Pandemia (I)



(Leones en Sudáfrica en las carreteras vacías por el confinamiento)


Introducción

Cuando estaba en la pubertad, recuerdo haber ido a visitar enfermos con mi padre, médico, en un tiempo, que ahora se me antoja remoto, cuando los médicos visitaban rutinariamente a los enfermos en sus casas. En algún caso, posteriormente mi padre me comentaba que tal o cual enfermo había muerto; y al preguntarle yo por la causa de la muerte, en bastantes ocasiones me decía: "ha muerto de 88", en otras ocasiones "ha muerto de 87" o respuestas similares, las cuales, en mi siempre ávida curiosidad me dejaban un poco insatisfecho,  y en algún caso, cuando intentaba indagar más me soltaba, de mala gana, una retahíla de causas y síntomas interminable, pero para él eso era como una especie de "regodeo" en algo que era mejor no describir, supongo que como una suerte de respeto hacia el difunto al que conocía de toda la vida. Era así como, me decía, morían las personas a las que había llegado su hora, no por una, sino por multitud de causas al mismo tiempo, y era más un ejercicio académico intentar discernir, en la inmensa mayoría de los casos, la causa última de su muerte; lo que aparecía en el certificado de defunción era una de entre esas muchas causas, quizás sólo puntualmente la más severa.

La disquisición del párrafo anterior me sirve para describir lo que creo es la manera en que decaen y terminan no sólo las personas de edad avanzada, sino las civilizaciones; en un proceso "orgánico" donde es quizás más un ejercicio académico intentar discernir cuales son las "verdaderas causas últimas" por las que decaen y terminan desapareciendo en las brumas de la Historia. Quizás la respuesta adecuada a porqué terminan las civilizaciones sea la de mi padre ante la muerte de los pacientes muy ancianos que he comentado antes: "les ha llegado su hora".

Todas las civilizaciones que conozco, por ejemplo las descritas en los trabajos de Arnold Toynbee, han terminado en un conjunto creciente de crisis anidadas ambientales, sociales, demográficas, de recursos, económicas, políticas, culturales, militares, migratorias, emocionales, de salud, etc...que en fases anteriores de esa misma civilización podían superarse sin demasiados problemas, pero ya en las fases decadentes se convertían en una espiral descendente donde se retro-alimentaban unas a otras, con períodos alternados de leves recuperaciones, y con otros de fuertes caídas, pero con una tendencia neta  claramente descendente. 
Es la diferencia de resistencia a "shocks" severos de un organismo joven comparado con uno ya viejo, cuyos tejidos últimos constitutivos del orden social se han ido deteriorando, anquilosando y esclerotizando por la propia dinámica evolutiva de la sociedad, progresivamente cada vez más compleja, artificial, inflexible, abstracta...frágil en suma.

Es lo que ha ocurrido siempre, es lo que le está ocurriendo en nuestra civilización.

En anteriores artículos he descrito como el hombre civilizado, acostumbrado a ver y vivir en un mundo creado por el propio hombre, un mundo ordenado, con edificios altos y carreteras, lleno de líneas rectas, un mundo "lineal" aparentemente bastante predecible salvo pequeñas crisis, un mundo "Bajo Control", un mundo manipulado completamente por el Hombre (o la Mujer), una realidad "atada y bien atada" a nuestros requerimientos, deseos, conveniencias y comodidades, y en apariencia lejos de los avatares del mundo natural, un mundo civilizado; pues gracias a las herramientas de la Ciencia y la Tecnología guiadas por la Razón hemos construido una sociedad que pensamos invulnerable a prácticamente todos los problemas e inseguridades que aquejan o aquejaban a las civilizaciones del pasado, a los "salvajes" o en general al resto de la naturaleza.
A fuerza de vivir en un mundo artificial y ver el mundo con estos ojos creemos que en realidad el mundo ES así y puede seguir siendo así para siempre, y la realidad, me temo, es mucho más compleja e incontrolable; y nuestro mundo, nuestra sociedad moderna tecno-científica global, es especialmente vulnerable, a medio-largo plazo a los problemas causados precisamente por el tipo de herramientas que usamos para pretender controlar el mundo.

Como (pobre) consuelo podemos decir que así han operador todas y cada una de las civilizaciones del pasado, y el desarrollo de estas visiones es consustancial a la adaptación de las personas a un medio artificial potenciado por la cultura urbana (que siempre es la predominante en las civilizaciones: civitas = ciudad en latín), donde las esferas de poder y la custodia de la visión del mundo está en manos no de personas que viven en contacto con la naturaleza y conocen sus ritmos y jugarretas, sino de los poderosos y los intelectuales (filósofos, científicos, historiadores, literatos, políticos, ingenieros, militares, etc...) que han crecido en ese medio artificial y sostienen el paradigma del "Mundo Bajo Control". Quizás nuestra civilización es la que más lejos pretende llevar ese paradigma, pero el resultado será similar, sino peor, al del resto que la precedieron.

Es en este ambiente de absoluta confianza en la invulnerabilidad de nuestra civilización, en la fe absoluta en la omnipotencia de la Ciencia y la Tecnología la cual (pensamos) nos ha permitido superar todos los riesgos y peligros del "medio-ambiente natural", hasta aproximarnos (eso creemos) nada menos que acercándonos a vencer a la vejez, la enfermedad y la muerte; y es en este ambiente, digo, cuando nos ha golpeado La Pandemia, mostrándonos que hay un mundo natural "ahí afuera" hiper-complejo que no atiende a nuestros deseos y que ha irrumpido en la vida de la civilización, arrastrándola a una crisis económica de proporciones cuasi bíblicas sin que nuestros saberes científicos hayan podido evitarlo, una muestra de lo que el "medio-ambiente natural" nos va a enseñar en el futuro, a medida que vayan pasando las décadas (ya lo está mostrando en otros muchos ámbitos pero no lo percibimos....aún).


El Mundo Bajo Control

(Zorro durmiendo junto a una casa en Londres, abril 2020)

¿Pero porqué no podemos controlarlo "todo"?¿porqué "aún" no vivimos en el soñado "Mundo Bajo Control"?

Desde finales del siglo XIX, tal y como describí en un artículo previo, la esperanza en una descripción completa de la realidad usando las herramientas de la Ciencia se aleja de nosotros cada vez más, empezando por el Caos Determinista (problema de los 3 cuerpos, billar de Hadamard, etc...), los teoremas de Incompletitud de la Matemática (Gödel, Turing, Church, Kleene, Chaitin), el Principio de Indeterminación (Heisenberg), el Colapso de la Función de Onda, etc... y en general la duda que los resultados de la Mecánica Cuántica suponen para los principios de Objetividad, Realismo y Localidad tan ontológica y epistemológicamente necesarios para una descripción científica (objetiva), detallada y completa de la realidad.
En cualquier caso la Ciencia, en su conjunto, sigue operando con el mismo propósito de proporcionar las herramientas para la construcción de ese "Mundo Bajo Control", como si, a efectos prácticos,  en realidad nada hubiese cambiado desde el proyecto Galileano-Baconiano-Laplaciano inicial de los siglos XVII al XIX.

Lo que de verdad pienso no es que la Realidad sea más compleja que lo que pensamos, es que, como afirmaba el biólogo evolutivo J.B.S. Haldane que "el universo no sólo es más extraño de que lo que suponemos, sino que es más extraño de lo que podemos suponer", por eso las herramientas de la Razón no sirven, nunca sirvieron y nunca servirán, para crear un completo "Mundo Bajo Control", donde nada se escape, al que aspiramos, siempre, como civilización.

Esta incapacidad de la Razón y sus efectos contraproducentes a largo plazo es una conclusión a que muchos filósofos ya habían llegado en el pasado, como es el caso de mi muy apreciado humanista Giambattista Vico (1668-1744) y el famoso párrafo de su libro Scienza Nouva (1725):

No pudiendo ponerse siquiera dos de acuerdo so­bre un mismo asunto, por seguir todos su propio placer o capricho, llegan a hacer, con sus obstinadas facciones y desesperadas guerras civiles, selvas de las ciudades, y de las selvas cubiles de hombres. Así al cabo de muchos siglos de barbarie, llegan a arrui­nar las malvadas sutilezas de sus ingenios malicio­sos, que con la barbarie de la reflexión les habían convertido en fieras más crueles que las que habían sido con la barbarie del sentido” (Scienza Nouva, 1106)

O expresado en términos menos alegóricos por el mismo autor:

"La historia de las civilizaciones empieza siempre en una Barbarie de la Sensación y termina en una Barbarie de la Reflexión".

Vico reconoce que la Razón no sólo se ocupa del conocimiento del mundo y de la resolución de problemas prácticos, sino también como una "herramienta" al servicio del poder y del deseo del Ser Humano, y la quita del pedestal donde la habían colocado Descartes (y posteriormente los Ilustrados), percibiendo como ese apartamiento del mundo natural, de las "razones ocultas" (poéticas) por las que las tradiciones y mitos se crean y mantienen un orden social y cultural coherente en un medio humano y natural (ecológico diríamos ahora) estable; pero esa "Barbarie de la Reflexión" acaba destruyendo todo mito y toda tradición ("superstición") creando una espiral cada vez más artificial, abstracta, solitaria y destructiva, sobre el medio social y natural, en sus "selvas cubiles" de las que hablaba Vico, el desencadenamiento de un inmenso descontento y los desórdenes civiles es una de sus secuelas, junto con la destrucción del medio natural que rodea a la civilización.

O como dice Donald Kingsbury:

"La tradición son un conjunto de soluciones para problemas que hemos olvidado. Tira a la basura la solución y tendrás de vuelta los problemas...."

Simplemente la razón sola no puede aproximarse a conocer y "resolver" la extrema complejidad del Mundo y sus intrincados caminos a largo plazo (Mundos Natural y Humano, íntimamente relacionados). La Razón es una "herramienta" que en su uso excesivo como única herramienta legítima del conocer y de regulación de las relaciones de los hombres entre sí y en con el mundo natural, conllevan inevitablemente a las catástrofes que hemos observado en todas las civilizaciones y que observamos en la nuestra, aún más embebida que ninguna otra en la Barbarie de la Reflexión.
Habría que preguntarse porqué la mayoría de las culturas aborígenes que tienen un contacto íntimo con la naturaleza, y que es como el Homo Sapiens ha vivido el 95% de su tiempo como especie, consideran "sagrados" los animales, los bosques, los ríos, las montañas, el viento...y como viviendo en esa profunda irracionalidad oímos por ejemplo a los aborígenes australianos contar historias que hablan de morfologías geológicas que existieron hace 10.000 años y ahora los científicos están empezando a darse cuenta que no eran "cuentos chinos" de los "salvajes", sino que están delante de una cultura oral que ha durado muchos milenios, pero ¿qué civilización puede decir lo mismo?. 
Ya, ya sé que la mayoría de la gente piensa que nuestra civilización científico-técnica perdurará mucho más de 10.000 años rebotando de estrella en estrella, pero a la vista de lo que le ha ocurrido a todas y cada una de las civilizaciones del pasado, yo lo dudo, porque además los signos en contra de esa permanencia milenaria de la nuestra se acumulan ante nuestros ojos día a día.

En realidad, para los espíritus sutiles de antaño, como Vico, Goethe, H.D. Thoreau, Dostoyevski, Nietzsche,  Spengler y tantos otros, no hacía falta esperar a los resultados del Caos Determinista, a los Teoremas de Incompletitud o a los resultados de la Mecánica Cuántica para distinguir con meridiana claridad la pobreza del proyecto matemático-mecanicista de explicación del Mundo (siempre con vistas a su control) que era el paradigma fundamental del tiempo en que vivieron (con "relojero-Dios" o sin "relojero" divino)

Dice la famosa frase de Goethe que recoge Schopenhauer en el inicio de su famoso libro "El Mundo como Voluntad y Representación":

   "¿Y si al final no se pudiese sondear la Naturaleza?"

Como otro ejemplo de crítica al racionalismo exacerbado tenemos también las tesis de Nietzsche cuando se enfrenta al "Ideal Socrático" en su excepcional libro "El Origen de la Tragedia en el Espíritu de la Música" (1871). Dice Nietzsche respecto a Sócrates:

"Investigar las causas y distinguir el verdadero conocimiento del aparente y del erróneo, pareció al hombre socrático la vocación más noble, la única digna de la Humanidad; y desde Sócrates, este mecanismo de los conceptos, juicios y deducciones fue considerado el más alto favor, el presente más maravilloso de la Naturaleza, y estimado por encima de todas las demás facultades".

Luego dice Nietzsche en el mismo libro respecto a la Ciencia de manera profética (habla en 1871) sobre lo que ocurriría a principios del siglo XX:

"Pero ahora la ciencia, aguijoneada por su vigorosa ilusión, corre presurosa e indetenible hasta aquellos límites contra los cuales se estrella su optimismo, escondido en la esencia de la lógica. Pues la periferia del círculo de la ciencia tiene infinitos puntos, y mientras aún no es posible prever en modo alguno cómo se podría alguna vez medir completamente el círculo, el hombre noble y dotado tropieza de manera inevitable, ya antes de llegar a la mitad de su existencia, con tales puntos límites de la periferia, donde su mirada queda fija en lo imposible de esclarecer. Cuando aquí ve, para su espanto, que, llegada a estos límites, la lógica se enrosca sobre sí misma y acaba por morderse la cola - entonces irrumpe la nueva forma de conocimiento, el conocimiento trágico, que, aun sólo para ser soportado, necesita del arte como protección y remedio."

Pero para nuestra sociedad simplemente esos "límites" de los que habla Nietzsche no son visibles.

Por otro lado cuando Nietzsche, en su libro "Así Habló Zaratustra" (1883) decreta que "Dios Ha Muerto", en realidad de lo que habla es de la muerte, en Occidente, de toda Metafísica, habla de la muerte definitiva del concepto mismo de Verdad, que proféticamente adelanta lo que luego se expresará en las sucesivas crisis epistemológicas de la Ciencia del siglo XX y que tiene el mismo reflejo en toda la posterior filosofía Post-Moderna con la negación de toda Certeza, de toda Verdad, de toda Esencia, y la imposibilidad de toda Metafísica. Nietzsche hablaba, proféticamente, del próximo e inevitable triunfo del Nihilismo y así ha sido, como ha ocurrido antes en todas las civilizaciones, como cuando el culto Pilatos, claro exponente del generalizado nihilismo romano de la época, pregunta a Jesús "¿Qué es la Verdad?".

Nietzsche refleja la muerte de todas trascendencia, en el triunfo absoluto del Materialismo, desde finales del siglo XIX (es el universo mecánico "del reloj" que ya no necesita "relojero") y que no hace más que profundizarse en los crecientes nihilismos y pragmatismos del siglo XX; que se corresponde con idénticos períodos en la civilización greco-romana con el gran escepticismo tardío del Helenismo y del ámbito romano, ya volcado en el pragmatismo, y la conversión de los sistemas filosóficos en meros sistemas de análisis ético (Epicureismo o Estoicismo); al igual que ocurre en la India con el advenimiento de Buda, el Sócrates indio, que establece un sistema meta-filosófico ateo y en general nihilista y centrado en la ética, con una concepción bastante individualista de una suerte de "salvación" que equivale a un abandono del Deseo, a la manera de Epicuro, y que coincide, como no, en ese tiempo en la India, con una gran serie de escuelas filosóficas materialistas que niegan toda trascendencia y de la que el Budismo (como el Estoicismo o hasta cierto punto el Socialismo moderno) son la reacción filosófica ética ante el alud materialista-hedonista (hoy diríamos "individualismo consumista").

Quizás podríamos tratar de expresar esas concepciones filosóficas de Vico o Nietzsche o Spengler respecto a la validez absoluta de la Ciencia para explicar el Mundo con vistas a su control, como la estrategia básica de la civilización; y es que, queridos lectores, en realidad que nadie se engañe, al final el objetivo último del Proyecto Científico, desde sus inicios con Descartes o Bacon, siempre ha sido y será "El Mundo Bajo Control" al que aspiramos gracias a la Razón. El objetivo nunca ha sido ni será un presunto ideal virtuoso filosófico del "conocimiento por el conocimiento" que en realidad nadie adulto cree, ni comparte, ni nadie financia, y por supuesto nuestra civilización está orgullosa de que así sea; después de todo este proyecto de controlar el Mundo tiene unas bases éticas innegables (por supuesto siempre desde nuestra concepción ética civilizada de la realidad, claro), como ya describí en un artículo previo. En realidad los que vivimos en la civilización no podemos hacer "otra cosa".

Os voy a decir una cosa al oído: ese ideal del Mundo Bajo Control nunca ha funcionado y nunca funcionará, de hecho normalmente su despiadado despliegue sólo consigue, pasado una determinada fase, acelerar la destrucción en lo que Walter Benjamin llamaba "El Huracán del Progreso".

En realidad, a pesar de todo los desarrollos científicos y matemáticos de la primera mitad del siglo XX, y sus consiguientes terremotos epistemológicos, la Matemática sigue siendo Platónica a la manera de Frege (hay una verdad conceptual universal en el Mundo de las Ideas, independiente del lenguaje, los conceptos o las características del ente pensante real que accede a ellas y las piensa) y las Ciencias Experimentales siguen siendo pragmáticamente Laplacianas (hay una predictibilidad muy alta de la Realidad que sólo deja fuera aspectos que podemos calificar de marginales de la misma, en la escala del parámetro h de Planck,  y esto como concesión al bueno de Heisenberg).

Pero la duda sobre la veracidad de los fundamentos científicos-filosóficos-racionales que sostienen la civilización llega, tarde o temprano a toda civilización en su años de decadencia y toman la forma de una "Segunda Religiosidad", es el paso de la Edad de la Razón a la Edad de la Memoria. Proceso que ocurre una vez que la "sedación" Neo-Estoica (Estoica, en el Imperio Romano, Budista en la India, probablemente Socialista en nuestra civilización, etc...), que son completa y radicalmente racionalistas, no resuelven la infinidad de problemas sistémicos anidados. Esta nueva religiosidad toma la forma normalmente de cultos importados (Oriente siempre ha suministrado un gran surtido), y se produce una vez la destrucción causada por las herramientas desplegadas para conseguir "El Mundo Bajo Control" civilizado alcanzan un determinado nivel insostenible y pueden observarse por doquier sus "rendimientos decrecientes" en forma de destrucción de formas sociales de vida, de vínculos entre las personas entre si y la naturaleza, destrucción de recursos y de medios de sustento, destrucción del medio natural, alteración profunda de la base emocional de los individuos y en general todo el conjunto de crisis convergentes que he descrito en más de una ocasión, y también, como no, por el profundo rencor de las promesas materiales incumplidas, de los "paraísos perdidos" que lleva implícito todo ese proyecto racional, promesas que, en realidad, eran su fundamentación ética última.


La Gran Monetización

           (Chacales en Tel Aviv, abril 2020)

Razón viene de "ratio" de una comparación de cantidades, una evaluación, siempre parcial e instrumental, de causas y efectos, es en realidad la mente fría "desencantada" (Max Weber) intentando evaluar el Mundo en todas sus manifestaciones, el ideal Galileano o Baconiano o Leibnitziano del "Conocimiento por el Cálculo"; reduciendo, por ejemplo, las relaciones humanas a "contratos" el Contrato Social (Rousseau), en los términos abstractos del Derecho, definiendo hasta los últimos detalles de los conflictos y las conductas de las personas entre sí por  las personas cultas que lo redactan; el Derecho racional como tecnología punta de las relaciones humanas. 

En el mundo de la Ratio, lo sagrado retrocede, todo se evalúa, se "pesa", se "mide", lo que subyace es que todo, de alguna manera es cuantificable, y, por tanto, tiene un valor asociado que podemos relacionar y comparar cuantitativamente, con otros valores; a esto lo llamamos, como no, "precio", es la lógica intrínseca de las sociedades fuertemente  Monetizadas, la lógica del Dinero, en continua expansión en todo lo que nos rodean; es por eso que las épocas racionalistas surgen a consecuencia del creciente auge del Dinero o de las clases que se ven favorecidas por él, que nosotros en los últimos siglos llamamos "burguesas" (literalmente burguesas = "que viven en ciudades"). Lo sagrado, es, por definición, "lo sin precio", que queda como un residuo, como una reliquia del pasado en las sociedades über-racionalistas, que es preciso eliminar para que la sociedad funcione, de verdad, de forma "eficiente" (con su carga de destrucción incluida, claro). De todo este proceso de Racionalización y Dinero en hablado en 2 artículos previos: aquí y aquí.

Ese aspecto de racionalización instrumental creciente puede verse también en la conversión de la intimidad, y en general de todos los aspectos de la vida, en ámbitos monetizables, que es lo que son las redes sociales en internet, y que exponen nuestra intimidad junto a anuncios (llega a ser casi lo mismo), o entretenimientos varios previo pago, o el mercado de los juegos digitales de los niños (ya apenas juegan en la calle), o el ejercicio físico en gimnasios, o el cuidado de los niños y los ancianos subcontratado a empresas o instituciones públicas, o la música enlatada o en conciertos y para nada en comunidad, etc...; todo, absolutamente todo está monetizado o próximo a serlo (en instituciones o empresas públicas o privadas que hacen crecer el PIB, y eso siempre es positivo), y por tanto racionalizado para conseguir la máxima eficiencia y la máxima destrucción de los vínculos personales, las emociones  y otros aspectos irracionales de la Vida. 
Siempre hay un emprendedor dispuesto a expandir el ámbito de lo monetizable y a convertir lo que antes hacía la Comunidad, mediante intercambios personales, por algo en lo que ahora se intercambia dinero entre desconocidos. Ya somos "libres" no dependemos de nadie, no "necesitamos" a nadie, no necesitamos a la "tribu", al "clan", a la familia extensa o incluso la nuclear; pues el Mercado (previo pago directo de dinero) o el Estado (previo pago diferido de dinero en impuestos), como las dos grandes instituciones burocráticas abstractas racionalizadas de intercambio de dinero, proveerán, siempre según contrato, todo lo que necesites (está claro que, por ejemplo, los aspectos emocionales de los niños muy pequeños y los ancianos en sus últimos años no se perciben como "necesidades" en nuestra sociedad)...hasta que no sea así, claro.

En este juego de crecimiento de la racionalización/eficiencia el  objetivo de la izquierda es dar más peso al Estado y menos al Mercado en la conversión de lo Comunal en Abstracto-Racional; el de la derecha es promover la "iniciativa privada" para el mismo fin. Bueno en realidad, como he dicho en más de una ocasión, son dos caras de una misma moneda; aunque la labor de la izquierda ha conseguido atenuar, en buena parte, los impactos más negativos económico-sociales del Mercado entre los más desfavorecidos.
Si bien por otro lado hay que decir que la izquierda tradicionalmente ha sido mucho más beligerante en la deslegitimación de las tradiciones, de todo mito ("superstición") y paradógicamente debemos a los muy racionales "Mejoradores del Mundo" progresistas una parte no despreciable del triunfo del Dinero que vemos hasta en las más recónditas regiones de la Tierra y los más recónditos ámbitos personales, pues una vez destruidos los "relatos míticos", las tradiciones, el sustrato mítico-irracional que sustentaba formas de vida "antigua" ("retrógrada" se considera), el camino está abierto al dominio completo de las abstracciones, de la burocracia (intermediaciones burocráticas del Estado o del Mercado, en la que salen siempre favorecidas las clases ilustradas), y del Rey Mercado, que siempre viene detrás, una vez ya la senda selvática ha sido desbrozada por los "Misioneros del Progreso".

Es una fantasía pensar que el Estado y el Mercado son entes aparte en el mundo abstracto, monetizado y racional de las civilizaciones avanzadas; en realidad crecen y se auto-sostienen uno al otro; de hecho no es casualidad que el Capitalismo y los estados fuertes empezaran su despegue al unísono en el siglo XVI, ambos se necesitan para operar en el marco estable  de los "contratos" sobre los que se asienta su poder y donde prosperan, desarrollando ambos una burocracia tecnocrática siempre creciente. Es así como se desarrollan las civilizaciones.

Por otro lado en el pasado personas sensibles a algunas de las dinámicas destructoras de la evolución de la sociedad (como Marx), plantearon utopías para superar las contradicciones en el seno de la sociedad, partiendo de la base de que todos los problemas estructurales en el seno de la misma provenían del Capitalismo y, por tanto, de quién tenía la propiedad de los medios de producción, por lo que la solución que se planteó parecía obvia...
Pero los intentos de reducir el Mercado al control de las burocracias estatales del Partido Único (las llamadas "Dictaduras del Proletariado") no funcionaron demasiado bien, entre otras muchas cosas pues ya no existía el papel de "Poli Bueno" y "Poli Malo" que se requiere para mantener el "juego civil" de la sociedad contractual, donde los ciudadanos perciben, alternativamente, según su ideología, a uno de esas figuras (El Estado, o El Mercado), respectivamente como " El Bueno" y "El Malo" de la película. 
En los estados autoritarios controladores absolutos del poder político y económico, acaba habiendo sólo un "Poli Malo"; por lo que se vuelven bastante frágiles, en cuanto a legitimidad, cuando cesa la presión de las bayonetas.

Bueno en realidad los problemas sociales de las sociedades regidas por la Dictadura del Proletariado y en general el descontento de su población con la situación socio-económica pienso que deriva de una cuestión fundamental, que tiene que ver precisamente con la fase de la civilización donde actúan. Y es que creo que en el fondo lo que ocurrió es que Karl Marx, el principal pensador sobre el que se construyen los fundamentos ideológicos de esos sistemas políticos, trabajaba siempre sobre categorías relacionadas con la "Necesidad", cuando lo que de verdad cuenta, en determinadas fases avanzadas de las civilizaciones, no es la Necesidad, sino el "Deseo".

Para aclarar lo que comento en el párrafo anterior usaré el concepto de Marx de "El Fetichismo de la Mercancía", que él usa como un concepto expresado en términos de poder y de intercambio, asimilando que la dinámica de ese "fetichismo" es producto del tipo de relaciones económicas capitalistas en que está inmerso el proletariado. 
Marx en el 1º tomo de "El Capital", describe la forma de superar "El Fetichismo de la Mercancía" usando la metáfora del náufrago Robinson Crusoe y que son , por tanto, las "recetas" para la futura sociedad ideal comunista. Dice Marx:

“Finalmente, imaginémonos, para variar, una asociación de hombres libres que trabajan con medios colectivos de producción y que despliegan sus numerosas fuerzas individuales de trabajo con plena conciencia de lo que hacen, como una gran fuerza de trabajo social. En esta sociedad se repetirán todas las normas que presiden el trabajo de un Robinson (Crusoe), pero con carácter social y no individual. Los productos de Robinson eran todos productos personales y exclusivos suyos, y por tanto, objetos directamente destinados a su uso. El producto colectivo de la asociación a que nos referimos es un producto social... Como se ve, aquí las relaciones sociales de los hombres con su trabajo y los productos de su trabajo son perfectamente claras y sencillas, tanto en lo tocante a la producción como en lo que se refiere a la distribución.”

Los argumentos de Marx son los de alguien con raíces intelectuales en un mundo "antiguo", de la Necesidad ("a cada uno según su necesidad", decía), donde se suponía que los bienes reflejan la "satisfacción de necesidades", nada que ver con lo que ocurre en realidad en las civilizaciones ya avanzadas con predominio urbano, donde la ruptura de la Comunidad, el apartamiento de los vínculos humanos, hacen crecer exponencialmente "El Fetichismo de la Mercancía", y en eso da igual el sistema de producción y quien es el propietario de los mismos, lo relevante es el "vaciamiento" interior de los individuos que confiere tendencias adictivas a los miembros de la sociedad en que viven. Las civilizaciones son super-organismos que "moldean" a sus miembros, a sus "células" constitutivas.

Cuando se aleja La Sangre, crece La Mercancía.

La Mercancía, el producto, acaba envuelto en sueños, en "phantasias", sitúa al individuo descolocado por la pérdida de referentes comunitarios, de centros de gravedad emocionales, a aceptar los señuelos del Mercado, porque el "Deseo" siempre es lo que los otros desean, o nuestro deseo, es en rigor "el deseo de los otros", ya que el Hombre no habita un universo natural, sino uno simbólico. 
Los productos son mucho más que meras "necesidades" en el tipo de sociedad huérfana donde vivimos, aunque pueda pensarse que pobremente, en realidad es cierto que proveen un degradado "sentido" en un mundo vaciado del mismo. 
Esto es aún más relevantes cuanto más se sube en la escala de las clases sociales, por su propia dinámica de racionalización y vaciamiento comunitario, y es que son siempre las clases acomodadas e intelectuales (las "creadoras de opinión") las que lideran las revoluciones, nunca los pobres (que sólo lideran revueltas  fácilmente aplastables).

En realidad desde el siglo XVII no ha habido ninguna gran revolución que no haya sido "burguesa" (esa es la extracción social y ámbito de vida de los hombres ilustrados que las han promovido) y no haya conseguido, por medio de la destrucción a fondo de todas las tradiciones míticas y culturales, el triunfo final del Dinero (a través de la racionalización y construcción de una sociedad "contractual" abstracta ordenada, en todos sus aspectos, si se rasca un poco, por el Dinero), ya sea la Gloriosa en Inglaterra de 1688, la de 1789 en Francia, la de América en 1776, la de Rusia de 1917, la China de 1949, las Revoluciones de Colores del ámbito post-soviético, etc...De hecho las revoluciones basadas en el Materialismo Dialéctico normalmente han sido mucho más eficaces en la destrucción de lo que quedaba de los fundamentos mítico/culturales tradicionales que regían la forma de operar "orgánica" de las comunidades campesinas (antes de los "Enclosures" del Mercado o del Estado. dos caras de la misma moneda), en algunos casos célebres los "Enclosures" realizados por el Estado, ideados por los burócratas ilustrados urbanos en base a sus "recetas" utópicas abstractas, y aunque siempre ejecutadas en nombre del Bien Común, han sido devastadores, y han terminado con muchos millones de muertos en el proceso, llevando al triunfo absoluto de la abstracción, del contractualismo utópico y al final, a medio plazo, como no puede ser de otra forma, con la vuelta al "redil" y al triunfo del Dinero privado (ver la China y la Rusia actuales).

Pero volviendo a la caída de los regímenes del otro lado del Telón de Acero y al concepto de "Fetichismo de la Mercancía": ¿como se puede provocar "Deseo", como se suministra y administra, cómo se gestiona éste en los Planes Quinquenales?; en realidad el que revienta el Muro de Berlín es Edward Bernays, porque simplemente había llegado "su" tiempo.
La izquierda Hegeliana, hijos pródigos de la civilización, acaban siempre volviendo al redil.
Muchos dicen que en realidad las masas del antiguo espacio soviético buscaban la "libertad" y eso hizo caer a esos regímenes autoritarios, y sin embargo China vive en un régimen igual o más autoritario que el de los antiguos regímenes del otro lado del Telón de Acero europeo y goza de una estabilidad social, en las grandes escalas, que ya la quieren para sí muchos países occidentales poderosos actuales. Deng Xiaoping entendió perfectamente lo que había pasado en el bloque soviético, que todo eso no "iba" sobre la "libertad", y se adaptó a las circunstancias sin renunciar un ápice al autoritarismo y al Partido Único... ¿tendrá que ver algo lo que he expuesto anteriormente con todo eso? Yo creo que mucho y para mí lo explica perfectamente.

No voy a detenerme en exponer todos los argumentos y detalles por lo que he llegado a esa conclusión, no es el objetivo de este artículo.

Volviendo al hilo del artículo, por todo eso, por el inmenso impacto emocional, vital, la gran inestabilidad socio-económica y las crisis anidadas  que esta dinámica provoca, es por lo que las civilizaciones, todas, decaen.

No estoy haciendo un juicio de valor en todo lo que he descrito anteriormente, en realidad el programa racionalista de Progreso y el Mundo Bajo Control permiten una mejora considerable en las vidas de las personas en su desarrollo durante varios siglos, pero lleva implícito en su interior el germen de la destrucción, que sólo es claramente visible cuando sus efectos lo invaden todo, y es que las civilizaciones, como gigantescos super-organismos, "tienen", "modelan" a las personas que, "construidas" por ellas, profundizan en las dinámicas que he descrito como algo "natural" y "bueno", porque han nacido bajo los estímulos "primordiales" de esa forma de ver y sentir el mundo; y es que estamos construidos en ese ámbito que ha modelado nuestros cuerpos, mentes y emociones, aparte del inmenso aparato de poder técnico-burocrático (estatal y privado) que produce y a la vez se necesita para mantener a las colosales urbes modernas que sólo pueden operar de esta forma.


Las Neo-Catástrofes

(La luz de San Francisco bajo el humo de los inmensos incendios de septiembre 2020)

Nuestra sociedad ha cambiado mucho en el tiempo en todos los sentidos, observemos, por ejemplo, un aspecto específico particular de la vida de las sociedades civilizadas; observemos las "Catástrofes" (excluidas las bélicas), es decir, los sucesos dramáticos que conllevan la pérdida de cientos o miles de vidas, siempre, por definición de forma inesperada (no por ejemplo como las guerras), y que marcan las historias y narraciones de una época al afectar a los países más desarrollados, al núcleo de la civilización, y no distinguir entre ricos y pobres.

Ya sabemos que las catástrofes en el 3º Mundo, para la mentalidad de buena parte de la población del mundo desarrollado, han sido siempre considerados como algo cuasi "rutinario" y si adquieren relevancia, nunca llegan a marcar la psique de las personas de las sociedades "núcleo" de la civilización; por ejemplo las hambrunas de Africa o la India a finales del siglo XIX y principios del XX, nunca pudieron competir, en impacto emocional para la sociedad occidental, con el hundimiento del Titanic (1912); así como el hambre en Etiopía de mediados de los años 80 del pasado siglo no supuso, ni de lejos, el mismo trauma para las sociedades desarrolladas que el accidente de Chernobyl más o menos en la misma época, o los atentados del 11-S un par de décadas más tarde.

Para hacer fácilmente la comparación basta revisar cuantos libros, relatos, novelas, documentales, series de TV, películas, etc... se han realizado tras varias décadas del suceso, basados en uno u otro tipo de sucesos catastróficos para saber la verdadera relevancia social de los mismos, más allá del "buen tono" de conmoverse por las desgracias masivas de los hambrientos de piel oscura en países lejanos....Las catástrofes del 3º Mundo, simplemente, a ojos del núcleo de la civilización, no lo son, sino que se consideran más bien tristes desgracias, en parte inevitables, y que son sólo un aspecto más de la (dura) vida de esas regiones. 

Evidentemente se ha trabajado mucho, también desde occidente, en prevenir y mitigar los efectos de esos desastres, pero de lo que hablo es del trauma "real" en la psique occidental, una vez  éstas suceden.

No hay un juicio de valor al respecto, simplemente somos así, nos ocupamos de los peligros y riesgos que nos atañen a nosotros y nuestros seres queridos, y lo que pensamos no nos pueden suceder a nosotros y a los que nos rodean pierden, inevitablemente, relevancia. El 11-S o en general los atentados terroristas masivos en Occidente suponen un trauma, mil veces repetido, pero que palidecen, en el número de víctimas, al compararla, por ejemplo, con los efectos del terrorismo en muchos países de Oriente Medio (en buena parte "gracias" a las intervenciones occidentales), o cualquier semana de bombardeos masivos en las fases álgidas de la guerra del Vietnam o peor aún en Corea (los bombardeos masivos con napalm a la población civil en Corea fueron mucho peores, afectó a un porcentaje mucho mayor de la población) o incluso los de las guerras de Irak con sus decenas de miles de "daños colaterales" o la destrucción de países enteros y su posterior conversión en "estados fallidos" como la intervención "humanitaria" de la OTAN en Libia promovida nada más y nada menos que por un Premio Nobel de la Paz (Barack  "Hope & Change" Obama) y su extraordinariamente belicista Secretaria de Estado (Hillary Diane Rodham Clinton).

Nuestra civilización hiper-compleja y global ha cambiado completamente, también, la estructura de los sucesos catastróficos recientes; pues si nos fijamos en los eventos catastróficos del pasado, los anteriores a mediados del siglo XX, como por ejemplo el hundimiento del Titanic (1912), el incendio del Hindenburg (1937), el incendio y hundimiento del barco General Slocum (1904), la explosión de Halifax (1917), etc... veremos que hay una serie de características similares a todos ellos:

a) Las causas últimas  suelen ser relativamente fáciles del discernir y quedan pocos puntos oscuros que explicar. Por tanto no suelen darse muchas "teorías de la conspiración" en ellas (aunque siempre ocurren). 

b) Hay una linealidad de causas - efectos que explica el suceso y por tanto las medidas para la mitigación de los efectos y para evitar su repetición suelen ser relativamente fáciles de implementar y suelen ser bastante efectivas.

c) Los efectos de estas catástrofes quedan reducidos a una zona específica y no afectan a áreas muy extensas y mucho menos a toda la Tierra.

d) Los efectos negativos de los desastres, salvo para los heridos y las familias de los fallecidos, no perduran en el tiempo, es decir, no hay nuevos afectados por el desastre y la zona, el país, la sociedad afectada, se recuperan rápidamente del suceso.

Es decir, las catástrofes del pasado, salvo contadas excepciones, eran lineales, locales y temporales.

Pensemos ahora en lo que llamo "Neo-Catástrofes", las catástrofes de la era industrial tecno-científica  globalizada, veamos las grandes catástrofes industriales, naturales o sociológicas recientes, como los accidentes de Chernobyl, Fukushima, los inmensos incendios del Ártico (Canadá y Rusia) y de las selvas Ecuatoriales (Amazonas, Indonesia, África), los cada vez más frecuentes grandes huracanes que devastan el Caribe y los estado del Sur de USA, los atentados del 11-S, etc...

Si ahora analizamos las catástrofes listadas en el párrafo anterior nos encontramos que todas o casi  todas ellas pierden las características descritas de las catástrofes "antiguas":

a) No se pueden identificar claramente las "causas últimas" hay multitud de factores que intervienen y acaban desencadenando el evento castastrófico o amplificando los daños, pero no se puede discernir claramente su secuencia, esto desencadena, con frecuencia, "teorías de la conspiración" de muy diverso tipo; que vienen alentadas, en el fondo, por un profundo malestar emocional en la sociedad.

b) En muchos casos no hay una relación lineal entre una de las posibles causas y el efecto, o entre los efectos y el daño que se va a producir en el entorno o las personas o en los efectos futuros de esos daños, como puede ser el efecto de los accidentes de Chernobyl y Fukushima sobre las futuras generaciones y el medio ambiente, por ejemplo en el Pacífico, o el efecto a medio-largo plazo de los incendios en el Ártico sobre la irradiación solar, el ciclo del agua, el permafrost, etc...

c) Los daños de esas catástrofes tienen un impacto global, como ha sido la nube radiactiva de Chernobyl o la contaminación radioactiva global de los océanos debido al accidente de Fukushima, o el efecto de los grandes huracanes e inundaciones en la producción y precios de los alimentos en USA y China, los efectos en la vida de millones de personas a consecuencia del 11-S y las posteriores medidas de la llamada "Guerra Contra el Terrorismo", etc.... El efecto de estas catástrofes tienden a sentirse en todo del Mundo de una forma u otra.

d) Los efectos de estos eventos no están confinados al momento en el que suceden y a las personas que lo sufren en primer lugar. Los efectos adversos, en algunos casos, durarán quizás "para siempre" (hasta que nadie sepa siquiera que existieron) como son la amenaza siempre presente del "Sarcófago de Chernobyl" o los 3 reactores con su núcleo fundido de Fukushima Daichi de los que no se tiene una idea clara de cómo acometer la limpieza o eliminación de esa amenaza para los seres humanos y los ecosistemas oceánicos de todo el mundo.

e) No se tiene la menor idea de cómo solucionar estos problemas, a pesar de la extrema confianza que la sociedad tiene en el sistema Científico-Técnico, por ejemplo, en el caso de Chernobyl en 2016 se ha instalado un 2º sarcófago de contención (se estima que durará entre 50 y 100 años), ya que el primero que se instaló poco después del accidente, estaba muy deteriorado; pero nadie apuesta por realizar la limpieza y extracción del núcleo fundido y almacenarlo en "lugar seguro" (si es que tal cosa existe). Igualmente, pero peor, en el caso de Fukusima, pues se trata no de 1 sino de 3 reactores con el núcleo radioactivo fundido que han vertido una gran cantidad de contaminación radioactiva al Océano Pacífico y que de momento la contaminación hídrica se ha contenido con unas costosas barreras de hielo que dejan pasar una parte del agua subterránea, lo cual obliga a filtrarla (que nunca limpia el 100% de los residuos radiactivos) al ritmo de unos 170 m3/día y este agua se acumula en la zona de la central en recipientes hasta almacenar actualmente del orden de 1,3 millones de toneladas, los cuales están muy contaminados con diferentes radio-isótopos (no es cierto que sólo esté contaminada con tritio, que ya es malo de por sí) y recientemente el gobierno japonés va a descargarlas, le pese a quien le pese, en el Océano Pacífico, bueno habrá que irse acostumbrando a los isótopos radioactivos en nuestros baños veraniegos y en el pescado, porque lo van a tener que hacer de forma rutinaria, bueno, es el precio del "Progreso". Las estimaciones actuales del proceso de descontaminación es que durará uno 30 - 40 años y costarán unos 470.000 millones de $ (del orden del 40% del PIB de España), pero estos son estimaciones muy preliminares sin conocer el alcance detallado del proceso, pues actualmente no se tiene una tecnología adecuada para realizar ese trabajo y aún se están desarrollando (se están probando robots que sólo consiguen que duren unos minutos en funcionamiento en las zonas de alta radiactividad). Como Chernobyl, es posible que esa limpieza en realidad no se efectúe "nunca". El problema de la contención de Fukushima es mucho peor que el de Chernobyl, ya que los núcleos radioactivos fundidos han alcanzado capas freáticas y no es posible ponerles un sarcófago encima sin más, hay primero que contener ese agua y a medio plazo sacar esos núcleos (con unas emisiones radioactivas que ninguna máquina existente aguanta más que unos pocos minutos antes de convertirse en un residuo radioactivo a limpiar más).

Si se analiza con un poco de perspectiva la evolución de las catástrofes, lo que se constata es que, respecto a las catástrofes de finales del siglo XIX y principios del siglo XX lo que hemos hecho es aumentar y acelerar nuestro impacto en el Mundo por medio del uso de nuevas fuentes de energía extraordinariamente complejas y peligrosas (energía nuclear) y un uso varios órdenes de magnitud mayor de las energías existentes (fósiles), liberando sus desechos en el medio ambiente; además ese impacto masivo y acelerado  sobre el Mundo alcanza también el aspecto cultural, con el arrasamiento de cualquier otra visión del Mundo que no sea la Occidental y su conjunto de valores "normalizados" de nuestra Ilustración, y que ha producido una reacción de rechazo en determinados ámbitos que llamamos "atrasados", como en determinadas zonas del Mundo Islámico.

El incremento de esa energía liberada en el mundo origina que, como ocurre en la Mecánica de Fluidos, al aumentar la energía de ese sistema, el fluido pasa de tener flujo "laminar" a "turbulento" generando un conjunto inesperado y "caótico" de vórtices (turbulencia) que hacen que el conocimiento exacto de las trayectorias futuras del sistema y su efecto ya no sean completamente predecibles, se vuelven profundamente No Lineales, y se propagan con mucha facilidad en el medio, perdurando en el espacio y en el tiempo de forma difícilmente predecible.
El aumento de la energía en el sistema hace aumentar todo este efecto consistentemente y por supuesto podríamos usar la metáfora también del Principio de Acción y Reacción, y así a todo incremento de nuestra acción sobre la Naturaleza, hay una reacción por parte de la Naturaleza (o el Mundo Natural) a nuestra acción, nosotros llamamos "adaptación" de la Naturaleza al mundo que alteramos, pero es en rigor, creo, mucho más que eso...

Otro símil que podemos pedir prestado también a la Mecánica de Fluídos es el "Acoplamiento" de las variables, por ejemplo cuando se modelizan los fluidos líquidos, aquellos en que se considera que la densidad es constante (o casi), se usa, como simplificación, que el campo de temperatura (la distribución de las temperaturas en el seno del fluido), no es relevante a la hora de definir las fuerzas que actúan sobre el fluido, es decir, "los problemas térmico y mecánico están desacoplados" y una vez resuelto (definido) el campo de velocidades, se puede deducir, por balance energético, el campo de temperaturas; pero en el caso de la Convección Natural en gases, donde los cambios de densidad si son relevantes en el balance de fuerzas, los problemas térmico y mecánico están acoplados, lo cual añade una capa de complejidad mayor a la resolución de la modelización y no linealidades adicionales. Esto ocurre también, por ejemplo en un líquido si al aumentar la energía el cambio térmico es mucho mayor.
Pues bien en nuestro mundo actual, problemas que antes estaban "desacoplados", al subir la energía implicada en los fenómenos, o nuestra "Acción en el Mundo" empiezan a estar acoplados, y esto añade capas y capas de complejidad y dificulta el discernimiento de las "ideas claras y distintas" sobre lo que hacer (o no).

El filósofo Paul Virilio analizó en su obra el fenómeno de la aceleración de la sociedad contemporánea, y lo relacionó también con la aceleración de los "accidentes", llegando a proponer un "Museo de Accidentes" en uno de sus artículos; porque según este autor, usando la famosa frase de Aristóteles pero dándole otro sentido "El accidente revela la sustancia", también en nuestra sociedad y yo estoy de acuerdo.

Hablando de la exportación a nivel global de nuestro valores de la Ilustración, pienso que es una fantasía tradicional de buena parte de la izquierda la de revindicar que esos valores ilustrados son: 1º "Universales" y 2º  "no tienen nada que ver con el Capitalismo" como si esos valores hubiesen florecido en el desierto, y no en la mente de la burguesía, ferviente impulsora del capitalismo, de una determinada época y sociedad que se preparaba ya para el asalto al poder político y por tanto para el triunfo "definitivo" del Dinero (en el aspecto social, político y sobretodo cultural), como he descrito anteriormente. Todo esto no es en sí nada "malo" o "bueno", simplemente es como las civilizaciones crecen y prosperan, y de alguna manera ha funcionado bien durante varios siglos.

De nuevo no es un juicio de valor lo que hago, es la forma en que las civilizaciones van evolucionando; es la "deriva" usual de las mismas, cuando desde las ciudades, el ámbito "burgués" por definición, va ampliando su acción hacia el medio rural (nacional o global), usando las terminología de J. Habermas es el triunfo de los "Sistémico" urbano sobre el "Lebenswelt" (el Mundo de la Vida) rural. 
Y como ocurre con la extensión de la civilización por el ámbito de "lo Bárbaro", al principio los que sufren su embate padecen en sus carnes la violencia del proceso (por ejemplo los "Enclosures" con el desplazamiento de las poblaciones rurales a los barrios marginales en las ciudades de la Revolución Industrial viviendo en condiciones terribles, o la esclavización de inmensas poblaciones de bárbaros en el Imperio Romano, etc...), tanto en el ámbito físico, como mental (la "Anomía" de Durkheim), y aunque acaben mejorando sus condiciones materiales vitales (que no emocionales) en sucesivas generaciones (normalmente a costa de los procesos de "Enclosures" que siguen avanzando en otras zonas del Globo sobre otras poblaciones a las que se les arrebata sus recursos naturales y se convierten en nuevos mercados), ese proceso acaba deteniéndose por la "saturación" o el establecimiento de los "límites" (como el "Limes" romano) espaciales/militares/sociales/emocionales que hace detener la rueda del crecimiento de esos procesos de "Cercamiento" y es cuando la "Máquina" contractual-racional de la Civilización, cuyos individuos eran sostenidos con "alfileres" emocionalmente por medio de un sistema empobrecido de satisfacciones proveídas por el binomio Estado/Mercado  a través del dinero,  y que empieza a derrumbarse por la convergencia de una multitud de crisis producto de su propio desarrollo.

El advenimiento de las "Neo-Catástrofes", cada vez más potentes, es un indicio claro de los "rendimientos decrecientes" de la acción de nuestra sociedad sobre El Mundo, deberían hacernos reflexionar, ser un punto de inflexión en la manera de operar, pero en realidad lo que  va a ocurrir (como siempre ha ocurrido) es una aceleración de los intentos de mantener "El Mundo Bajo Control" usando las herramientas de la Ciencia y la Técnica (Razón), como han hecho en el pasado todas las civilizaciones, para evitar los posibles efectos socio-económicos catastróficos que supondría "frenar" nuestra acción sobre el mundo. Y en cierto modo esto es del todo razonable, ya que las relaciones vitales, la forma de vida, la forma de producir, distribuir, de organizar los bienes, los sistemas de satisfacción física y emocional, los sistemas de valores (o su ausencia), el inmenso entramado de gigantescas ciudades donde el modo de vida es burocrático (del Estado o del Mercado) siempre en crecimiento, todo eso tiene que sostenerse y necesita del mismo o mayor ejercicio de nuestra "Acción Sobre el Mundo" para que ese inmenso edificio no se venga abajo.

De hecho es fundamental que la población perciba que se está haciendo ese esfuerzo inmenso, por parte de los gobernantes, con todo el empeño posible, para superar los problemas originados por las crisis convergentes, porque uno de los rasgos de la decadencia de las sociedades y civilizaciones es el absoluto descontento de una buena parte de la población con el poder y que llega a inducirles a la idea de que todo lo negativo que ocurre en buena parte proviene de una especie de "plan demoníaco" de los poderosos, con el crecimiento exponencial de las llamadas "teorías de la conspiración". 
Esto es un nuevo "bucle de re-alimentación", nada despreciable, que alimenta y acelera la espiral de crisis anidadas y en ocasiones lleva a las llamadas "Herejías" de Toynbee que ya describí en un artículo previo, con la búsqueda de los "Salvadores"; uno de los más peligrosos son los llamados "Salvadores por la Espada", que promueven las tendencias crecientes al "Cesarismo" o "Bonapartismo" o "Populismos" (que se llamaban "Tyrannos" en la civilización greco-romana) o directamente fascismos (de los de "verdad" sin abusos lingüísticos), que también comenté en otro artículo, y que vienen a oponerse a las "fuerzas malignas" de los poderosos que buscan el empobrecimiento o directamente la aniquilación de una buena parte de la población.

El inicio de las Neo-Catástrofes de ahora, como en su día las que ocurrieron en otras civilizaciones (en formas de crisis anidadas cada vez más potentes) nos indican que la civilización ha pasado de la Fase Lineal a una Fase No-Lineal, donde las herramientas útiles, las que servían, en las Eras Lineales, fracasan y de hecho empeoran la situación en las Eras No-Lineales. En el pasado esto ocurría en el ámbito nacional o regional de las civilizaciones, en el caso de la nuestra, por su alcance geográfico, sucede en el ámbito global.

La Razón, que viene de "ratio" que es etimológicamente una relación o cociente de cantidades, opera muy bien según parámetros predecibles en un mundo discernible y cuantificable de "causas y efectos", es el mundo lineal de la "causalidad", de las "verdades claras y distintas" de las que hablaba Descartes, de las estimaciones de coste-beneficio, pero ese Mundo lo estamos dejando atrás a pasos agigantados en aspectos cada vez más relevantes, y nuestras herramientas usuales, la eficiencia de nuestros conocimientos y nuestras tecnologías, chocan una y otra vez con problemas intratables con nuestro paradigma.

Recientemente hemos desarrollado la Dinámica de Sistemas para tratar de adaptarnos a la Complejidad que nos rodea y que cada vez percibimos más, en un intento, por cierto vano, de "domar la Bestia", de conseguir un "fine tuning" más sutil para retomar confianza, de nuevo, en el "Mundo Bajo Control" al que siempre hemos aspirado, como si en realidad todo estos problemas se tratase de "herramientas", y es que una vez que pensamos de esa forma, queridos lectores, es que ya estamos "perdidos" en este nuevo mundo.

Este universo mental nuestro de la Causalidad, de las "causas y efectos", divago, es también, en gran parte, un producto de nuestra percepción, de la manera en que observamos el Mundo, pues en la extraña y magnífica configuración de lo existente uno atisba a ver una armonía, una belleza, una serie de lógicas inherentes que indican una serie de Propósitos inasibles por nuestra Razón, como si aquello que llamamos "relaciones de causa-efecto" fuera sólo una "huella mono-dimensional" de un mundo con muchas otras dimensiones, como Representación de un Mundo que es, en el fondo Viviente en muchas y diferentes escalas, con sus modos, tiempos y maneras; tal y como han pensado los "salvajes" la mayor parte del tiempo del Homo Sapiens en la Tierra.

Nosotros, nuestra mente, percibe el mundo mediado por los "Juicios Sintéticos a Priori" (Kant) del Espacio, el Tiempo y la Causalidad orientados a la manipulación/adaptación del entorno en nuestras escalas vitales-ecológicas donde surge el Homo Sapiens; con ellos se percibe el Fenómeno (Kant) que es la base de la construcción de la Representación (Schopenhauer) y que nos encierra en el Velo de Maya (Upanishad) o el ámbito Apolíneo de la Razón instrumental (Nietszche); pero más allá del Velo de Maya se encuentra el Noúmeno (Kant), el reino inquieto de  Brahma (Upanishad), la Voluntad (Schopenhauer) o el ámbito de Dionysos (Nietszche).

Pero esto sería tema para otro artículo.

Como nota al margen, alguien se tomó la molestia de poner la música de Blade Runner 2049 a las imágenes tomadas por drones de la luz sobre San Francisco en los devastadores incendios de California y Oregón; ese color del ambiente recuerda al de esa película cuando el protagonista llega a Las Vegas. El resultado es inquietante y sirve como especie de advertencia de que estamos en un extraño mundo nuevo:





Covid-19 como Neo-Catástrofe

(Un coyote junto al Golden Gate en San Francisco durante el confinamiento)

En realidad la pandemia de Covid-19 que estamos padeciendo tiene muchos de los componentes de las Neo-Catástrofes tal y como las que he descrito anteriormente; los lectores podrán argüir que en realidad las pandemias del pasado ya tenían buena parte también de esas características, por definición las pandemias son fenómenos globales, o al menos de una buena parte del Mundo (las pandemias previas a 1492 afectaban principalmente a Eurasia y Africa, estando América protegida por los Océanos); además son fenómenos que perduran en el tiempo y, en general, como los fenómenos de la Vida, no admiten una explicación simple y las soluciones que ha podido desplegar el ser humano para corregirlas han funcionado siempre de forma muy parcial y en realidad la mayoría se agotaron según su propio ciclo natural; no sé sabe bien porqué empezaron y no se sabe bien porqué terminaron.

No obstante esta pandemia de nuestro tiempo tiene algunas características que la diferencia de las del pasado, al menos, y este es un punto crucial, a como las personas la perciben y también en la forma de abordar sus expansión y sus efectos:

a) La explicación predominante en los círculos científicos sobre el origen de esta pandemia es que el virus que la causa proviene de una mutación natural de un coronavirus de los murciélagos que ha pasado por otro huésped animal, que se desconoce, y al final ha llegado a transmitirse al ser humano siendo, por tanto ésta una enfermedad zoonótica (transmitida al Hombre por un animal); pero si nos atenemos a porqué recientemente se ha acelerado este fenómeno de nuevas enfermedades desde los animales a las personas, como ha ocurrido con las nuevas zoonosis de las últimas décadas como por ejemplo el virus Nipah (1998), el virus Hendra (1994), Ébola (1976), SARS (2002), MERS-Cov (2012), Monkeypox (2018), Hantavirus (1978), Chikungunya (1955), virus del Nilo Occidental (1997), Marburgvirus (1967), Fiebre Hemorrágica de Crimea-Congo (1956), Melaka virus (2006), Menangle virus (1999), virus SFTS (2009), HRTV virus (2009), virus H5N1 de la gripe aviar (1997), KFD virus (1957),  etc...; los científicos que han estudiado el origen de muchas estas nuevas enfermedades zoonóticas apuntan a la destrucción del medio natural de los animales salvajes, en particular a la deforestación, como una de las causas principales, que, de esta forma, han sido forzados a una proximidad mayor con las poblaciones humanas potenciándose las vías de transmisión. Es, por tanto, consecuencia de nuestra acelerada "Acción sobre el Mundo" que he descrito en otro artículo anterior como la marcha implacable del "Huracán del Progreso", lo que está detrás.

b) Además de que pueda haber una mayor aparición de enfermedades de origen zoonótico, lo que hace que se convierta en un problema global y deje de ser sólo un problema local, como lo era en muchos casos en el pasado las epidemias, ha sido el crecimiento exponencial y la aceleración de los transportes de personas y mercancías por todo el globo; lo cual hace, por ejemplo, complicadísimo, si no imposible, establecer cuarentenas eficaces (como las que hacía la ciudad de Dubrovnik, antigua Ragusa, en la Edad Media) antes que haya un propagación global de las enfermedad (como hemos visto en todo el mundo con el Covid-19) y por otro lado ese crecimiento de los transportes de mercancías, ganado, productos agrícolas, etc...ha llevado una gran cantidad de seres vivos de una zona del planeta a otra completamente distinta, afectando profundamente los ecosistemas y, como no, transportando también agentes portadores de enfermedades nuevas en esas regiones. Otro factor adicional ha sido el establecimiento de inmensas granjas industriales de ganado, con los animales hacinados en espacios minúsculos y con condiciones higiénicas y de estrés (conocido depresor del inmunitario) lamentables, donde la propagación y evolución de los patógenos (por el elevado número de animales muy cercanos entre sí) hace que sea mucho más probable que surjan enfermedades zoonóticas aparte del crecimiento de la resistencia bacteriana a los antibióticos que la OMS y otras instituciones médicas han alertado repetidamente de un posible "Antibiotic Apocalypse" de no detener el uso masivo de antibióticos en el ganado (cosa completamente  incompatible con el moderno modelo de producción industrial de carne).

Debido a nuestra frenética globalización, cualquier epidemia que surja en cualquier lugar del globo, en pocas horas o días se habrá dispersado por los 5 continentes; dependiendo de su capacidad de transmisión y su patogenicidad llegará, o no, a ser un problema serio de salud pública, aunque sólo era cuestión de tiempo que una Pandemia, como el Covid-19, u otra aún peor, golpeara a toda la Humanidad, porque NO se trata de un "cisne negro" ya que de este riesgo venían alertando multitud de  epidemiólogos en las últimas décadas. Y como menciona Nassim Taleb en un famoso artículo, "la conectividad incrementada de la globalización hará que la expansión de la enfermedad sea un fenómeno no-lineal", como he comentado antes, una de las características de las Neo-Catástrofes en general.

c) Otro aspecto de esta pandemia que lo aparta de las del pasado, como todas las Neo-Catástrofes, es su más que probable persistencia en el tiempo, contrariamente, por ejemplo, a la gripe de 1918 u otras pandemias en el pasado que golpearon a una civilización más "joven", y menos frágil, y sus efectos pasaron en un plazo relativamente breve (después de 1918 llegaron los famosos "Felices Años 20"). No hablo, en este sentido, de lo que ocurra con la enfermedad "en sí"; el comportamiento del virus y del sistema inmunitario humano, de las oleadas sucesivas o del éxito o no de las vacunas; hablo de las consecuencias económicas, las consecuencias sociales y en general el cambio de multitud de hábitos y de percepciones sobre cómo organizar la sociedad y la economía que esta pandemia va a traer; ya que esta pandemia se ha encontrado con sociedades muy endeudadas, que no habían superado, de hecho, la gran crisis de 2008, que sólo la habían "parcheado", con una división del trabajo entre países consecuencia del extremo "Ricardianismo" de la globalización, ya muy criticado y cuestionado, donde, por ejemplo a España le correspondía el papel específico de destino del "turismo de playa y borrachera", con el delineamiento global de las cadenas de producción y suministro que han entrado en una profunda crisis (que, por otro lado ya se venía gestando). Podemos hablar de un parón, que probablemente no acabe recuperándose completamente, de los viajes por avión y crucero, del turismo de masas, de la duda sobre los beneficios, en cualquier circunstancia, de no disponer de fabricación propia de los más elementales artículos de subsistencia y médicos, etc...Este parón, quizás para siempre, de la Globalización, es, en buena parte, creo, positivo a largo plazo, pero que a corto y medio plazo suponen una inmensa crisis económica y social en particular para los más desfavorecidos, aquellos que no están insertos en el aparato burocrático privado-estatal de nivel medio o alto, y por lo tanto expuestos a la "intemperie" del mercado.

d) Como buena Neo-Catástrofe, la pandemia de Covid-19 está llena hasta reventar de teorías de la conspiración de todo tipo, desde que en realidad no hay ningún virus, o que la enfermedad es igual o menos grave que una gripe normal, o que ha sido provocada por los poderosos para destruir la economía, originar hambrunas y la muerte de millones de personas y/o bien llevar a las naciones un estado policial de vigilancia total (aunque algo de eso está ocurriendo aunque este fenómeno de "vigilancia total y global" ya estaba bien en marcha desde el inicio de internet y los smartphones) para lo cual ha sido creado en un laboratorio siguiendo sus órdenes y liberado por las élites para destruir la sociedad. 

Pienso que el florecimiento de estas teorías de la conspiración de todo tipo no es más que la manifestación de un inmenso descontento y pérdida de legitimidad de las élites, que lleva a la idea de que una buena parte del aparato tecno-científico, médico, de comunicación y de represión (salvo notables excepciones) está al servicio de las élites que lo usan para nuestra "perdición".
Para mi lo relevante no es  analizar los argumentos que esgrimen estas personas, que creen sinceramente esas teorías, sino qué está ocurriendo en la sociedad para que tantas personas lleguen a la conclusión de que nuestras élites son un conjunto depravado y maligno de seres cuasi-demoníacos al servicio de 4 magnates que tienen el  control de todo lo que sucede y que cuentan con un plan bastante siniestro contra nuestras vidas, en una re-elaboración del "Mundo Bajo Control" esta vez en manos de unos cuantos poderosos que son los que, en realidad, controlan efectivamente el mundo. 

En realidad nadie controla nada, o sólo un poco, aunque algunos pueden tener esa ilusión, al final todo depende de la colaboración deseada, o incluso entusiasta, de la inmensa mayoría de los miembros de la sociedad para que la "Máquina" siga su funcionamiento. Los poderosos no son para nada libres, están atrapados en una espiral de hacer crecer y tener que demostrar continuamente su riqueza y poder, y están tan "atrapados", o más, en esas trampas del pensamiento, como el resto de la sociedad y cada vez están menos seguros de su poder y su futuro (a medida que las crisis anidadas van mordiendo el cuerpo social que los sostienen).

Esta "energía emocional negativa", que invade el cuerpo social de nuestras sociedades es otro factor desestabilizante más, que pueden desencadenar turbulencias políticas, a medida que la crisis económica perdure, y que no desaparecerá. El Brexit, la elección de Trump, el ascenso imparable de los "populismos" de derecha y de izquierda son manifestaciones de ese proceso, como describí en otro artículo previo. El caso de la situación socio-política en los USA es paradigmático de ese descontento, con un país que todo apunta a que podría estar al borde de un enfrentamiento civil cuyas consecuencias son difíciles de prever.

Como extraña "sincronicidad" (Jung) esta enfermedad consigue que ahondemos en las tendencias de nuestra civilización hacia el "distanciamiento social", hacia las "burbujas" de contacto, el "confinamiento", el aislamiento, la asepsia química, el crecimiento de la virtualización de todos los ámbitos, las redes sociales casi como único medio de contacto con los otros, la prosperidad del comercio on-line controlado por inmensas corporaciones arrasando el comercio local, la aceleración de la automatización de los procesos convirtiendo en superfluos a multitudes, la anulación de los sentidos del tacto, el olfato, el gusto (la boca) escenificado en la mascarilla y la asepsia de las manos quedando la vista, la visión, como el único sentido importante, la vida que se vive como "ese-tiempo-que-se-pasa-viendo-cosas-en-pantallas-digitales", la abstracción, la eficiencia, la separación de la naturaleza, de los otros, de nuestro cuerpo, de nuestros sentidos. Por supuesto es lo que procede y es lo que hay que hacer para evitar un daño mayor, pero qué curioso que sea "esto" justamente lo que nos toca hacer...

Las Neo-catástrofes sospecho que son parte del proceso de decadencia y caída de las civilizaciones, son los sucesos que contribuyen y a la vez son marcadores de los bruscos descensos en la marcha de la civilización  y que marcan épocas claramente identificables que afectan al ámbito de la civilización, en nuestro caso global. El caso de nuestro Covid-19 podría equiparase, si bien mucho más leve claro, a la epidemia de Peste Antonina (165-180) que llegó en el momento de máxima expansión del Imperio Romano (la célebre Muralla de Antonino estaba bastante más al norte que el Muro de Adriano en Inglaterra) y marcó un punto de inflexión que inicia el debilitamiento de la civilización Romana.

En el fondo de todos estos problemas está en que la aceleración de nuestra "Acción sobre el Mundo" potenciada por la tecnología, y su efecto sobre nosotros y el Mundo Natural, se sitúa, en realidad, fuera no sólo del control político, sino incluso del mismo debate político, pues siempre y en todo lugar se sostiene que "más tecnología es siempre mejor" y sostener lo contrario, por supuesto, lleva aparejado el calificativo de "Ludita", como uno de las mayores descalificaciones que puedan hacerse. 

El desarrollo continuo de la tecnología, en nuestra "Civilización de La Máquina" (como la llama Lewis Munford) se constituye en un "a priori" de nuestra vida, sin instituciones que se paren a pensar bajo qué premisas se desarrolla y a quien sirve, de verdad, los nuevos desarrollos de la tecnología que van apareciendo, que, si miramos con ojos críticos, se revela cada vez más su función como método de concentración de poder y de control de la sociedad.


En el siguiente artículo me propongo analizar una tecnología en particular y su desarrollo, como muestra de los aspectos polémicos y potencialmente catastróficos que tiene nuestro creciente desarrollo tecnológico y que es muy probable que constituya el origen de nuevas Neo-Catástrofes.


4 comentarios:

  1. Wow, muy buen artículo, espero que te encuentres muy bien de salud, te he leído en el blog de Michael greer(ecosophia) ya que aveces comentas y la última vez si no mal recuerdo tenías quebrantos de salud, como un cansancio extremo, no muy recuerdo, espero que sigas escribiendo, es muy interesante la visión que tienes.

    Pense que ya no seguirías publicando, aunque se entiende por la crisis actual.

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  2. Hola Byron

    Gracias por interesarte por mi salud, estoy muy bien, y ni familia y amigos más cercanos también, afortunadamente.

    Sí, me gustan, en general los artículos de JMG, no todos y tengo fuertes discrepancias en algunos temas, pero en general es de los pocos autores en la web que leo con cierta frecuencia y también, en ocasiones, hago comentarios, porque JMG tiene la virtud de siempre responder a todos.

    Sí, sigo publicando, aunque de tarde en tarde, por muchos y diversos motivos, entre otras cosas porque no me gusta publicar artículos cortos o que no contengan ideas con cierta profundidad, y además no soy de los que tiene una extraordinaria facilidad para escribir, a mi escribir me agota.

    Un saludo

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  3. La lectura de este texto me suscita algunas reflexiones:

    La palabra super-organismo para definir a las sociedades humanas es, a mi juicio, muy poco acertada. Independientemente de la definición que encontremos en los diccionarios técnicos, un organismo "vivo" es un ser compuesto de órganos. Las celulas propias que componen estos órganos contienen exactamente la misma copia de genoma en su núcleo. La cooperación de células distintas y su asombrosa organización dentro de un individuo tiene todo el sentido biológico dado que no son "individuos diferentes"

    Los ejemplos de especies como las hormigas o las abejas pueden considerarse organismos porque todas tienen los mismos genes. No pueden reproducirse, excepto la reina y todas cooperan sin conflicto. El éxito reproductivo de la reina es exactamente el éxito de todas las demás.

    Pero las sociedades humanas se componen de individuos con genomas diferentes que compiten con otros de su misma especie para perpetuar su propia copia. El éxito reproductivo de un individuo es a menudo el fracaso de otro. Las sociedades o comunidades humanas aunque tengan un grado de cooperación por interés, se parecen mucho más a una masa de agregados en eterno conflicto que no tiene un verdadero propósito común ni la capacidad de funcionar como lo hace un organismo vivo. Desde un punto de vista biológico la consideración de la "humanidad", por ejemplo, como un todo parece poco acertada.

    En cuanto a la distinción de "necesidad" y "deseo" en las concepciones de Marx, parece que la línea divisoria puede ser muy pequeña. En la práctica es difícil saber donde termina un "bien deseado" y donde empieza un "recurso necesario"; puedo pensar que ser asquerosamente rico no es precisamente una necesidad, pero si estoy gobernado por poderosos que me imponen la ley que les conviene y que con su dinero aseguran sus derechos en detrimento de los míos, es posible que sienta que "necesito" el dinero para librarme de aquellos que no dudaran en esclavizarme o eliminarme si me pongo en su camino.

    Efectivamente, el ser humano ha inventado un increíble universo simbólico (y digo increíble con toda la intención,) en el que "cree" que vive, tanto que se ha olvidado de la realidad del mundo natural biológico que determina su conducta. El éxito para cualquier forma de vida en la tierra es reproducirse y maximizar la descendencia que perpetué su propio genoma (su particular versión de la manifestación de la vida). Para este fin la naturaleza no tiene reglas morales, todo vale, no hay golpes bajos en la naturaleza, no hay bien ni mal, el egoísmo feroz está patente y la competencia por los recursos finitos es omnipresente para toda forma de vida. En la realidad del animal como en la realidad dura en la que el hombre habita, no gana el bueno, sino el que de hecho gana. Pero el ser humano, los miembros de cuya especie se engañan unos a otros con refinada hipocresía y con asombrosa astucia política, se enajenó del sentido biológico y de su lógica natural en su delirio de la razón; es capaz de torturar y masacrar por el poder y la riqueza sin preocuparse, en muchos casos, de tener efectivamente una abundante y variada descendencia. Parece evidente que los antiguos tenían esto mucho más claro que nosotros. No hay más que ver la fama de promiscuo y libidinoso que adornaba a Zeus el supremo dios del panteón griego que seducía, engañaba o directamente violaba a toda hembra, ya fuera mortal o divina, que se le antojaba.

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  4. @ Ulises

    "las sociedades humanas se componen de individuos con genomas diferentes que compiten con otros de su misma especie para perpetuar su propia copia"

    Eso que describes es el moderno "Mito de la Creación" producto de la deriva de nuestra civilización, como super-organismo que en su desarrollo actúa en el ámbito de las "narraciones" y esta es la que inaugura el absoluto triunfo sobre la Metafísica de las edades previas.

    Es el crecimiento universal de la noción de "individuo" una obra de la evolución de las civilizaciones, con la profundización de la ruptura de todos los vínculos en el Paradigma de Separación. Si se pregunta a un occidental que piense en "sí mismo" con los ojos cerrados casi todo el mundo se describe como "flotando" en el vacío, casi como un astronauta en un paseo espacial, eso no es para nada universal en el resto de cultural "atrasadas", donde la noción del Yo es algo mucho más fluido, menos sólido que en nuestro caso.
    Incluso desde la izquierda, con su cerrada defensa de los Derechos del Individuo, bebe exactamente de la misma fuente, y en sus sistemas racionalizados abstractos de defensa de los débiles se constata la disolución de la comunidad (y una especie de pretendida reconstrucción usando el BOE, al tiempo que destruye toda tradición "irracional" y "anti-científica", abriendo el camino al triunfo absoluto del Dinero). En el artículo sobre el "Ultimatum Game" hablo de eso.

    El gran super-organismo cultural, de hecho, modifica no sólo la narración y la constitución anímica de las personas, también incluso las formas en que se generan físicamente los individuos, en particular sus circuitos neuronales, de hecho las instituciones (económicas, sociales, artísticas, científicas, etc...) se desenvuelven profundizando en los sistemas racionales orientados a fines abstractos relacionados con la eficiencia, que conlleva la destrucción de cualquier vínculo irracional, desde los grandes narraciones de los grupos, las costumbres mítico-socio-tecnológicas de los grupos tribales, los acuerdos clánicos, los vínculos de la familia extensa hasta llegar hasta la mismísima relación madre-hijo, con la destrucción de todas las "burbujas" metafísicas anidadas, "adaptando" a las generaciones venideras a esa misma dinámica, en la que se encuentran ya como pez en el agua, y dispuestos a su difusión global.
    La predominancia del mundo visual sobre el tacto o el gusto o la palabra de otro tiempo de distancias cortas, ver el mundo con "como se percibe", como en las fotos y vídeos que se cuelgan en las redes sociales donde lo importante no es cómo estás o lo que sientes en determinada ciudad o lugar o monumento, sino "cómo lo verán los demás". No hemos hecho otra cosa desde el invento de la "perspectiva" en la pintura, rota la relación íntima entre le sujeto y el objeto.

    La noción de "recurso", de competición "despiadada", "de los genes" (Dawkins) todo eso es nuevo y nuestro (culturalmente), es fruto de nuestro "superorganismo" cultural, organizándose para crecer y extenderse por todo el globo y en cada mínimo aspecto de la vida.

    Respecto a Marx viene de una tradición que aún mira al mundo campesino, donde la "sociedad de consumo" no había aparecido en el horizonte y donde se suponía que los productos que se fabricaban, salvo los lujos para las clases altas, tenían una función de cubrir necesidades, aún la destrucción de los vínculos y de los significantes metafísicos no había sido tan completa, aún "el fetichismo de la mercancía", la Marca y su simbolismo como investimiento emocional, no era omnipresente. Marx vivía, aún, entre 2 mundos, en la Era Metafísica.

    Sé que no estarás de acuerdo, por otro lado no pretendo convencer a absolutamente nadie.

    Saludos

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