamadas "Dictaduras del Proletariado") no funcionaron demasiado bien, entre otras muchas cosas pues ya no existía el papel de "Poli Bueno" y "Poli Malo" que se requiere para mantener el "juego civil" de la sociedad contractual, donde los ciudadanos perciben, alternativamente, según su ideología, a uno de esas figuras (El Estado, o El Mercado), respectivamente como " El Bueno" y "El Malo" de la película. 
En los estados autoritarios controladores absolutos del poder político y económico, acaba habiendo sólo un "Poli Malo"; por lo que se vuelven bastante frágiles, en cuanto a legitimidad, cuando cesa la presión de las bayonetas.

Bueno en realidad los problemas sociales de las sociedades regidas por la Dictadura del Proletariado y en general el descontento de su población con la situación socio-económica pienso que deriva de una cuestión fundamental, que tiene que ver precisamente con la fase de la civilización donde actúan. Y es que creo que en el fondo lo que ocurrió es que Karl Marx, el principal pensador sobre el que se construyen los fundamentos ideológicos de esos sistemas políticos, trabajaba siempre sobre categorías relacionadas con la "Necesidad", cuando lo que de verdad cuenta, en determinadas fases avanzadas de las civilizaciones, no es la Necesidad, sino el "Deseo".

Para aclarar lo que comento en el párrafo anterior usaré el concepto de Marx de "El Fetichismo de la Mercancía", que él usa como un concepto expresado en términos de poder y de intercambio, asimilando que la dinámica de ese "fetichismo" es producto del tipo de relaciones económicas capitalistas en que está inmerso el proletariado. 
Marx en el 1º tomo de "El Capital", describe la forma de superar "El Fetichismo de la Mercancía" usando la metáfora del náufrago Robinson Crusoe y que son , por tanto, las "recetas" para la futura sociedad ideal comunista. Dice Marx:

“Finalmente, imaginémonos, para variar, una asociación de hombres libres que trabajan con medios colectivos de producción y que despliegan sus numerosas fuerzas individuales de trabajo con plena conciencia de lo que hacen, como una gran fuerza de trabajo social. En esta sociedad se repetirán todas las normas que presiden el trabajo de un Robinson (Crusoe), pero con carácter social y no individual. Los productos de Robinson eran todos productos personales y exclusivos suyos, y por tanto, objetos directamente destinados a su uso. El producto colectivo de la asociación a que nos referimos es un producto social... Como se ve, aquí las relaciones sociales de los hombres con su trabajo y los productos de su trabajo son perfectamente claras y sencillas, tanto en lo tocante a la producción como en lo que se refiere a la distribución.”

Los argumentos de Marx son los de alguien con raíces intelectuales en un mundo "antiguo", de la Necesidad ("a cada uno según su necesidad", decía), donde se suponía que los bienes reflejan la "satisfacción de necesidades", nada que ver con lo que ocurre en realidad en las civilizaciones ya avanzadas con predominio urbano, donde la ruptura de la Comunidad, el apartamiento de los vínculos humanos, hacen crecer exponencialmente "El Fetichismo de la Mercancía", y en eso da igual el sistema de producción y quien es el propietario de los mismos, lo relevante es el "vaciamiento" interior de los individuos que confiere tendencias adictivas a los miembros de la sociedad en que viven. Las civilizaciones son super-organismos que "moldean" a sus miembros, a sus "células" constitutivas.

Cuando se aleja La Sangre, crece La Mercancía.

La Mercancía, el producto, acaba envuelto en sueños, en "phantasias", sitúa al individuo descolocado por la pérdida de referentes comunitarios, de centros de gravedad emocionales, a aceptar los señuelos del Mercado, porque el "Deseo" siempre es lo que los otros desean, o nuestro deseo, es en rigor "el deseo de los otros", ya que el Hombre no habita un universo natural, sino uno simbólico. 
Los productos son mucho más que meras "necesidades" en el tipo de sociedad huérfana donde vivimos, aunque pueda pensarse que pobremente, en realidad es cierto que proveen un degradado "sentido" en un mundo vaciado del mismo. 
Esto es aún más relevantes cuanto más se sube en la escala de las clases sociales, por su propia dinámica de racionalización y vaciamiento comunitario, y es que son siempre las clases acomodadas e intelectuales (las "creadoras de opinión") las que lideran las revoluciones, nunca los pobres (que sólo lideran revueltas  fácilmente aplastables).

En realidad desde el siglo XVII no ha habido ninguna gran revolución que no haya sido "burguesa" (esa es la extracción social y ámbito de vida de los hombres ilustrados que las han promovido) y no haya conseguido, por medio de la destrucción a fondo de todas las tradiciones míticas y culturales, el triunfo final del Dinero (a través de la racionalización y construcción de una sociedad "contractual" abstracta ordenada, en todos sus aspectos, si se rasca un poco, por el Dinero), ya sea la Gloriosa en Inglaterra de 1688, la de 1789 en Francia, la de América en 1776, la de Rusia de 1917, la China de 1949, las Revoluciones de Colores del ámbito post-soviético, etc...De hecho las revoluciones basadas en el Materialismo Dialéctico normalmente han sido mucho más eficaces en la destrucción de lo que quedaba de los fundamentos mítico/culturales tradicionales que regían la forma de operar "orgánica" de las comunidades campesinas (antes de los "Enclosures" del Mercado o del Estado. dos caras de la misma moneda), en algunos casos célebres los "Enclosures" realizados por el Estado, ideados por los burócratas ilustrados urbanos en base a sus "recetas" utópicas abstractas, y aunque siempre ejecutadas en nombre del Bien Común, han sido devastadores, y han terminado con muchos millones de muertos en el proceso, llevando al triunfo absoluto de la abstracción, del contractualismo utópico y al final, a medio plazo, como no puede ser de otra forma, con la vuelta al "redil" y al triunfo del Dinero privado (ver la China y la Rusia actuales).

Pero volviendo a la caída de los regímenes del otro lado del Telón de Acero y al concepto de "Fetichismo de la Mercancía": ¿como se puede provocar "Deseo", como se suministra y administra, cómo se gestiona éste en los Planes Quinquenales?; en realidad el que revienta el Muro de Berlín es Edward Bernays, porque simplemente había llegado "su" tiempo.
La izquierda Hegeliana, hijos pródigos de la civilización, acaban siempre volviendo al redil.
Muchos dicen que en realidad las masas del antiguo espacio soviético buscaban la "libertad" y eso hizo caer a esos regímenes autoritarios, y sin embargo China vive en un régimen igual o más autoritario que el de los antiguos regímenes del otro lado del Telón de Acero europeo y goza de una estabilidad social, en las grandes escalas, que ya la quieren para sí muchos países occidentales poderosos actuales. Deng Xiaoping entendió perfectamente lo que había pasado en el bloque soviético, que todo eso no "iba" sobre la "libertad", y se adaptó a las circunstancias sin renunciar un ápice al autoritarismo y al Partido Único... ¿tendrá que ver algo lo que he expuesto anteriormente con todo eso? Yo creo que mucho y para mí lo explica perfectamente.

No voy a detenerme en exponer todos los argumentos y detalles por lo que he llegado a esa conclusión, no es el objetivo de este artículo.

Volviendo al hilo del artículo, por todo eso, por el inmenso impacto emocional, vital, la gran inestabilidad socio-económica y las crisis anidadas  que esta dinámica provoca, es por lo que las civilizaciones, todas, decaen.

No estoy haciendo un juicio de valor en todo lo que he descrito anteriormente, en realidad el programa racionalista de Progreso y el Mundo Bajo Control permiten una mejora considerable en las vidas de las personas en su desarrollo durante varios siglos, pero lleva implícito en su interior el germen de la destrucción, que sólo es claramente visible cuando sus efectos lo invaden todo, y es que las civilizaciones, como gigantescos super-organismos, "tienen", "modelan" a las personas que, "construidas" por ellas, profundizan en las dinámicas que he descrito como algo "natural" y "bueno", porque han nacido bajo los estímulos "primordiales" de esa forma de ver y sentir el mundo; y es que estamos construidos en ese ámbito que ha modelado nuestros cuerpos, mentes y emociones, aparte del inmenso aparato de poder técnico-burocrático (estatal y privado) que produce y a la vez se necesita para mantener a las colosales urbes modernas que sólo pueden operar de esta forma.


Las Neo-Catástrofes

(La luz de San Francisco bajo el humo de los inmensos incendios de septiembre 2020)

Nuestra sociedad ha cambiado mucho en el tiempo en todos los sentidos, observemos, por ejemplo, un aspecto específico particular de la vida de las sociedades civilizadas; observemos las "Catástrofes" (excluidas las bélicas), es decir, los sucesos dramáticos que conllevan la pérdida de cientos o miles de vidas, siempre, por definición de forma inesperada (no por ejemplo como las guerras), y que marcan las historias y narraciones de una época al afectar a los países más desarrollados, al núcleo de la civilización, y no distinguir entre ricos y pobres.

Ya sabemos que las catástrofes en el 3º Mundo, para la mentalidad de buena parte de la población del mundo desarrollado, han sido siempre considerados como algo cuasi "rutinario" y si adquieren relevancia, nunca llegan a marcar la psique de las personas de las sociedades "núcleo" de la civilización; por ejemplo las hambrunas de Africa o la India a finales del siglo XIX y principios del XX, nunca pudieron competir, en impacto emocional para la sociedad occidental, con el hundimiento del Titanic (1912); así como el hambre en Etiopía de mediados de los años 80 del pasado siglo no supuso, ni de lejos, el mismo trauma para las sociedades desarrolladas que el accidente de Chernobyl más o menos en la misma época, o los atentados del 11-S un par de décadas más tarde.

Para hacer fácilmente la comparación basta revisar cuantos libros, relatos, novelas, documentales, series de TV, películas, etc... se han realizado tras varias décadas del suceso, basados en uno u otro tipo de sucesos catastróficos para saber la verdadera relevancia social de los mismos, más allá del "buen tono" de conmoverse por las desgracias masivas de los hambrientos de piel oscura en países lejanos....Las catástrofes del 3º Mundo, simplemente, a ojos del núcleo de la civilización, no lo son, sino que se consideran más bien tristes desgracias, en parte inevitables, y que son sólo un aspecto más de la (dura) vida de esas regiones. 

Evidentemente se ha trabajado mucho, también desde occidente, en prevenir y mitigar los efectos de esos desastres, pero de lo que hablo es del trauma "real" en la psique occidental, una vez  éstas suceden.

No hay un juicio de valor al respecto, simplemente somos así, nos ocupamos de los peligros y riesgos que nos atañen a nosotros y nuestros seres queridos, y lo que pensamos no nos pueden suceder a nosotros y a los que nos rodean pierden, inevitablemente, relevancia. El 11-S o en general los atentados terroristas masivos en Occidente suponen un trauma, mil veces repetido, pero que palidecen, en el número de víctimas, al compararla, por ejemplo, con los efectos del terrorismo en muchos países de Oriente Medio (en buena parte "gracias" a las intervenciones occidentales), o cualquier semana de bombardeos masivos en las fases álgidas de la guerra del Vietnam o peor aún en Corea (los bombardeos masivos con napalm a la población civil en Corea fueron mucho peores, afectó a un porcentaje mucho mayor de la población) o incluso los de las guerras de Irak con sus decenas de miles de "daños colaterales" o la destrucción de países enteros y su posterior conversión en "estados fallidos" como la intervención "humanitaria" de la OTAN en Libia promovida nada más y nada menos que por un Premio Nobel de la Paz (Barack  "Hope & Change" Obama) y su extraordinariamente belicista Secretaria de Estado (Hillary Diane Rodham Clinton).

Nuestra civilización hiper-compleja y global ha cambiado completamente, también, la estructura de los sucesos catastróficos recientes; pues si nos fijamos en los eventos catastróficos del pasado, los anteriores a mediados del siglo XX, como por ejemplo el hundimiento del Titanic (1912), el incendio del Hindenburg (1937), el incendio y hundimiento del barco General Slocum (1904), la explosión de Halifax (1917), etc... veremos que hay una serie de características similares a todos ellos:

a) Las causas últimas  suelen ser relativamente fáciles del discernir y quedan pocos puntos oscuros que explicar. Por tanto no suelen darse muchas "teorías de la conspiración" en ellas (aunque siempre ocurren). 

b) Hay una linealidad de causas - efectos que explica el suceso y por tanto las medidas para la mitigación de los efectos y para evitar su repetición suelen ser relativamente fáciles de implementar y suelen ser bastante efectivas.

c) Los efectos de estas catástrofes quedan reducidos a una zona específica y no afectan a áreas muy extensas y mucho menos a toda la Tierra.

d) Los efectos negativos de los desastres, salvo para los heridos y las familias de los fallecidos, no perduran en el tiempo, es decir, no hay nuevos afectados por el desastre y la zona, el país, la sociedad afectada, se recuperan rápidamente del suceso.

Es decir, las catástrofes del pasado, salvo contadas excepciones, eran lineales, locales y temporales.

Pensemos ahora en lo que llamo "Neo-Catástrofes", las catástrofes de la era industrial tecno-científica  globalizada, veamos las grandes catástrofes industriales, naturales o sociológicas recientes, como los accidentes de Chernobyl, Fukushima, los inmensos incendios del Ártico (Canadá y Rusia) y de las selvas Ecuatoriales (Amazonas, Indonesia, África), los cada vez más frecuentes grandes huracanes que devastan el Caribe y los estado del Sur de USA, los atentados del 11-S, etc...

Si ahora analizamos las catástrofes listadas en el párrafo anterior nos encontramos que todas o casi  todas ellas pierden las características descritas de las catástrofes "antiguas":

a) No se pueden identificar claramente las "causas últimas" hay multitud de factores que intervienen y acaban desencadenando el evento castastrófico o amplificando los daños, pero no se puede discernir claramente su secuencia, esto desencadena, con frecuencia, "teorías de la conspiración" de muy diverso tipo; que vienen alentadas, en el fondo, por un profundo malestar emocional en la sociedad.

b) En muchos casos no hay una relación lineal entre una de las posibles causas y el efecto, o entre los efectos y el daño que se va a producir en el entorno o las personas o en los efectos futuros de esos daños, como puede ser el efecto de los accidentes de Chernobyl y Fukushima sobre las futuras generaciones y el medio ambiente, por ejemplo en el Pacífico, o el efecto a medio-largo plazo de los incendios en el Ártico sobre la irradiación solar, el ciclo del agua, el permafrost, etc...

c) Los daños de esas catástrofes tienen un impacto global, como ha sido la nube radiactiva de Chernobyl o la contaminación radioactiva global de los océanos debido al accidente de Fukushima, o el efecto de los grandes huracanes e inundaciones en la producción y precios de los alimentos en USA y China, los efectos en la vida de millones de personas a consecuencia del 11-S y las posteriores medidas de la llamada "Guerra Contra el Terrorismo", etc.... El efecto de estas catástrofes tienden a sentirse en todo del Mundo de una forma u otra.

d) Los efectos de estos eventos no están confinados al momento en el que suceden y a las personas que lo sufren en primer lugar. Los efectos adversos, en algunos casos, durarán quizás "para siempre" (hasta que nadie sepa siquiera que existieron) como son la amenaza siempre presente del "Sarcófago de Chernobyl" o los 3 reactores con su núcleo fundido de Fukushima Daichi de los que no se tiene una idea clara de cómo acometer la limpieza o eliminación de esa amenaza para los seres humanos y los ecosistemas oceánicos de todo el mundo.

e) No se tiene la menor idea de cómo solucionar estos problemas, a pesar de la extrema confianza que la sociedad tiene en el sistema Científico-Técnico, por ejemplo, en el caso de Chernobyl en 2016 se ha instalado un 2º sarcófago de contención (se estima que durará entre 50 y 100 años), ya que el primero que se instaló poco después del accidente, estaba muy deteriorado; pero nadie apuesta por realizar la limpieza y extracción del núcleo fundido y almacenarlo en "lugar seguro" (si es que tal cosa existe). Igualmente, pero peor, en el caso de Fukusima, pues se trata no de 1 sino de 3 reactores con el núcleo radioactivo fundido que han vertido una gran cantidad de contaminación radioactiva al Océano Pacífico y que de momento la contaminación hídrica se ha contenido con unas costosas barreras de hielo que dejan pasar una parte del agua subterránea, lo cual obliga a filtrarla (que nunca limpia el 100% de los residuos radiactivos) al ritmo de unos 170 m3/día y este agua se acumula en la zona de la central en recipientes hasta almacenar actualmente del orden de 1,3 millones de toneladas, los cuales están muy contaminados con diferentes radio-isótopos (no es cierto que sólo esté contaminada con tritio, que ya es malo de por sí) y recientemente el gobierno japonés va a descargarlas, le pese a quien le pese, en el Océano Pacífico, bueno habrá que irse acostumbrando a los isótopos radioactivos en nuestros baños veraniegos y en el pescado, porque lo van a tener que hacer de forma rutinaria, bueno, es el precio del "Progreso". Las estimaciones actuales del proceso de descontaminación es que durará uno 30 - 40 años y costarán unos 470.000 millones de $ (del orden del 40% del PIB de España), pero estos son estimaciones muy preliminares sin conocer el alcance detallado del proceso, pues actualmente no se tiene una tecnología adecuada para realizar ese trabajo y aún se están desarrollando (se están probando robots que sólo consiguen que duren unos minutos en funcionamiento en las zonas de alta radiactividad). Como Chernobyl, es posible que esa limpieza en realidad no se efectúe "nunca". El problema de la contención de Fukushima es mucho peor que el de Chernobyl, ya que los núcleos radioactivos fundidos han alcanzado capas freáticas y no es posible ponerles un sarcófago encima sin más, hay primero que contener ese agua y a medio plazo sacar esos núcleos (con unas emisiones radioactivas que ninguna máquina existente aguanta más que unos pocos minutos antes de convertirse en un residuo radioactivo a limpiar más).

Si se analiza con un poco de perspectiva la evolución de las catástrofes, lo que se constata es que, respecto a las catástrofes de finales del siglo XIX y principios del siglo XX lo que hemos hecho es aumentar y acelerar nuestro impacto en el Mundo por medio del uso de nuevas fuentes de energía extraordinariamente complejas y peligrosas (energía nuclear) y un uso varios órdenes de magnitud mayor de las energías existentes (fósiles), liberando sus desechos en el medio ambiente; además ese impacto masivo y acelerado  sobre el Mundo alcanza también el aspecto cultural, con el arrasamiento de cualquier otra visión del Mundo que no sea la Occidental y su conjunto de valores "normalizados" de nuestra Ilustración, y que ha producido una reacción de rechazo en determinados ámbitos que llamamos "atrasados", como en determinadas zonas del Mundo Islámico.

El incremento de esa energía liberada en el mundo origina que, como ocurre en la Mecánica de Fluidos, al aumentar la energía de ese sistema, el fluido pasa de tener flujo "laminar" a "turbulento" generando un conjunto inesperado y "caótico" de vórtices (turbulencia) que hacen que el conocimiento exacto de las trayectorias futuras del sistema y su efecto ya no sean completamente predecibles, se vuelven profundamente No Lineales, y se propagan con mucha facilidad en el medio, perdurando en el espacio y en el tiempo de forma difícilmente predecible.
El aumento de la energía en el sistema hace aumentar todo este efecto consistentemente y por supuesto podríamos usar la metáfora también del Principio de Acción y Reacción, y así a todo incremento de nuestra acción sobre la Naturaleza, hay una reacción por parte de la Naturaleza (o el Mundo Natural) a nuestra acción, nosotros llamamos "adaptación" de la Naturaleza al mundo que alteramos, pero es en rigor, creo, mucho más que eso...

Otro símil que podemos pedir prestado también a la Mecánica de Fluídos es el "Acoplamiento" de las variables, por ejemplo cuando se modelizan los fluidos líquidos, aquellos en que se considera que la densidad es constante (o casi), se usa, como simplificación, que el campo de temperatura (la distribución de las temperaturas en el seno del fluido), no es relevante a la hora de definir las fuerzas que actúan sobre el fluido, es decir, "los problemas térmico y mecánico están desacoplados" y una vez resuelto (definido) el campo de velocidades, se puede deducir, por balance energético, el campo de temperaturas; pero en el caso de la Convección Natural en gases, donde los cambios de densidad si son relevantes en el balance de fuerzas, los problemas térmico y mecánico están acoplados, lo cual añade una capa de complejidad mayor a la resolución de la modelización y no linealidades adicionales. Esto ocurre también, por ejemplo en un líquido si al aumentar la energía el cambio térmico es mucho mayor.
Pues bien en nuestro mundo actual, problemas que antes estaban "desacoplados", al subir la energía implicada en los fenómenos, o nuestra "Acción en el Mundo" empiezan a estar acoplados, y esto añade capas y capas de complejidad y dificulta el discernimiento de las "ideas claras y distintas" sobre lo que hacer (o no).

El filósofo Paul Virilio analizó en su obra el fenómeno de la aceleración de la sociedad contemporánea, y lo relacionó también con la aceleración de los "accidentes", llegando a proponer un "Museo de Accidentes" en uno de sus artículos; porque según este autor, usando la famosa frase de Aristóteles pero dándole otro sentido "El accidente revela la sustancia", también en nuestra sociedad y yo estoy de acuerdo.

Hablando de la exportación a nivel global de nuestro valores de la Ilustración, pienso que es una fantasía tradicional de buena parte de la izquierda la de revindicar que esos valores ilustrados son: 1º "Universales" y 2º  "no tienen nada que ver con el Capitalismo" como si esos valores hubiesen florecido en el desierto, y no en la mente de la burguesía, ferviente impulsora del capitalismo, de una determinada época y sociedad que se preparaba ya para el asalto al poder político y por tanto para el triunfo "definitivo" del Dinero (en el aspecto social, político y sobretodo cultural), como he descrito anteriormente. Todo esto no es en sí nada "malo" o "bueno", simplemente es como las civilizaciones crecen y prosperan, y de alguna manera ha funcionado bien durante varios siglos.

De nuevo no es un juicio de valor lo que hago, es la forma en que las civilizaciones van evolucionando; es la "deriva" usual de las mismas, cuando desde las ciudades, el ámbito "burgués" por definición, va ampliando su acción hacia el medio rural (nacional o global), usando las terminología de J. Habermas es el triunfo de los "Sistémico" urbano sobre el "Lebenswelt" (el Mundo de la Vida) rural. 
Y como ocurre con la extensión de la civilización por el ámbito de "lo Bárbaro", al principio los que sufren su embate padecen en sus carnes la violencia del proceso (por ejemplo los "Enclosures" con el desplazamiento de las poblaciones rurales a los barrios marginales en las ciudades de la Revolución Industrial viviendo en condiciones terribles, o la esclavización de inmensas poblaciones de bárbaros en el Imperio Romano, etc...), tanto en el ámbito físico, como mental (la "Anomía" de Durkheim), y aunque acaben mejorando sus condiciones materiales vitales (que no emocionales) en sucesivas generaciones (normalmente a costa de los procesos de "Enclosures" que siguen avanzando en otras zonas del Globo sobre otras poblaciones a las que se les arrebata sus recursos naturales y se convierten en nuevos mercados), ese proceso acaba deteniéndose por la "saturación" o el establecimiento de los "límites" (como el "Limes" romano) espaciales/militares/sociales/emocionales que hace detener la rueda del crecimiento de esos procesos de "Cercamiento" y es cuando la "Máquina" contractual-racional de la Civilización, cuyos individuos eran sostenidos con "alfileres" emocionalmente por medio de un sistema empobrecido de satisfacciones proveídas por el binomio Estado/Mercado  a través del dinero,  y que empieza a derrumbarse por la convergencia de una multitud de crisis producto de su propio desarrollo.

El advenimiento de las "Neo-Catástrofes", cada vez más potentes, es un indicio claro de los "rendimientos decrecientes" de la acción de nuestra sociedad sobre El Mundo, deberían hacernos reflexionar, ser un punto de inflexión en la manera de operar, pero en realidad lo que  va a ocurrir (como siempre ha ocurrido) es una aceleración de los intentos de mantener "El Mundo Bajo Control" usando las herramientas de la Ciencia y la Técnica (Razón), como han hecho en el pasado todas las civilizaciones, para evitar los posibles efectos socio-económicos catastróficos que supondría "frenar" nuestra acción sobre el mundo. Y en cierto modo esto es del todo razonable, ya que las relaciones vitales, la forma de vida, la forma de producir, distribuir, de organizar los bienes, los sistemas de satisfacción física y emocional, los sistemas de valores (o su ausencia), el inmenso entramado de gigantescas ciudades donde el modo de vida es burocrático (del Estado o del Mercado) siempre en crecimiento, todo eso tiene que sostenerse y necesita del mismo o mayor ejercicio de nuestra "Acción Sobre el Mundo" para que ese inmenso edificio no se venga abajo.

De hecho es fundamental que la población perciba que se está haciendo ese esfuerzo inmenso, por parte de los gobernantes, con todo el empeño posible, para superar los problemas originados por las crisis convergentes, porque uno de los rasgos de la decadencia de las sociedades y civilizaciones es el absoluto descontento de una buena parte de la población con el poder y que llega a inducirles a la idea de que todo lo negativo que ocurre en buena parte proviene de una especie de "plan demoníaco" de los poderosos, con el crecimiento exponencial de las llamadas "teorías de la conspiración". 
Esto es un nuevo "bucle de re-alimentación", nada despreciable, que alimenta y acelera la espiral de crisis anidadas y en ocasiones lleva a las llamadas "Herejías" de Toynbee que ya describí en un artículo previo, con la búsqueda de los "Salvadores"; uno de los más peligrosos son los llamados "Salvadores por la Espada", que promueven las tendencias crecientes al "Cesarismo" o "Bonapartismo" o "Populismos" (que se llamaban "Tyrannos" en la civilización greco-romana) o directamente fascismos (de los de "verdad" sin abusos lingüísticos), que también comenté en otro artículo, y que vienen a oponerse a las "fuerzas malignas" de los poderosos que buscan el empobrecimiento o directamente la aniquilación de una buena parte de la población.

El inicio de las Neo-Catástrofes de ahora, como en su día las que ocurrieron en otras civilizaciones (en formas de crisis anidadas cada vez más potentes) nos indican que la civilización ha pasado de la Fase Lineal a una Fase No-Lineal, donde las herramientas útiles, las que servían, en las Eras Lineales, fracasan y de hecho empeoran la situación en las Eras No-Lineales. En el pasado esto ocurría en el ámbito nacional o regional de las civilizaciones, en el caso de la nuestra, por su alcance geográfico, sucede en el ámbito global.

La Razón, que viene de "ratio" que es etimológicamente una relación o cociente de cantidades, opera muy bien según parámetros predecibles en un mundo discernible y cuantificable de "causas y efectos", es el mundo lineal de la "causalidad", de las "verdades claras y distintas" de las que hablaba Descartes, de las estimaciones de coste-beneficio, pero ese Mundo lo estamos dejando atrás a pasos agigantados en aspectos cada vez más relevantes, y nuestras herramientas usuales, la eficiencia de nuestros conocimientos y nuestras tecnologías, chocan una y otra vez con problemas intratables con nuestro paradigma.

Recientemente hemos desarrollado la Dinámica de Sistemas para tratar de adaptarnos a la Complejidad que nos rodea y que cada vez percibimos más, en un intento, por cierto vano, de "domar la Bestia", de conseguir un "fine tuning" más sutil para retomar confianza, de nuevo, en el "Mundo Bajo Control" al que siempre hemos aspirado, como si en realidad todo estos problemas se tratase de "herramientas", y es que una vez que pensamos de esa forma, queridos lectores, es que ya estamos "perdidos" en este nuevo mundo.

Este universo mental nuestro de la Causalidad, de las "causas y efectos", divago, es también, en gran parte, un producto de nuestra percepción, de la manera en que observamos el Mundo, pues en la extraña y magnífica configuración de lo existente uno atisba a ver una armonía, una belleza, una serie de lógicas inherentes que indican una serie de Propósitos inasibles por nuestra Razón, como si aquello que llamamos "relaciones de causa-efecto" fuera sólo una "huella mono-dimensional" de un mundo con muchas otras dimensiones, como Representación de un Mundo que es, en el fondo Viviente en muchas y diferentes escalas, con sus modos, tiempos y maneras; tal y como han pensado los "salvajes" la mayor parte del tiempo del Homo Sapiens en la Tierra.

Nosotros, nuestra mente, percibe el mundo mediado por los "Juicios Sintéticos a Priori" (Kant) del Espacio, el Tiempo y la Causalidad orientados a la manipulación/adaptación del entorno en nuestras escalas vitales-ecológicas donde surge el Homo Sapiens; con ellos se percibe el Fenómeno (Kant) que es la base de la construcción de la Representación (Schopenhauer) y que nos encierra en el Velo de Maya (Upanishad) o el ámbito Apolíneo de la Razón instrumental (Nietszche); pero más allá del Velo de Maya se encuentra el Noúmeno (Kant), el reino inquieto de  Brahma (Upanishad), la Voluntad (Schopenhauer) o el ámbito de Dionysos (Nietszche).

Pero esto sería tema para otro artículo.

Como nota al margen, alguien se tomó la molestia de poner la música de Blade Runner 2049 a las imágenes tomadas por drones de la luz sobre San Francisco en los devastadores incendios de California y Oregón; ese color del ambiente recuerda al de esa película cuando el protagonista llega a Las Vegas. El resultado es inquietante y sirve como especie de advertencia de que estamos en un extraño mundo nuevo:





Covid-19 como Neo-Catástrofe

(Un coyote junto al Golden Gate en San Francisco durante el confinamiento)

En realidad la pandemia de Covid-19 que estamos padeciendo tiene muchos de los componentes de las Neo-Catástrofes tal y como las que he descrito anteriormente; los lectores podrán argüir que en realidad las pandemias del pasado ya tenían buena parte también de esas características, por definición las pandemias son fenómenos globales, o al menos de una buena parte del Mundo (las pandemias previas a 1492 afectaban principalmente a Eurasia y Africa, estando América protegida por los Océanos); además son fenómenos que perduran en el tiempo y, en general, como los fenómenos de la Vida, no admiten una explicación simple y las soluciones que ha podido desplegar el ser humano para corregirlas han funcionado siempre de forma muy parcial y en realidad la mayoría se agotaron según su propio ciclo natural; no sé sabe bien porqué empezaron y no se sabe bien porqué terminaron.

No obstante esta pandemia de nuestro tiempo tiene algunas características que la diferencia de las del pasado, al menos, y este es un punto crucial, a como las personas la perciben y también en la forma de abordar sus expansión y sus efectos:

a) La explicación predominante en los círculos científicos sobre el origen de esta pandemia es que el virus que la causa proviene de una mutación natural de un coronavirus de los murciélagos que ha pasado por otro huésped animal, que se desconoce, y al final ha llegado a transmitirse al ser humano siendo, por tanto ésta una enfermedad zoonótica (transmitida al Hombre por un animal); pero si nos atenemos a porqué recientemente se ha acelerado este fenómeno de nuevas enfermedades desde los animales a las personas, como ha ocurrido con las nuevas zoonosis de las últimas décadas como por ejemplo el virus Nipah (1998), el virus Hendra (1994), Ébola (1976), SARS (2002), MERS-Cov (2012), Monkeypox (2018), Hantavirus (1978), Chikungunya (1955), virus del Nilo Occidental (1997), Marburgvirus (1967), Fiebre Hemorrágica de Crimea-Congo (1956), Melaka virus (2006), Menangle virus (1999), virus SFTS (2009), HRTV virus (2009), virus H5N1 de la gripe aviar (1997), KFD virus (1957),  etc...; los científicos que han estudiado el origen de muchas estas nuevas enfermedades zoonóticas apuntan a la destrucción del medio natural de los animales salvajes, en particular a la deforestación, como una de las causas principales, que, de esta forma, han sido forzados a una proximidad mayor con las poblaciones humanas potenciándose las vías de transmisión. Es, por tanto, consecuencia de nuestra acelerada "Acción sobre el Mundo" que he descrito en otro artículo anterior como la marcha implacable del "Huracán del Progreso", lo que está detrás.

b) Además de que pueda haber una mayor aparición de enfermedades de origen zoonótico, lo que hace que se convierta en un problema global y deje de ser sólo un problema local, como lo era en muchos casos en el pasado las epidemias, ha sido el crecimiento exponencial y la aceleración de los transportes de personas y mercancías por todo el globo; lo cual hace, por ejemplo, complicadísimo, si no imposible, establecer cuarentenas eficaces (como las que hacía la ciudad de Dubrovnik, antigua Ragusa, en la Edad Media) antes que haya un propagación global de las enfermedad (como hemos visto en todo el mundo con el Covid-19) y por otro lado ese crecimiento de los transportes de mercancías, ganado, productos agrícolas, etc...ha llevado una gran cantidad de seres vivos de una zona del planeta a otra completamente distinta, afectando profundamente los ecosistemas y, como no, transportando también agentes portadores de enfermedades nuevas en esas regiones. Otro factor adicional ha sido el establecimiento de inmensas granjas industriales de ganado, con los animales hacinados en espacios minúsculos y con condiciones higiénicas y de estrés (conocido depresor del inmunitario) lamentables, donde la propagación y evolución de los patógenos (por el elevado número de animales muy cercanos entre sí) hace que sea mucho más probable que surjan enfermedades zoonóticas aparte del crecimiento de la resistencia bacteriana a los antibióticos que la OMS y otras instituciones médicas han alertado repetidamente de un posible "Antibiotic Apocalypse" de no detener el uso masivo de antibióticos en el ganado (cosa completamente  incompatible con el moderno modelo de producción industrial de carne).

Debido a nuestra frenética globalización, cualquier epidemia que surja en cualquier lugar del globo, en pocas horas o días se habrá dispersado por los 5 continentes; dependiendo de su capacidad de transmisión y su patogenicidad llegará, o no, a ser un problema serio de salud pública, aunque sólo era cuestión de tiempo que una Pandemia, como el Covid-19, u otra aún peor, golpeara a toda la Humanidad, porque NO se trata de un "cisne negro" ya que de este riesgo venían alertando multitud de  epidemiólogos en las últimas décadas. Y como menciona Nassim Taleb en un famoso artículo, "la conectividad incrementada de la globalización hará que la expansión de la enfermedad sea un fenómeno no-lineal", como he comentado antes, una de las características de las Neo-Catástrofes en general.

c) Otro aspecto de esta pandemia que lo aparta de las del pasado, como todas las Neo-Catástrofes, es su más que probable persistencia en el tiempo, contrariamente, por ejemplo, a la gripe de 1918 u otras pandemias en el pasado que golpearon a una civilización más "joven", y menos frágil, y sus efectos pasaron en un plazo relativamente breve (después de 1918 llegaron los famosos "Felices Años 20"). No hablo, en este sentido, de lo que ocurra con la enfermedad "en sí"; el comportamiento del virus y del sistema inmunitario humano, de las oleadas sucesivas o del éxito o no de las vacunas; hablo de las consecuencias económicas, las consecuencias sociales y en general el cambio de multitud de hábitos y de percepciones sobre cómo organizar la sociedad y la economía que esta pandemia va a traer; ya que esta pandemia se ha encontrado con sociedades muy endeudadas, que no habían superado, de hecho, la gran crisis de 2008, que sólo la habían "parcheado", con una división del trabajo entre países consecuencia del extremo "Ricardianismo" de la globalización, ya muy criticado y cuestionado, donde, por ejemplo a España le correspondía el papel específico de destino del "turismo de playa y borrachera", con el delineamiento global de las cadenas de producción y suministro que han entrado en una profunda crisis (que, por otro lado ya se venía gestando). Podemos hablar de un parón, que probablemente no acabe recuperándose completamente, de los viajes por avión y crucero, del turismo de masas, de la duda sobre los beneficios, en cualquier circunstancia, de no disponer de fabricación propia de los más elementales artículos de subsistencia y médicos, etc...Este parón, quizás para siempre, de la Globalización, es, en buena parte, creo, positivo a largo plazo, pero que a corto y medio plazo suponen una inmensa crisis económica y social en particular para los más desfavorecidos, aquellos que no están insertos en el aparato burocrático privado-estatal de nivel medio o alto, y por lo tanto expuestos a la "intemperie" del mercado.

d) Como buena Neo-Catástrofe, la pandemia de Covid-19 está llena hasta reventar de teorías de la conspiración de todo tipo, desde que en realidad no hay ningún virus, o que la enfermedad es igual o menos grave que una gripe normal, o que ha sido provocada por los poderosos para destruir la economía, originar hambrunas y la muerte de millones de personas y/o bien llevar a las naciones un estado policial de vigilancia total (aunque algo de eso está ocurriendo aunque este fenómeno de "vigilancia total y global" ya estaba bien en marcha desde el inicio de internet y los smartphones) para lo cual ha sido creado en un laboratorio siguiendo sus órdenes y liberado por las élites para destruir la sociedad. 

Pienso que el florecimiento de estas teorías de la conspiración de todo tipo no es más que la manifestación de un inmenso descontento y pérdida de legitimidad de las élites, que lleva a la idea de que una buena parte del aparato tecno-científico, médico, de comunicación y de represión (salvo notables excepciones) está al servicio de las élites que lo usan para nuestra "perdición".
Para mi lo relevante no es  analizar los argumentos que esgrimen estas personas, que creen sinceramente esas teorías, sino qué está ocurriendo en la sociedad para que tantas personas lleguen a la conclusión de que nuestras élites son un conjunto depravado y maligno de seres cuasi-demoníacos al servicio de 4 magnates que tienen el  control de todo lo que sucede y que cuentan con un plan bastante siniestro contra nuestras vidas, en una re-elaboración del "Mundo Bajo Control" esta vez en manos de unos cuantos poderosos que son los que, en realidad, controlan efectivamente el mundo. 

En realidad nadie controla nada, o sólo un poco, aunque algunos pueden tener esa ilusión, al final todo depende de la colaboración deseada, o incluso entusiasta, de la inmensa mayoría de los miembros de la sociedad para que la "Máquina" siga su funcionamiento. Los poderosos no son para nada libres, están atrapados en una espiral de hacer crecer y tener que demostrar continuamente su riqueza y poder, y están tan "atrapados", o más, en esas trampas del pensamiento, como el resto de la sociedad y cada vez están menos seguros de su poder y su futuro (a medida que las crisis anidadas van mordiendo el cuerpo social que los sostienen).

Esta "energía emocional negativa", que invade el cuerpo social de nuestras sociedades es otro factor desestabilizante más, que pueden desencadenar turbulencias políticas, a medida que la crisis económica perdure, y que no desaparecerá. El Brexit, la elección de Trump, el ascenso imparable de los "populismos" de derecha y de izquierda son manifestaciones de ese proceso, como describí en otro artículo previo. El caso de la situación socio-política en los USA es paradigmático de ese descontento, con un país que todo apunta a que podría estar al borde de un enfrentamiento civil cuyas consecuencias son difíciles de prever.

Como extraña "sincronicidad" (Jung) esta enfermedad consigue que ahondemos en las tendencias de nuestra civilización hacia el "distanciamiento social", hacia las "burbujas" de contacto, el "confinamiento", el aislamiento, la asepsia química, el crecimiento de la virtualización de todos los ámbitos, las redes sociales casi como único medio de contacto con los otros, la prosperidad del comercio on-line controlado por inmensas corporaciones arrasando el comercio local, la aceleración de la automatización de los procesos convirtiendo en superfluos a multitudes, la anulación de los sentidos del tacto, el olfato, el gusto (la boca) escenificado en la mascarilla y la asepsia de las manos quedando la vista, la visión, como el único sentido importante, la vida que se vive como "ese-tiempo-que-se-pasa-viendo-cosas-en-pantallas-digitales", la abstracción, la eficiencia, la separación de la naturaleza, de los otros, de nuestro cuerpo, de nuestros sentidos. Por supuesto es lo que procede y es lo que hay que hacer para evitar un daño mayor, pero qué curioso que sea "esto" justamente lo que nos toca hacer...

Las Neo-catástrofes sospecho que son parte del proceso de decadencia y caída de las civilizaciones, son los sucesos que contribuyen y a la vez son marcadores de los bruscos descensos en la marcha de la civilización  y que marcan épocas claramente identificables que afectan al ámbito de la civilización, en nuestro caso global. El caso de nuestro Covid-19 podría equiparase, si bien mucho más leve claro, a la epidemia de Peste Antonina (165-180) que llegó en el momento de máxima expansión del Imperio Romano (la célebre Muralla de Antonino estaba bastante más al norte que el Muro de Adriano en Inglaterra) y marcó un punto de inflexión que inicia el debilitamiento de la civilización Romana.

En el fondo de todos estos problemas está en que la aceleración de nuestra "Acción sobre el Mundo" potenciada por la tecnología, y su efecto sobre nosotros y el Mundo Natural, se sitúa, en realidad, fuera no sólo del control político, sino incluso del mismo debate político, pues siempre y en todo lugar se sostiene que "más tecnología es siempre mejor" y sostener lo contrario, por supuesto, lleva aparejado el calificativo de "Ludita", como uno de las mayores descalificaciones que puedan hacerse. 

El desarrollo continuo de la tecnología, en nuestra "Civilización de La Máquina" (como la llama Lewis Munford) se constituye en un "a priori" de nuestra vida, sin instituciones que se paren a pensar bajo qué premisas se desarrolla y a quien sirve, de verdad, los nuevos desarrollos de la tecnología que van apareciendo, que, si miramos con ojos críticos, se revela cada vez más su función como método de concentración de poder y de control de la sociedad.


En el siguiente artículo me propongo analizar una tecnología en particular y su desarrollo, como muestra de los aspectos polémicos y potencialmente catastróficos que tiene nuestro creciente desarrollo tecnológico y que es muy probable que constituya el origen de nuevas Neo-Catástrofes.